Schuster quiere forzar una mejora importante del contrato que le ata al Bar?a hasta 1988

La desmotivaci¨®n que argument¨® el alem¨¢n occidental Bernd Schuster para anunciar al t¨¦cnico brit¨¢nico Terry Venables sus deseos de abandonar el Barcelona a final de temporada es ¨²nica y exclusivamente econ¨®mica, seg¨²n ha podido saber este peri¨®dico, pese a que el jugador, en su momento, asegur¨®: "La causa es el hecho de llevar cinco a?os en Barcelona y necesitar un cambio de aires porque la gente ya no me quiere". Schuster considera que el contrato de renovaci¨®n que firm¨® el 1 de septiembre de 1983 y que le ata al club hasta el 30 dejunio de 1988 es muy inferior al de otros jugadores espa?oles.El descontento del azulgrana se debe a la renovaci¨®n que el Real Madrid le ofreci¨® a Emilio Butrague?o, El Buitre, que gana cerca de 100 millones de pesetas anuales. El presidente azulgrana, Josep Llu¨ªs N¨²?ez, est¨¢ dispuesto a ofrecer esta misma semana al jugador la posibilidad de seguir en el Barcelona hasta 1992 mejorando ostensiblemente su contrato a partir de la temporada 1988-1989.

N¨²?ez tiene luz verde de la directiva para ofrecer a Schuster la posibilidad de que concluya su carrera deportiva en el Barcelona a la edad de 32 a?os. El nuevo contrato que N¨²?ez ofrecer¨ªa a Schuster, seg¨²n fuentes del club, colmar¨ªa las aspiraciones econ¨®micas del jugador. Sin embargo, el considerable aumento entrar¨ªa en vigor a partir de 1988, fecha en que finaliza el compromiso actual. En la nueva oferta de N¨²?ez no se prev¨¦ el pago de los impuestos del jugador a Hacienda por parte del club, hecho que tambi¨¦n intentar¨¢ conseguir Schuster en la entrevista que mantendr¨¢, casi con toda seguridad, esta misma semana con el presidente. N¨²?ez no quiere cometer viejos errores de anteriores directivas, que, como en el caso del holand¨¦s Johan Cruyff, pusieron en tela de juicio al club.

La directiva entiende que Schuster se haya podido sentir mal pagado al comparar su ficha con las de Butrague?o y Hugo S¨¢nchez. Lo que parece claro es que nadie en el club, ni directivos ni t¨¦cnicos ni jugadores, conceden credibilidad a la excusa presentada por Schuster de que la afici¨®n ya no le quiere.

En la proposici¨®n que el presidente azulgrana piensa hacerle a Schuster s¨ª se plantea la posibilidad de que el jugador pueda buscarse publicidad por su cuenta, con lo que podr¨ªa firmar ese contrato multimillonario que le ofrece la firma de prendas deportivas Adidas y que no puede aceptar en estos momentos debido a que el club posee los derechos de imagen de la plantilla.