La dimisi¨®n de Heseltine da?a la imagen de Thatcher y del Gobierno conservador brit¨¢nico

Apenas 24 horas despu¨¦s de la espectacular dimisi¨®n del ministro de Defensa brit¨¢nico, Michael Heseltine, empiezan a perfilarse las consecuencias de su salida del Gobierno, que desborda el marco de la propia crisis y ha afectado seriamente la imagen de Margaret Thatcher y la credibilidad pol¨ªtica de su Gabinete e incluso del del Partido Conservador. Lo que emerge a la superfie es el alegato de Heseitine contra el estilo autocr¨¢tico e imperativo de gobierno de Thatcher, seg¨²n el vicepresidente del Partido Laborista, Roy Hattersley.

El dirigente laborista hizo sus manifestaciones ante las c¨¢maras de la BBC y en ellas dej¨® bien claro que el destino de la compa?¨ªa de helic¨®pteros Westland, motivo oficial de la dimis¨®n del ministro, pasa a segundo t¨¦rmino desde el hist¨®rico mutis del jueves, dada la trascendencia de las acusaciones de Michael Heseltine.A este respecto resulta por lo menos significativo que, despu¨¦s de un apasionado J'accuse! de un miembro del Gabinete en el que el buen nombre de ¨¦ste y de la primera ministra quedan francamente en entredicho, apenas se haya podido entablar una contraofensiva dial¨¦ctica para paliar los efectos nocivos de la artiller¨ªa de Heseltine. El presidente conservador, Norman Tebbit, como otros prominentes barones del partido, y sir Geoffrey Howe, entre los ministros, s¨®lo han podido esgrimir livianos contraataques con los que se pretende cargar las tintas sobre el car¨¢cter apasionado de Heseltine y sobre la exageraci¨®n de la trascendencia del asunto de la entrada de capital en la Westiand.

Otro dato revelador de la, al menos, inc¨®moda situaci¨®n en que el Gobierno y Thatcher se encuentran tras la espectacular dimisi¨®n de Heseltine es que la Prensa matutina dio un tratamiento informativo al caso que beneficia la imagen del ex ministro en la misma y generosa medida en que perjudica a la del Gabinete.

El t¨ªtulo del editorial del conservador The Times, Una dimisi¨®n muy buena, sugiere poco menos que el aplauso admirativo para el gesto en menoscabo de la reputaci¨®n de la primera ministra, cuyo autoritario modo de gobierno era m¨¢s tolerado cuando su Administraci¨®n ten¨ªa un sentido de urgencia para controlar a los sindicatos, bajar la inflaci¨®n o ganar la guerra de las Malvinas. Y concluye, agorero, el rotativo: "Este tema va a continuar.

Es un tema al que Heseltine ha sido muy inteligente en vincular su futuro".

En esta misma l¨ªnea, The Dady Telegraph, a¨²n m¨¢s a la derecha, concluye que a partir de ahora "el Gobierno est¨¢ menos satisfecho y menos seguro".

"Trucos sucios"

Por parte de la Prensa popular, el filolaborista The Daily Mirror destaca con grandes caracteres que el memor¨¢ndum de Heseltine "ha descubierto los trucos sucios de la se?ora Thatcher", traducci¨®n al lenguaje chabacano del consenso en los diarios bienpensantes sobre el demoledor efecto de las acusaciones del ministro dimisionario acerca de su manipulaci¨®n en pro del lobby norteamericano Sikorsky y en detrimento descarado del grupo europeo que Heseltine favorec¨ªa para rescatar a la endeudada Westland.Por su parte, Heseltine ha empezado ya a cumplir su promesa de dedicar todos sus esfuerzos a promocionar la candidatura del consorcio europeo (Reino Unido, Italia, Rep¨²blica Federal de Alemania y Francia) ante los accionistas de Westland, a los que se dirigi¨® en conferencia de prensa. Simult¨¢neamente se han detectado en la bolsa londinense maniobras para adquirir el control de paquetes de acciones de Westland antes de la junta general de accionistas del pr¨®ximo martes.

En sus primeras declaraciones en la ma?ana de ayer, un Heseltine relajado y cordial revel¨® que estaba seguro de que la primera ministra le hab¨ªa puesto deliberadamente en un callej¨®n sin salida para forzarle a dimitir al prohibirle hablar en p¨²blico sobre el caso Westiand. Esta actitud, que le llev¨® anteayer, seg¨²n sus propias palabras, a salir de un Gabinete donde no pod¨ªa estar "con honor", le ha granjeado una sorprendente oleada de simpat¨ªas. Una encuesta de la BBC indicaba ayer que un 67% de la muestra consultada aprobaba su dimisi¨®n y un 54% pensaba que ser¨ªa mejor primer ministro que la se?ora Thatcher en un futuro Gobierno conservador.