Luis Ram¨ªrez Ben¨¦ytez
Cura inconformista y tardio, ha ganado el Premio Andaluc¨ªa de novela
A sus 58 a?os, Luis Ram¨ªrez ha conseguido ya plantar un ¨¢rbol y escribir un libro. Su novela El ciego y oscuro salto de Francisco Vicar¨ªa se ha adjudicado el primer Premio Andaluc¨ªa de narrativa, dotado con un mill¨®n de pesetas, que piensa "entregar a la di¨®cesis de M¨¢laga, a la que debo todo cuanto tengo". La suya es una historia de contemplaci¨®n de la realidad espa?ola y de contestaci¨®n permanente. Encaja en el prototipo de cura obrero, pero tambi¨¦n es perito agr¨ªcola y licenciado en Econ¨®micas, y tiene un exquisito gusto por la fotograf¨ªa y la m¨²sica. En su librer¨ªa conviven textos marxistas con otros de teolog¨ªa.
La suya es una vocaci¨®n tard¨ªa. A los 25 a?os decidi¨® concretar en un seminario la llamada que recibi¨® en 1939, cuando s¨®lo ten¨ªa 13 a?os, en las postrimer¨ªas de la guerra espa?ola. Espa?a y la guerra son dos de sus obsesiones: "Los que hemos vivido la guerra parece que hubi¨¦semos parido a Espa?a. Sentimos un amor disparatado por ella". Junto a su pasi¨®n por la historia, su inconformismo le ha llevado a recorrer muy diversos itinerarios antes de recalar en Torrealquer¨ªa, una aldea malague?a donde vive rodeado de gatos.Naci¨® en Mora (Toledo) y vivi¨® la guerra en Madrid, "en zona roja, donde conoc¨ª a L¨ªster y al Campesino". Pronto ingres¨® en los kostkas, hizo el bachillerato con los jesuitas en Areneros, y se hizo perito agr¨ªcola para comenzar a trabajar en una empresa de maquinaria agr¨ªcola.
A los 18 a?os se produjo el segundo salto en su vida, el abandono del dogmatismo: "Al cristianismo tradicional de posguerra le faltaba el pueblo; yo descubr¨ª en los suburbios madrile?os que los obreros eran mis amigos". Entonces revis¨® su educaci¨®n: "Moralmente aborrezco a los curas que me ense?aron, pero reconozco que aprend¨ª. Cuando descubr¨ª los barrios comprend¨ª que ya estaba bien de congregaci¨®n mariana, porque, adem¨¢s, ?qu¨¦ tiene que ver Cristo con los jesuitas?".
Su breve etapa como alf¨¦rez en el Ej¨¦rcito le empuj¨® al sacerdocio. En ?vila estudi¨® filosof¨ªa y conect¨® con los integrantes de las conversaciones de intelectuales de Gredos, conoci¨® el torruismo y los campos de Castilla, "donde descubr¨ª la miseria, la realidad de la guerra". En 1956 se traslad¨® al seminario de M¨¢laga, y cuatro a?os despu¨¦s se orden¨® sacerdote. Aqu¨ª comienza una etapa de continuos enfrentamientos con las autoridades provinciales en cada uno de sus destinos: "En Montecorto choqu¨¦ con el gobernador; en Fuengirola, con Gir¨®n. Tor fin me enviaron a la Vega, a Santa Amalia, creo que castigado". Entonces escribi¨® estudios sobre la Biblia, ocupaci¨®n que compa:tibiliz¨® con labores del campo y de mec¨¢nico de coches.
El obispo de M¨¢laga, ?ngel Suqu¨ªa, le mand¨® a Alhaur¨ªn el Grande, "el pueblo que m¨¢s quiero". Muy cerca de la localidad que alberga a Gerald Brenan est¨¢ Torrealquer¨ªa, una aldea nueva del Plan del Guadalhorce en la que 50 familias de colonos "viven de milagro, porque no tienen agua de riego". Para impartir clases en el instituto de Formaci¨®n Profesional se licenci¨® en Econom¨ªa y Empresa a sus 50 a?os. En los ¨²ltimos cuatro concret¨® la novela que le ha valido el premio. "Es una novela hist¨®rica, de esta Espa?a violenta nuestra, situada en la d¨¦cada ominosa, tan actual como la Espa?a de siempre". El ciego y oscuro salto de Francisco Vicar¨ªa narra el tr¨¢nsito a la locura de un cl¨¦rigo que asist¨ªa a los condenados a muerte.
Niega que su novela sea autobiogr¨¢fica, aunque "todo est¨¢ extra¨ªdo de la vida". Cuando se le pregunta si tiene dudas, responde: "No, s¨®lo sobre el refer¨¦ndum o sobre el IVA".
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