Franc¨¦s arrinconado

Con referencia al art¨ªculo El franc¨¦s, un idioma arrinconado, publicado por su peri¨®dico en la secci¨®n de Educaci¨®n del 21 de enero de 1986, la Asociaci¨®n de Profesores de Franc¨¦s de Madrid estima oportuno decir que suscribe por entero el texto all¨ª expuesto y aprovecha para a?adir algunas puntualizaciones a lo ya dicho.En primer lugar, el se?or ministro de Educaci¨®n seguramente desconoce la grave situaci¨®n actual de descontento y preocupaci¨®n por la que atraviesa el colectivo de profesores de franc¨¦s.

A la ley de la oferta y la demanda -m¨¢s ingl¨¦s, menos franc¨¦s-, resultado muchas veces de la arbitraria fluctuaci¨®n de la moda, no se puede responder con la fr¨ªvola respuesta de la reconversi¨®n. "H¨¢ganse profesores de ingl¨¦s".

Para eso, y en un alarde de buena voluntad, el ministerio concede 12 becas -?12!- a los profesores de franc¨¦s "para mejorar el rendimiento y calidad del sistema educativo" (BOE del 6 de junio de 1985) y, as¨ª, se conviertan en profesores de ingl¨¦s.

Sin querer poner en duda la buena voluntad del ministerio, esta orden nos parece cuando menos que atenta contra toda l¨®gica y adolece de una absoluta falta de seriedad.

?C¨®mo se puede pedir a todo un colectivo de profesores de franc¨¦s, que para llegar a serlo han invertido toda una vida en el empe?o, que de la noche a la ma?ana se hagan profesores de ingl¨¦s? ?C¨®mo echar por la borda tantos a?os de costosa preparaci¨®n, de esfuerzo y dedicaci¨®n, rompiendo con toda una vocaci¨®n en suma?

Cuando esta medida se haga general y los profesores de franc¨¦s sean obligados a dar ingl¨¦s -como de hecho ya ocurre- o cualquier otra af¨ªn (aqu¨ª tendr¨ªamos que acudir al diccionario y ver qu¨¦ se entiende por af¨ªn y si el ministerio aplica correctamente el concepto), habremos vuelto a los peores tiempos de la ense?anza.

Esta medida regresiva contribuir¨¢ a deteriorar gravemente la calidad de la ense?anza y a que nuestros niveles de bachillerato figuren entre la media de los pa¨ªses tercermundistas.

Pero, adem¨¢s, hay una realidad evidente: cuando en toda la Europa comunitaria el estudio de dos -y hasta de tres- idiomas modernos en el bachillerato constituye un hecho consolidado desde hace d¨¦cadas, en nuestro pa¨ªs nos encontramos con una realidad muy distinta: un bachillerato devaluado respecto al europeo en cuanto al estudio de los idiomas se refiere, no homologable por tanto y dif¨ªcilmente convertible en moneda europea.

En segundo lugar, los organismos competentes ignoran otra realidad mucho m¨¢s evidente: la respuesta masiva de padres y alumnos a favor del estudio de un segundo idioma en BUP y FP al ser consultados sobre este punto, alumnos que, por otra parte, se han visto rechazados, en la mayor¨ªa de los casos, en su leg¨ªtima solicitud de un segundo idioma (Bolet¨ªn Oficial del Estado de: 2 de octubre de 1984), al no contar con el benepl¨¢cito de las instancias superiores.

?Es tan dif¨ªcil ponernos a nivel de Europa incluyendo el segundo idioma obligatorio en el bachillerato y as¨ª satisfacer a padres y alumnos en el deseo de que las nuevas generaciones est¨¦n m¨¢s preparadas y abiertas a Europa y al mundo?

Los profesores de franc¨¦s estimamos que esta medida -sin ser excesivamente gravosa- se hace ineludiblemente necesaria.-