Reagan env¨ªa a Centroam¨¦rica a Philip Habib en plena campa?a para conseguir ayuda a la 'contra'
El presidente de Estadios Unidos, Ronald Reagan, dio ayer un giro t¨¢ctico a su campana para conseguir 100 millones de d¨®lares (unos 14.000 millones de pesetas) para la contra, al anunciar que env¨ªa a Centroam¨¦rica a Philip Habib para buscar una soluci¨®n diplom¨¢tica a la crisis de Nicaragua. El presidente, que lleva una semana insistiendo en la v¨ªa militar, asegur¨® que "puede haber una soluci¨®n negociada cuando los comunistas nicarag¨¹enses negocien con su oposici¨®n armada y no armada". Habib fue el hombre clave en la crisis de Filipinas y consigui¨® convencer a Reagan de que Marcos ten¨ªa que abandonar el poder.
En un movimiento sorpresivo destinado a disipar los problemas causados por su aproximaci¨®n excesivamente militar al terna de Nicaragua, el presidente afirm¨® (que "Nicaragua tambi¨¦n tiene, como Filipinas, el derecho a la autodeterminaci¨®n a trav¨¦s de la diplomacia". Pero esto no significa un cambio de pol¨ªtica fundamental (de Estados Unidos. Se trata de reforzar la estrategia de la doble v¨ªa, la presi¨®n militar y los esfuerzos diplom¨¢ticos, para que no se pueda decir que la Administraci¨®n no persigue tambi¨¦n un acuerdo negociado y que busca ¨²nicamente el derrocamiento de los sandinistas.Ronald Reagan reforz¨® esta idea al advertir ayer que la iniciativa no debe provocar mallentendidos y que las ofertas del embajador Habib en su misi¨®n "deber¨¢n acompa?arse de un aumento de la presi¨®n sobre los comunistas nicarag¨¹enses".
El presidente insisti¨®, en una declaraci¨®n hecha p¨²blica en la Casa Blanca, en que los 100 millones de d¨®lares deben ser aprobados por el Congreso "porque constituyen los instrumentos para que Habib pueda reallizar su misi¨®n". El enviado especial de Reagan regres¨® ayer de Manila, donde ha discutido con Coraz¨®n Aquino el futuro de las relaciones de Estados Unidos con Filipinas. Habib, un diplom¨¢tico de carrera, iniciar¨¢ su misi¨®n diplom¨¢tica en El Salvador y, de momento, ha dicho que no tiene planes para reunirse con los sandinistas. Habib sustituir¨¢ como enviado especial en Centroam¨¦rica a Harry Shlaudeman, responsable hasta ahora de esta misi¨®n.
Una semana de excesos ret¨®ricos, propaganda y advertencias de que el comunismo se har¨¢ con toda Centroam¨¦rica y habr¨¢ que enviar tropas norteamericanas a Nicaragua, no ha sido a¨²n suficiente para que Ronald Reagan convenza al Congreso de que debe aprobar 100 millones de d¨®lares -de los cuales 70 rnillones son para armas- en ayuda a la contra nicarag¨¹ense. El primer asalto de esta batalla se ha cerrado de momento con cuatro votaciones parciales de comit¨¦s, contrarias al presidente y tina a su favor, y comienzan a surgir las voces, incluso entre los propios republicanos, que sugieren un compromiso. Sin embargo, la pelota est¨¢ a¨²n en el tejado y la Casa Blanca afirma que "la ¨®pera no termina hasta que cante la se?ora gorda".
Antes de la votaci¨®n decisiva del 19 de marzo, Reagan se dirigir¨¢ al pa¨ªs por televisi¨®n en un ¨²ltimo intento de convencerle de que es "ahora o nunca", y que la ayuda es indispensable para evitar que los "chicos" (los soldados norteamericanos) tengan que intervenir directamente.
Un debate emocional
Hace tiempo que no se viv¨ªa en Washington un debate pol¨ªtico tan emocional. El presidente ha dramatizado al m¨¢ximo las opciones, poniendo a la opini¨®n p¨²blica y al Congreso contra la pared, acusando a los que no est¨¢n con ¨¦l de apoyar al comunismo y de que no son patriotas. Miembros de ambos partidos han anunciado el intento de la Casa Blanca de efectuar una caza de brujas rojas. "El presidente est¨¢ utilizando el equivalente moral del macartismo", ha denunciado Michael Barnes, presidente del comit¨¦ de asuntos hemisf¨¦ricos de la C¨¢mara de Representantes. La senadora Mancy Kassebaum, del Partido Republicano, consid¨¦r¨® ayer "altamente ofensivo el simplista razonamiento de que es una elecci¨®n entre los buenos luchadores de la libertad y los malos marxistas".James Reston, en The New York Times, ha escrito que hay que aplicar el detector de mentiras a la firma de relaciones p¨²blicas Reagan, Shultz y Weinberger. Si de verdad est¨¢ amenazada la seguridad de Estados Unidos y "una oleada roja puede llegar hasta nuestras fronteras", como dice Reagan, 100 millones de d¨®lares son insuficientes, la cosa es mucho m¨¢s seria y deber¨ªa hacerse un esfuerzo mayor para desestabilizar a los sandinistas, afirman los cr¨ªticos del presidente.
El presidente Reagan ha elegido la t¨¢ctica de apostar muy fuerte porque cree efectivamente que una segunda Cuba est¨¢ a punto de consolidarse en el continente y que e-ste a?o es el decisivo para evitarlo. El director de comunicaciones de la Casa Blanca, Pat Buchanan, un periodista ultraconservador que es el padre ideol¨®gico de la campa?a, afirma que, para Estados Unidos, Nicaragua es un problema m¨¢s importante que el d¨®lar o los d¨¦ficit, y que el destino de Centroam¨¦rica y el equilibrio de fuerzas en el mundo se juega en esta batalla.
Por el contrario, los asesores encargados de los sondeos de opini¨®n han aconsejado a Ronald Reagan que utilice una estrategia m¨¢s moderna y le han advertido que la ayuda a la contra no es popular en el pa¨ªs.
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