Respuesta armada y democracia

El fen¨®meno del terrorismo no es nuevo, pero s¨ª pueden percibirse determinados matices que pueden reflejar algunos cambios de postura respecto al mismo, como, por ejemplo, la respuesta del Estado ante este tipo de acciones, respuesta que ha llegado a ser, pr¨¢cticamente en todas partes, masivamente sangrienta, m¨¢s mort¨ªfera incluso que el propio terrorismo. As¨ª, la lucha antiterrorista tender¨ªa simplemente a convertirse en otra faceta del terrorismo. ( ... )Este tipo de reacci¨®n no es nuevo en s¨ª mismo. La poblaci¨®n civil libanesa ha sido con frecuencia objeto de represalias a ciegas por parte de la aviaci¨®n israel¨ª, acciones que incluso han llegado a ser condenadas por unanimidad en el Consejo de Seguridad de la ONU. Pero lo que s¨ª resulta nuevo en este tipo de respuesta estatal es la generalizaci¨®n del uso de la fuerza con todas sus consecuencias. ?Podr¨ªa asegurarse, en consecuencia, que el terrorismo est¨¢ desarmado? La verdad es que, a pesar de estas acciones de respuesta, el terrorismo aparece a¨²n m¨¢s expeditivo, m¨¢s despiadado. ( ... )

De entrada, el primer problema que se plantea es que este tipo de respuestas no ha suscitado pr¨¢cticamente ninguna reacci¨®n en las sociedades democr¨¢ticas. ?Significar¨ªa esto que tales acciones son aceptadas, que no hay nada que objetar desde puntos de vista democr¨¢ticos o desde la perspectiva de un Estado de derecho? ( ... )

Que hay que dar una respuesta al terrorismo est¨¢ fuera de cuesti¨®n y no suscita objeciones. El terrorismo aparece como un desaf¨ªo a la democracia y al Estado de derecho. Desaf¨ªo a la democracia en la medida en la que ¨¦sta, al reconocer el pluralismo, reconoce los conflictos como naturales y leg¨ªtimos. ( ... ) Pero, en contrapartida, la democracia preconiza una serie .de procedimientos para la resoluci¨®n de estos conflictos que excluye el recurso a la violencia. ( ... )

En cuanto al Estado de derecho ... ), el terrorismo lo niega en su totalidad. ?C¨®mo puede oponerse el derecho a quienes no reconocen m¨¢s que la violencia y, muchas veces, tan s¨®lo la violencia ciega?

Pero el desaf¨ªo llega a convertirse en dilema. Amenazados por el terrorismo, la democracia y el Estado de derecho corren el riesgo de negarse y destruirse ellos mismos, si se deciden a recurrir a los m¨¦todos del propio terrorismo. ( ... )

Perseguir o extradir: estos dos t¨¦rminos resumen la pol¨ªtica penal internacional. (...)

febrero de 1986