Primer caso en Espa?a de c¨¢ncer de vagina provocado por un medicamento antiabortivo
Una joven de Barcelona, de 22 a?os, es el primer caso descubierto en Espa?a de una modalidad de c¨¢ncer de vagina provocado por un medicamento comercializado durante muchos a?os con el nombre de Protectona, seg¨²n ha revelado el doctor Francisco Javier Iglesias Guiu, jefe del departamento de obstetricia y ginecolog¨ªa del hospital Cl¨ªnico de Barcelona. Este medicamento era recetado a las embarazadas como antiabortivo e incluso como simple reforzante, pero estudios realizados en Estados Unidos demostraron que no ten¨ªa las propiedades curativas que anunciaba. Por el contrario, result¨® ser un agente cancer¨ªgeno que afectaba no a la embarazada que lo tomaba, sino al embri¨®n. Seg¨²n el doctor Iglesias, el riesgo de contraer el c¨¢ncer de vagina puede afectar a las hijas de las embarazadas que lo tomaron, por lo que aqu¨¦llas deber¨ªan someterse a una revisi¨®n ginecol¨®gica especial.
El medicamento conten¨ªa un compuesto hormonal denominado dietilestilbestrol (D. E. S.), de caracter¨ªsticas similares al estr¨®geno, obtenido por fabricaci¨®n sint¨¦tica y fue utilizado por primera vez en 1946 por un equipo m¨¦dico de Boston (EE UU) como antiabortivo en los embarazos con dificultades de asentamiento del ¨®vulo.Investigaciones realizadas en Estados Unidos han demostrado, seg¨²n el doctor Iglesias, que esa sustancia ten¨ªa efectos nocivos sobre el embri¨®n de la gestante. En caso de los embriones femeninos, la afecci¨®n puede concretarse en la aparici¨®n de un c¨¢ncer vaginal, de los denominados de c¨¦lulas claras, durante la adolescencia o poco despu¨¦s de ella. En el caso de los embriones masculinos, parece que el medicamento pudiera haber provocado una menor potencia sexual, aunque este extremo no est¨¢ confirmado con tanta claridad.
El medicamento en cuesti¨®n fue objeto de controversia muy pronto, pues algunos equipos m¨¦dicos dudaron de su eficacia real como antiabortivo. "En realidad no era ni antiabortivo ni reforzante. No hac¨ªa nada. Y eso lo demostr¨® ya en 1957 un equipo m¨¦dico norteamericano, que compar¨® los embarazos de 800 mujeres que hab¨ªan tomado el medicamento con otras tantas que no lo hab¨ªan tomado, y las incidencias durante la gestaci¨®n fueron similares en uno y otro grupo", explica el doctor Iglesias.
A pesar de estas conclusiones, el f¨¢rmaco continu¨® recet¨¢ndose, no s¨®lo en Estados Unidos, sino tambi¨¦n en Canad¨¢ y los pa¨ªses europeos. Su utilizaci¨®n se extendi¨® de tal modo que lleg¨® a recetarse como un simple reforzante del embarazo, incluso en los casos en que no hab¨ªa peligro de aborto. En Estados Unidos se calcula que lo tomaron entre 1940 y 1960 cerca de 1.500.000 embarazadas. No existen datos sobre el n¨²mero de mujeres que lo tomaron en Espa?a, pero se sabe que a finales de la d¨¦cada de los cincuenta y durante toda la d¨¦cada de los sesenta no s¨®lo lo recetaban incluso los ginec¨®logos, sino los m¨¦dicos de cabecera.
La alarma surgi¨® en Boston
En Espa?a fue comercializado por los laboratorios Casen, de Zaragoza, actualmente vinculados a los laboratorios Sisons. Este diario se puso ayer en contacto con el director t¨¦cnico de la firma, Daniel Tabuenca, para pedir su versi¨®n y recabar algunos datos concretos, como la cifra de ventas y la fecha en que dej¨® de incluirse el dietilestilbestrol en la Protectona. Daniel Tabuenca, sin embargo, no quiso atender la llamada e hizo llegar a EL PA?S, a trav¨¦s de su secretaria, la siguiente respuesta: "Pregunte usted en Sanidad, que all¨ª le informar¨¢n ampliamente".La alarma sobre los posibles efectos cancer¨ªgenos del dietilestilbestrol surgi¨® en 1966, cuando en la misma ciudad de Boston donde comenz¨® a recetarse aparecieron de repente siete j¨®venes adolescentes con un extra?o tipo de c¨¢ncer de vagina de c¨¦lulas claras. La investigaci¨®n m¨¦dica, encabezada por el doctor Ulfelder, se centr¨® en buscar alg¨²n elemento com¨²n a las siete muchachas y pronto se descubri¨® que las madres de todas ellas hab¨ªan tomado altas dosis de la hormona sint¨¦tica cuando estaban embarazadas. Posteriormente se realizaron estudios epidemiol¨®gicos y experimentos en animales que demostraron la relaci¨®n de causalidad entre el medicamento y ese c¨¢ncer.
La Administraci¨®n norteamericana prohibi¨® el uso del medicamento como antiabortivo en 1971, pero no lo retir¨® definitivamente del mercado hasta 1978. En esa fecha se hab¨ªan registrado ya 400 casos de c¨¢ncer de vagina en adolescentes provocados por el f¨¢rmaco.
En Espa?a, el Vademecum de 1976 todav¨ªa inclu¨ªa la Protectona con la indicaci¨®n de "protecci¨®n del embarazo y amenaza de aborto". Seg¨²n el doctor Iglesias, la Protectona se comercializ¨® en Espa?a durante mucho tiempo, pero al divulgarse los estudios y las medidas adoptadas por la Administraci¨®n norteamericana, se cambi¨® su composici¨®n, eliminando la hormona sint¨¦tica nociva y sustituy¨¦ndola por un gest¨¢geno derivado de la progesterona.
La incidencia del c¨¢ncer provocado por el medicamento es de uno por 1.000, es decir, una de cada 1.000 hijas de gestantes que lo hayan tomado. Parece extra?o que en Espa?a no hayan aparecido hasta ahora otros casos, seg¨²n el doctor Iglesias: "Puede deberse a diversas razones, entre ellas a que el comprimido que se recetaba en Estados Unidos conten¨ªa 25 miligramos de dietilestilbestrol, mientras que el de Espa?a s¨®lo conten¨ªa 10 miligramos".
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