Los penaltis dieron el triunfo al Athl¨¦tic

?Como para vender a Zubizarreta! Hab¨ªan fallado Dani y Patxi Salinas por el Athl¨¦tic y s¨®lo Perico Alonso por el Sabadell. Villa, el habilidoso extremo lanero, sabiendo que la victoria depend¨ªa de su punter¨ªa, cogi¨® carrerilla, amago y lanz¨® con la zurda, raso, colocado. Con la punta de los dedos logr¨® desviar Zubizarreta. Marc¨® Goikoetxea para los locales. El central Costa tuvo el empate en su bota. Dispar¨® con la derecha, cruzando, ,con potencia, por abajo. Volvi¨® a estirarse Zubizarreta y lleg¨® a la carbonera antes de que se colase el gato. ?Como para venderle al Barcelona?El Athl¨¦tic se clasific¨® para la semifinal porque s¨ª, porque es el Athl¨¦tic y porque hace a?os, cuando en Lezama se buscaba un sustituto para Ir¨ªbar, el propio Chopo levant¨® la cabeza y, se?alando con la barbilla en direcci¨®n a un chaval de 18 a?os reci¨¦n fichado del Alav¨¦s, dijo: "?se".

Los locales, dirigidos por un inspirad¨ªsimo Sarabia, que reparti¨® juego con maestr¨ªa a diestro y siniestro, tuvo un excelente comienzo. A los 17 minutos, en jugada con Julio Salinas, malogr¨® una gran ocasi¨®n. Surgieron los primeros silbidos. A los 21, en otra jugada de Sarabia, marc¨® Goikoetxea, pero el ¨¢rbitro anul¨® el tanto por presunto fuera de juego previo. Todav¨ªa a los 25, Sarabia desperdici¨® en el intento de regate final al portero otra buena jugada personal. Arreciaron los silbidos. Ah¨ª se acab¨® Sarabia y, con ¨¦l, el Athl¨¦tic.

El partido, no, porque, tras el gol marcado por Urtubi nada m¨¢s comenzar la segunda mitad, el Sabadell, que ya hab¨ªa demostrado, ser un equipo correoso, ordenado atr¨¢s, r¨¢pido en las contras, sac¨® a relucir otras cualidades antes s¨®lo entrevistas. El veterano Perico Alonso, bien secundado por sus compa?eros de l¨ªnea, Sala y Lino, comenz¨® a lanzar balones al hueco, en direcci¨®n a Nacho, Merayo y, sobre todo, Villa, provocando el terror en la defensa rojiblanca.

Empat¨® Alonso y el Athl¨¦tic, de puro no creerselo, se desconcert¨® ya totalmente. Remisos en el remate, los laneros no sacaron fruto de su mejor juego, sin embargo. As¨ª se lleg¨® a la pr¨®rroga. El Athl¨¦tic sac¨® fuerzas, pero no acierto, de flaqueza, empujado por un p¨²blico enardecido. De nada sirvi¨®. S¨®lo quedaba el recurso a Zubizarreta. El guardameta de la selecci¨®n de Mu?oz aguard¨® hasta el ¨²ltimo instante, como en las pel¨ªculas de suspense, para demostrar que el Athl¨¦tic cometer¨ªa un error imperdonable si se dejase cegar por los millones del Barcelona.