Berri liga la suerte de los rehenes a que Espa?a se comprometa a liberar antes de dos meses a los shi¨ªes presos en Alcal¨¢
IGNACIO CEMBRERO, Espa?a y los secuestradores de los tres funcionarios al servicio de la Embajada espa?ola en L¨ªbano divergen sobre el plazo en el que el Gobierno de Madrid se debe comprometer a expulsar a los dos presos shi¨ªes encarcelados en Alcal¨¢-Meco una vez que se produzca la liberaci¨®n de los rehenes apresados el viernes en Beirut, seg¨²n se deduce de unas largas declaraciones de Nabih Berri, l¨ªder de la milicia shi¨ª. Amal, y de algunas informaciones comunicadas por otras fuentes locales. Berri dijo que Espa?a debe comprometerse a poner en libertad a los shi¨ªes antes de que transcurran dos meses de la liberaci¨®n de los funcionarios.
El d¨ªa en que los Gobiernos de Madrid y Tel Aviv establecieron plenas relaciones diplom¨¢ticas, los espa?oles Asad Abdo y Pedro Antonio S¨¢nchez, canciller y geo (miembro de los Grupos Especiales Operativos) adscrito a la protecci¨®n de la embajada, y Gaspar Abdo, hermano del primero y vicecanciller liban¨¦s, fueron apresados en la autov¨ªa que conduce al aeropuerto de Beirut para intentar obtener a cambio de su liberaci¨®n la excarcelaci¨®n de Mustaf¨¢ Jalil y Mohamed Rahal. Ambos cumplen una condena de 23 a?os en la prisi¨®n de Alcal¨¢-Meco por el intento de asesinato de un diplom¨¢tico libio.En una reuni¨®n celebrada ayer con la Prensa espa?ola, Berri, con cuya milicia simpatizan los familiares shi¨ªes de los reos de Alcal¨¢-Meco, dej¨® muy claro que bastar¨ªa "con que las autoridades espa?olas se comprometan con precisi¨®n sobre la fecha en que est¨¢n dispuestas a transferir a L¨ªbano a los prisioneros" para que ¨¦l pueda "convencer a los secuestradores de que suelten previamente a sus cautivos".
El plazo fijado por Madrid debe, en todo caso, ser breve -no exceder los dos meses- y, como se?al reveladora de su impaciencia, Berri record¨® que el "Rey de Espa?a tiene la facultad de amnistiar a los convictos", aunque se apresur¨® a matizar que, en realidad, no pretend¨ªa obtener su liberaci¨®n, sino simplemente "conseguir que cumplan su condena en un centro penitenciario liban¨¦s, donde podr¨ªan ser visitados por sus padres y hermanos".
"Un paso positivo"
El pasado domingo, Berri, que seg¨²n sus propios t¨¦rminos desempe?a un papel de "mediador" en este asunto, recibi¨® una carta del embajador de Espa?a en Beirut, Pedro Manuel de Ar¨ªstegui y Petit, que supone "un paso positivo hacia la soluci¨®n", mientras para el jefe de la misi¨®n espa?ola la misiva "muestra una cierta comprensi¨®n y expresa el deseo de llegar a un arreglo".
Ninguno de los dos quiso precisar qu¨¦ propuestas conten¨ªa el mensaje, aunque fuentes allegadas a Berri dieron a entender que suger¨ªa aplicar una f¨®rmula m¨¢s r¨¢pida que el acuerdo consular sobre cumplimiento de condena en el pa¨ªs de origen, que tardar¨ªa meses en ser llevado a la pr¨¢ctica, pero que no fuese la amnist¨ªa que las autoridades espa?olas consideran vergonzosa, porque podr¨ªa ser interpretada como una extorsi¨®n.
Al margen de este problema de fecha, todo parece solucionado, porque los clanes Rahal y Jalil no exigen la simultaneidad de la liberaci¨®n y excarcelaci¨®n, y Madrid ha reiterado su aceptaci¨®n del principio del traslado a una prisi¨®n de L¨ªbano. A pesar de estos indicios favorables, Berri no se mostr¨® optimista. "No puedo prever dentro de cu¨¢nto tiempo estar¨¢ acabado este asunto", afirm¨® el l¨ªder de Amal, que es tambi¨¦n ministro de Justicia, "porque no decido yo". Y ni siquiera descart¨® que hubiese un "caso espa?ol", como desde hace meses existen en L¨ªbano "casos de aprisionados franceses o norteamericanos".
