Rescatados ocho c¨®dices entre los escombros de la Biblioteca Capitular de Sevilla
Los ocho c¨®dices de la Biblioteca Capitular y Colombina de la catedral de Sevilla que quedaron enterrados bajo varias decenas de metros c¨²bicos de escombros el mi¨¦rcoles como consecuencia de un desprendimiento que sufrieron el tejado y la techumbre del edificio, fueron rescatados a primeras horas de la ma?ana de ayer. El edificio forma parte del Patio de los Naranjos, justo al pie de la Giralda. Estos vol¨²menes, entre los que se encuentra un devocionario del siglo XV de primordial importancia, conocido por el nombre de Libro de Horas de Isabel la Cat¨®lica, no han sufrido en absoluto da?os irreparables, seg¨²n Elisa Pinilla, restauradora de la Delegaci¨®n de Cultura de la Junta de Andaluc¨ªa.
Ayer a¨²n no se hab¨ªan especificado las causas del desprendimiento, si bien todos los indicios se?alaban la poca consistencia de las vigas que sustentaban todo el entramado del techo y del tejado de la biblioteca, un segundo piso que se extiende por encima de las salas del Patio de los Naranjos, actualmente en restauraci¨®n.La instalaci¨®n de estas vigas, como toda la construcci¨®n de la techumbre de la biblioteca, data de finales de la ¨¦poca de los cuarenta. Parece ser que estas vigas son de las primeras hechas de hormig¨®n que llegaron a la ciudad, " propias de una econom¨ªa de posguerra", como se?al¨® uno de los can¨®nigos que durante la ma?ana de ayer presenciaban las obras de apuntalamiento de la biblioteca. Efectivamente, las vigas desprendidas han quedado completamente partidas y mostraban una estructura formada a base de finos hilos de acero, completamente oxidados a los cuarenta a?os de su instalaci¨®n. Seg¨²n se?al¨® Francisco Gil Delgado, can¨®nigo miembro del Cabildo de la catedral de Sevilla y responsable de Prensa del Arzobispado sevillano, "la g¨¦nesis del desprendimiento del techo habr¨ªa que buscarla en el a?o 1948, cuando Bellas Artes se hizo cargo de la nueva construcci¨®n del techo de la biblioteca, es decir, una de las obras que se enmarcaba en la conmemoraci¨®n del centenario de la conquista de Sevilla".
Hasta ese a?o de 1948, la cubierta de la biblioteca no era sino un tejado de dos aguas propio de las construcciones del siglo XVIII, semejante al del mismo palacio arzobispal, que se encuentra a escasos metros del edificio de la biblioteca.
"Se trata", explica Francisco Gil, "de que desde siempre las obras de restauraci¨®n del patio de los Naranjos han ido tirando del edificio de la biblioteca. La raz¨®n es bien simple, puesto que con estas obras, que se han sucedido hasta hoy durante los ¨²ltimos a?os, se trata de restaurar el patio y lo que queda de la antigua mezquita, de manera que quede lo m¨¢s parecido posible al original. As¨ª, para la celebraci¨®n del centenario de la conquista de la ciudad se suprimi¨® el antiguo techo de tejas, que sobresal¨ªa por encima de las almenas de ladrillo propias del patio de los Naranjos, y se sustituy¨® por el tejado plano que ahora se ha venido abajo".
Sorpresa
Todos los testimonios coinciden en se?alar que nada hac¨ªa imaginable el mal estado del techo y del tejado, ya que hasta el momento mismo del derrumbamiento nadie hab¨ªa visto grietas ni tan siquiera manchas de goteras. As¨ª lo confirm¨® Jos¨¦ Antonio Jim¨¦nez, profesor de EGB, de 30 a?os de edad, que desde hace tres meses acud¨ªa a diario a la biblioteca para realizar un trabajo sobre la Prensa sevillana hasta el siglo XIX.Jos¨¦ Antonio Jim¨¦nez asegur¨® que durante los ¨²ltimos d¨ªas no dejaba de notar vibraciones en el suelo de la biblioteca, que podr¨ªan proceder de las m¨¢quinas empleadas en las obras de restauraci¨®n de la Giralda.
Los ¨²nicos vol¨²menes afectados por el desprendimiento fueron los ocho c¨®dices rescatados ayer. Estos libros se encontraban expuestos en una vitrina en el centro de la primera sala o Biblioteca Capitular, entre las mesas de lectura, y justo donde fue a caer la totalidad de los cascotes desprendidos.
Entre estos libros se encontraba el Libro de Horas de Isabel la Cat¨®lica, del siglo XV; un pontifical romano del siglo XIV que luc¨ªa el escudo de armas del entonces arzobispo de Sevilla, Alfonso Fonseca y el llamado Libro de los Prefacios, de encuadernaci¨®n hispano-¨¢rabe en pergamino del siglo XV.
Los libros rescatados no llegaron a mojarse, ya que a primeras horas de la ma?ana del mi¨¦rcoles se extendieron unos pl¨¢sticos en el tejado para evitar que la lluvia penetrara en la biblioteca. Seguramente por la situaci¨®n de los c¨®dices en la vitrina, abiertos y en posici¨®n horizontal, no sufrieron mayor da?o, aunque alguno mostraba peque?os desgarros en las p¨¢ginas por las que estaban abiertos.
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