Justa victoria del R¨¢cing de Santander ante un discreto Atl¨¦tico
LINO JAVIER, La victoria del R¨¢cing sobre el Atl¨¦tico de Madrid en el partido de ?da de los octavos de final de la Copa del Rey no admite discusi¨®n, a pesar de que en los ¨²ltimos instantes, en un esfuerzo postrero con bal¨®n largo de Land¨¢buru a Cabrera, ¨¦ste rondara el empate. Pero el R¨¢cing llev¨® la iniciativa y, sobre todo, supo adaptarse mejor a un escenario donde resultaba in¨²til tratar de jugar el bal¨®n en corto o hacer el quiebro a un rival.
Bien pronto apost¨® el Atl¨¦tico por el contragolpe. Da Silva y Cabrera se quedaron en punta, aunque apenas entraron en juego, bien vigilados por Tino y Sa?udo, mientras Quique Seti¨¦n alternaba su labor de media punta con las entradas por las bandas, preferentemente por la izquierda. El ex racinguista destac¨® en los primeros minutos y Maguregui orden¨® a Juan Carlos que se pegara de verdad a su compa?ero de pasadas campa?as, al que a partir de ese momentos apenas dej¨® moverse, aunque a base de cometer bastantes faltas. En la media, Land¨¢buru era quien estaba m¨¢s suelto y solamente en los saques de falta justificaba su preciso toque, porque opt¨® por ser el ¨²nico que no se manchara la camiseta a costa de buscar los metros cuadrados donde hab¨ªa hierba. Marina mantuvo un equilibrado duelo de fuerza con Chiri, en tanto que Julio Prieto se emparej¨® con Rub¨¦n Bilbao, si bien ¨¦ste acab¨® por convertirse en extremo izquierdo.
Tanto Luis como Maguregui demostraron durante el primer tiempo que, sobre todo, les preocupaban los marcajes. Estaban, adem¨¢s, inquietos por esos despistes que suele producir el estado del terreno de juego. Si el Atl¨¦tico actu¨® al contragolpe, el R¨¢cing no tuvo inconveniente en dejar s¨®lo tres defensores que nunca fueron inquietados. A pesar del dominio territorial, el R¨¢cing no cre¨® m¨¢s que dos o tres ocasiones de hacer diana y una fue gol. En todo el primer tiempo se jug¨® con m¨¢s fuerza y velocidad de la que cab¨ªa esperar sobre una cancha transformada en un lodazal y tal desgaste f¨ªsico se pag¨® despu¨¦s del descanso.
El Atl¨¦tico de Madrid adelant¨® ligeramente las l¨ªneas, pero nunca fue capaz de rebasar la defensa rival, y el R¨¢cing quer¨ªa aumentar la diferencia a base de emplear el mismo esquema. que los madrile?os, el contragolpe. El segundo per¨ªodo casi no tuvo ritmo y los ¨¢nimos en las gradas se apagaron. Tan s¨®lo dos cortes de Sa?udo y Arteche estuvieron a punto de que cada uno de ellos colocara el cuero dentro de su portal. As¨ª, dominaron los punterazos, patadones y voleas sin ton ni son y el choque termin¨® sin problemas para la victoria santanderina.
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