Juan Pablo II consagra a los dos primeros beatos de la India en una ceremonia de rito sirio-malabar

La Iglesia cat¨®lica despleg¨® ayer todo su poder como instituci¨®n en Kottayam, Estado indio de Kerala, al declarar p¨²blica, solemne e infaliblemente que dos hijos de esta tierra han accedido por primera vez a la gloria de Dios. El Papa lo hizo durante la solemne y sugestiva ceremonia de beatificaci¨®n, que Juan Pablo II celebr¨®, ante una incre¨ªble multitud, en el rito sirio-malabar y en lengua malayalam.

El papa Wojtyla se hab¨ªa preparado minuciosamente para la celebraci¨®n de la misa en dicho rito, que no conoc¨ªa. Y aunque su duraci¨®n fue acortada, la ceremonia se prolong¨® durante cuatro horas largas.El Papa apareci¨® ayer en, p¨²blico como el gran sant¨®n de la Iglesia de Roma, con poder para decidir si una persona est¨¢ o no con Dios en los cielos.

Y hay que reconocer que Roma ha sabido elegir muy bien a los dos primeros beatos de la India. Son dos s¨ªmbolos muy claros: el primero, de la intransigencia doctrinal y de la fidelidad sin titubeos a la Santa Sede, y el segundo, de la santidad tradicional de la Iglesia cat¨®lica a trav¨¦s del puro sufrimiento y de la renuncia heroica al matrimonio para abrazar los senderos de la virginidad.

Se trata de un sacerdote y fundador de una orden religiosa, y de una monja que como rezan sus biograf¨ªas, salidas estos d¨ªas, no hizo nada de sensacional, fuera de sufrir con resignaci¨®n su tuberculosis y un c¨¢ncer con met¨¢stasis en todo el cuerpo. Se trata de sor Alfonsa de la Inmaculada, de padres cat¨®licos de rito sirio-malabar, que para que no la entregaran en matrimonio a un hombre se desfigur¨® gravemente la cara a los 16 a?os para poder de este modo consagrar su virginidad e ingresar en las clarisas terciarias.

Como ha escrito el diario vaticano L'Osservatore Romano, la vida de la nueva beata india revela que "el dolor no es un mal y que las pruebas y las dificultades de la vida aceptadas y sufridas con alegr¨ªa por amor de Dios son motivo de m¨¦rito y de santidad".

En cuanto al padre Ciriaco Elia Chavara, que muri¨® a los 66 a?os, tras haber fundado la Congregaci¨®n Masculina del Tercer Orden, de los carmelitas descalzos, el simbolismo es menos evidente. El padre defensor de la unidad de la Iglesia de Roma, a pesar de ser un cristiano de rito oriental sirio-malabar; luch¨® con fuerza contra el obispo Thomas Rochos, que hab¨ªa llegado a la India desde Bagdad y pretend¨ªa tener jurisdicci¨®n sobre los cat¨®licos de la India.

Hoy, la figura del beato indio es emblem¨¢tica, porque el Papa se ha encontrado aqu¨ª, sobre todo en el Estado de Kerala, con una profunda divisi¨®n entre los cat¨®licos de los ritos oriental y latino, hasta el punto que algunos religiosos de la misma congregaci¨®n viven separados seg¨²n su rito.

Roma privilegia el rito de los latinos porque hab¨ªa sido siempre m¨¢s fiel a Roma. Despu¨¦s del Concilio, sin embargo, los cat¨®licos de rito oriental, que son, adem¨¢s, autonomistas, se sienten m¨¢s fuertes y hasta han conseguido que existan dos conferencias episcopales, con obispos para cada rito.

El problema de fondo es tambi¨¦n pol¨ªtico; los primeros cristianos, que eran todos de rito oriental, pues los hab¨ªa convertido a la fe santo Tom¨¢s, pertenecen a las clases m¨¢s bien altas, y los de rito latino, que surgieron con los primeros misioneros occidentales, sobre todo san Francisco Javier, pertenecen a las clases bajas y son los m¨¢s numerosos.