El espa?ol como lengua extranjera
Con relaci¨®n al art¨ªculo publicado en su peri¨®dico el pasado martes d¨ªa 25 de febrero de 1986 sobre la ense?anza del castellano como idioma extranjero, he de manifestarle que me ha parecido de lo m¨¢s oportuno.Los profesores de espa?ol tenemos que enfrentarnos a un total desinter¨¦s por parte de la Administraci¨®n en la regulaci¨®n de t¨ªtulos o programas de conocimiento de lengua. El material, casi inexistente, resulta anticuado, de p¨¦sima calidad, a menudo realizado fuera del pa¨ªs y que refleja una imagen estereotipada y folcl¨®rica de nuestra cultura.
La demanda cada vez mayar del estudio del espa?ol como lengua extranjera desborda las posibilidades que en este momento se pueden ofrecer, tanto a nivel estatal como privado.
Al enterarme de la existencia de una comisi¨®n interministerial creada para apoyar la expansi¨®n del castellano, me pregunto si el dise?o de los cursos seguir¨¢ el sistema utilizado en la ense?anza del ingl¨¦s o franc¨¦s o se orientar¨¢ hacia una metodolog¨ªa propia y espec¨ªfica para Espa?ol como idioma extranjero, adecuada a los m¨¦todos modernos de ense?anza de idiomas.
La realidad es que la metodolog¨ªa en la ense?anza del espa?ol es escasa, demasiado acad¨¦mica y, lo m¨¢s importante, no cubre las necesidades comunicativas del alumno extranjero.
La inexistencia de centros de formaci¨®n de profesores, unido a la desorganizaci¨®n entre los centros que imparten este tipo de clases, hace que los que nos dediquemos a esta profesi¨®n hagamos un trabajo m¨¢s vocacional e intuitivo que verdaderamente profesional.- Profesora de espa?ol.
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