La obscenidad del juglar

Para Dar¨ªo Fo lo obsceno es positivo: una respuesta popular a la agresi¨®n de las clases cultas poderosas, que crean el sentido del pecado, de lo que no se debe hacer o decir, para producir un sentimiento de culpabilidad. Un pueblo que se siente culpable es un pueblo que se gobierna con facilidad. Lo obsceno es una defensa: el relato deslenguado aparece en las culturas directas como formas de liberaci¨®n.Formas que ¨¦l distingue de la pornograf¨ªa, que le parece brutal y, sobre todo, sin imaginaci¨®n. Su mon¨®logo El fabulador obsceno est¨¢ compuesto por historias en las que tanto abunda el cuento popular, sobre todo en la Edad Media; relatos orales, para juglares, para la plaza del pueblo. La obscenidad salvadora reposa, en parte en la historia que se cuenta, y sobre todo en la palabra misma, usada fuera de todas las restricciones. Fo la toma de su antig¨¹edad y de una regi¨®n mediterr¨¢nea donde se unen el norte de Italia y el sur de Francia: unas formas dialectales que nos son familiares, pero que no ser¨ªan enteramente comprensibles si no se proyectase una traducci¨®n somera; aunque ayuda, sobre todo, la formidable capacidad m¨ªmica de Fo. Lo escatol¨®gico, lo sexual, lo p¨ªcaro, la peque?a moraleja donde el humilde triunfa, forman parte de estas obscenidades alegres y divertidas.

Dice Fo que El fabulador obsceno no es un espect¨¢culo propiamente dicho, sino la forma de configuraci¨®n de ese espect¨¢culo que se va construyendo ante el p¨²blico. Esta manera no cuaj¨® enteramente en su presentaci¨®n. Si las personas que ve¨ªan por primera vez a Dar¨ªo Fo quedaron deslumbradas y admiradas, quienes le han visto en otras ocasiones echaban de menos el mordiente de sus antiguas historias. El juglar parec¨ªa cansado. Claro que el cansancio de Dar¨ªo Fo es una medida relativa y deja fuerza suficiente a su capacidad creativa. Fue premiado por aplausos de un p¨²blico arrebatado por la hilaridad de las historietas y por una condici¨®n histri¨®nica de primer orden.