La violaci¨®n de la fe p¨²blica

Lo que se ventila en el juicio que acaba de celebrarse contra Ignacio Coca y otras seis personas son delitos de falsedad en documento p¨²blico, materializados en 21 escrituras notariales y en una serie de p¨®lizas de transmisi¨®n de acciones. Al Estado corresponde garantizar que la fe p¨²blica no resulte violada, pero el mismo Estado, que, a trav¨¦s del fiscal, reclama una respuesta penal a la violaci¨®n de la fe p¨²blica, coloca este bien jur¨ªdico en las manos privadas de profesionales de elite que obtienen ping¨¹es ganancias como fedatarios de los negocios jur¨ªdicos, pero a los que pocas veces se les exigen responsabilidades por las falsedades que se perpetran en su presencia o, a veces, con su colaboraci¨®n.Seg¨²n los alegatos de los abogados, los fedatarios conocieron plenamente lo que se hac¨ªa, por lo que no hubo delito alguno. Por el contrario, desde la perspectiva de la ley, si se declarara probado que se produjeron falsedades con el conocimiento de los notarios o agentes de cambio y bolsa que intervinieron en los documentos, lo l¨®gico ser¨ªa extender la responsabilidad de los supuestos violadores de la fe p¨²blica a sus presuntos colaboradores instrumentales.