Berri concluy¨® recalcando que lo sucedido "no guarda relaci¨®n alguna con el establecimiento de relaciones entre Espa?a e Israel, porque se trata, m¨¢s bien, de un asunto de familia, que no conviene politizar", y si coincidi¨® en el tiempo con la iniciativa diplom¨¢tica de Madrid, fue "una mera casualidad", aunque no dud¨® en "deplorar" la decisi¨®n espa?ola. "Los espa?oles aqu¨ª residentes" asegur¨®, "no tienen, sin embargo, nada que temer por su seguridad".
Mediador y parte
I. C., Nabih Berri, l¨ªder de la milicia shi¨ª Amal y ministro de Justicia de L¨ªbano, parece actuar en las conversaciones tendentes a conseguir la liberaci¨®n de los tres funcionarios al servicio de la Embajada de Espa?a en L¨ªbano de la misma manera que se comport¨® el pasado mes de junio en las negociaciones sobre la puesta en libertad de los pasajeros norteamericanos del avi¨®n de la TWA secuestrado en Beirut: como mediador y parte implicada.
Adem¨¢s de la excarcelaci¨®n de los resistentes libaneses presos en la c¨¢rcel israel¨ª de Atlit, los piratas a¨¦reos pidieron entonces que fuesen soltados sus dos correligionarios autores del atentado contra un diplom¨¢tico libio en Madrid, pero Berri afirm¨® entonces que "esta segunda exigencia era contraria al derecho internacional", y logr¨®, aparentemente, convencer a los secuestradores de que renunciasen a esta reivindicaci¨®n.
Seis meses despu¨¦s, este abogado, de 46 a?os de edad, sigue condenando el secuestro en el que asegura no estar implicado, aunque reconoce mantenerse en contacto con los familiares, tambi¨¦n shi¨ªes, autores de la triple captura y se declara garante de la vida de los retenidos precisando que, a petici¨®n suya, est¨¢n "bien tratados" y gozan de buena salud. Sus relaciones con la familia le incitan, adem¨¢s, a compartir alguna de sus tesis. El l¨ªder de Amal explica, por ejemplo, que Mustaf¨¢ Jalil y Mohamed Rahal, actualmente encarcelados en Alcal¨¢-Meco, "no son criminales ni terroristas, porque en ning¨²n momento intentaron asesinar al funcionario libio al que s¨®lo hirieron ligeramente en un brazo".
Ap¨¦ndice de Amal
El grupo al que pertenec¨ªan, las Brigadas de Musa Sadr, es, sin embargo, un ap¨¦ndice de Amal dedicado a asestar golpes a objetivos libios sin haber llegado nunca a dar muerte a ning¨²n ciudadano de ese pa¨ªs del norte de ?frica al que los shi¨ªes libaneses consideran responsables de la desaparici¨®n, en agosto de 1978, de su gu¨ªa espiritual, el im¨¢n Musa Sadr.
Enviados a Madrid por sus brigadas, ambos j¨®venes fueron detenidos y condenados en Espa?a, por lo que la familia considera que su rescate incumbe a la organizaci¨®n armada en cuyas filas militaban y que ya les brind¨® alg¨²n tipo de ayuda log¨ªstica cuando Mahmud Rahal, hermano de uno de los reos, secuestr¨®, en octubre de 1984, al embajador de Espa?a en L¨ªbano. La direcci¨®n de Amal desaprob¨® la acci¨®n y consigui¨® liberar al embajador cuatro horas despu¨¦s del apresamiento.
Las falsas expectativas dadas a los familiares por las autoridades de Madrid en junio del a?o pasado han persuadido a un sector m¨¢s amplio de Amal de la necesidad de recurrir nuevamente a la intimidaci¨®n para obtener satisfacci¨®n y, a diferencia de lo ocurrido cuando el jefe de misi¨®n espa?ol fue capturado, la direcci¨®n del movimiento armado shi¨ª no ha podido ordenar ahora la puesta en libertad de los aprisionados.
Aunque resulta dif¨ªcil evaluar qui¨¦nes dentro de Amal son partidarios o se oponen al triple secuestro, fuentes generalmente bien informadas describen a la rama militar de la organizaci¨®n como contraria, mientras la rama de seguridad, a la que est¨¢n parcialmente vinculadas las brigadas, le ser¨ªa m¨¢s bien favorable, hasta el punto de haber echado una mano a estos turbulentos familiares.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.