Un solo mundo
Es apasionante la lectura del suplemento internacional Un solo mundo, publicado junto con el n¨²mero de EL PA?S del 5 de marzo ¨²ltimo. As¨ª lo determina la calidad de sus art¨ªculos, cuyos autores figuran entre los mejores especialistas mundiales en el tema de la supervivencia de los pueblos m¨¢s menesterosos del planeta.Sin embargo, en este florilegio de colaboradores observo el mismo defecto que en todo lo que se publica sobre el tema: ninguno de los autores destaca m¨¢s que por la din¨¢mica egoc¨¦ntrica de las pol¨ªticas econ¨®micas, la especie humana se dirige aceleradamente hacia el exterminio de las bocas sobrantes y brazos in¨²tiles, para no hablar de los cerebros superfluos. El mundo se organiza a imagen y semejanza de la empresa, con el beneficio financiero como supremo objetivo. A quienes manipulan el sistema de producci¨®n y distribuci¨®n no les interesa ya que existan muchos clientes de bajo poder adquisitivo cuyo n¨²mero no s¨®lo se perpet¨²a, sino que aumenta a todo trapo gracias a la inform¨¢tica, la rob¨®tica y todos los avances tecnol¨®gicos con el objeto declarado de ahorrar mano de obra. Lo interesante es contar con menos clientes, pero econ¨®micamente fuertes. Entre ellos no se cuentan, desde luego, los desempleados, ni los jubilados, ni las muchedumbres indigentes del Tercer Mundo (que, dicho sea de paso, no s¨®lo abarca a las antiguas colonias, sino que penetra profundamente en las sociedades europeas, norteamericanas y afines). Como adem¨¢s sucede que la enorme poblaci¨®n pobre del planeta se dedica, en la medida en que tiene trabajo, principalmente a la producci¨®n de materias primas, salta a la vista que con el deterioro de los t¨¦rminos del intercambio los grupos socioecon¨®micos privilegiados la est¨¢n condenando a una r¨¢pida extinci¨®n. ?sta es la horrenda realidad que se trata de disimular hip¨®critamente con lemas de ayuda, cooperaci¨®n t¨¦cnica, programaci¨®n familiar, reciclaje o readiestramiento, al mismo tiempo que se echan por el suelo los precios de los productos b¨¢sicos, se expulsa a los trabajadores hu¨¦spedes, convertidos ahora en inmigrantes indeseables, se agiganta en forma aterradora la econom¨ªa armamentista y se deprimen y denigran todas las conquistas sociales. De lo que se trata, en s¨ªntesis, es de eliminar a las personas cuya existencia carece de potencial lucrativo para las esferas del poder, y lo dem¨¢s son pamemas. Para terminar, a esto ayuda poderosamente el racismo que cunde sin tasa en algunos de los pa¨ªses occidentales m¨¢s avanzados.-
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