Estos toros no se homologan
Plaza de Valencia. 17 de marzo. Tercera corrida fallera.
Cuatro toros de Aguirre Fern¨¢ndez; 2? y 3? de Los Guateles. Todos con cuajo, flojos y juego desigual. Ni?o de la Capea: estocada desprendida y, dos descabellos (vuelta); estocada perdiendo la muleta y dos descabellos (oreja). Julio Robles: media y cuatro descabellos (pitos); pinchazo hondo y 11 descabellos (protestas). Jos¨¦ Antonio Campuzano: media estocada tendida ca¨ªda y descabello (vuelta); media (aplausos).
Mucho cuidado con la Comunidad Europea, ahora que estarnos dentro de ella, porque no nos va a homologar los toros. Por lo menos estos toros,, los de ahora, los de ayer en Valencia; una ruina de toros, deshonra de nuestra aut¨®ctona ganader¨ªa de bravo. No es que fueran feos ni chicos, cortos ni perezosos; es; que sal¨ªan mansos, o tullidos, y era un bochorno.Todos con irreprochable trap¨ªo, los hubo hermos¨ªsimos, con su cuajada estampa, ser¨ªa fachada, Fosca cara, culata cuadrada, alta aguja, morrillo de queso-e-,bola, astifino pit¨®n. Suscitaban la admiraci¨®n del personal valenciano y del comunitario, que se encaprichaba de estos ejemplares y los quer¨ªa comprar. Pero la, intenci¨®n le duraba lo que los toros de la corrida tardaban en dar un trotecillo corto por el redondel, pues en seguida les sobreven¨ªa la invalidez perniciosa, y los compradores comunitarios desechaban la oferta. Entonces, prefer¨ªan gallinas, que esas no se caen.
La crisis del toro de lidia de alg¨²n lado vendr¨¢. Por explicaciones no queda. Ganaderos, hay que achacan la. debilidad de las reses al stress que sufren hoy d¨ªa en el ruedo, como si antes, en lugar de puyazos, les dieran besos en la boca; empresarios, a la selecci¨®n en l¨ªnea de mansedumbre que hacen los ganaderos para conseguir el toro suav¨®n, pero estos rechazan tal especie, y aseguran que en la tienta s¨®lo se salvan las vacas muy bravas y los sementales que las aman vienen en l¨ªnea directa de aquel famoso Jaquet¨®n, del cura Sol¨ªs, o sangre de parecida riqueza gen¨¦tica.
De alg¨²n lado vendr¨¢ y mientras se averigua, y se ataja -si es que alguien en el mundo taurino, tiene intenci¨®n de atajarla-, el p¨²blico ha de padecer el lamentable espect¨¢culo de los toros lisiados, que no es espect¨¢culo ni nada, y de los puyazos traseros con que los taladran, que ni es lidia ni nada. Ayer era as¨ª, en la corrida fallera, y daban ganas de irse, para no volver.
Por a?adidura, los toreros no mejoraban la fiesta. Ninguno hizo un quite -ni intenci¨®n-, ninguno instrument¨® un lance de capa con enjundia, ninguno dio un muletazo medianamente hondo, o remotamente parecido a ese chispazo de arte que suelen crear los c¨¢nones de. la tauromaquia cuando se ejecutan a conciencia.
El Ni?o de la Capea cort¨® una oreja, y lo mismo habr¨ªa podido cortar cuatro, o ninguna. El arte del torero s¨®lo estaba en la enso?aci¨®n del p¨²blico, que le ovacionaba naturales de par¨®n, crispados derechazos, enganchones m¨²ltiples, zapatillazos surtidos, la general destemplanza de sus dos faenas, y hasta le aclamaba los desarmes, como si se tratara de jubilosas reproducciones de las m¨¢s puras suertes del toreo.
Lo curioso es que ese p¨²blico s¨²bitamente triunfalista con el Ni?o de la Capea, para los otros toreros era m¨¢s cr¨ªtico y no se les entregaba tan f¨¢cilmente. Tampoco le dieron demasiados motivos, por cierto. Jos¨¦ Antonio Campuzano estuvo muy reiterativo en la alternancia de mediocres derechazos y naturales con el toro de Los Guateles, y hubo de recurrir a los molinetes de rodillas para animar a la afici¨®n.
El quinto, un inv¨¢lido progresivo que se cay¨® cuan largo era en el segundo muletazo, pretend¨ªa Campuzano que le estuviera embistiendo hasta la hora de cenar. El animal perdi¨® el resuello en los naturales que siguieron asu ca¨ªda, y el optimista diestro lo condujo hasta el crecimiento cero cuando ya eran las tantas.
Los otros dos toros fueron diriciles y peligrosos, por broncos, y Julio Robles, que no estaba dispuesto a complicarse la feria, ali?¨®. Al p¨²blico le enfureci¨® este absentismo laboral y, sobre todo, que descabellara al und¨¦cimo intento. Hab¨ªa quien estaba seguro de que Robles lo hac¨ªa a mala idea. Los expertos comunitarios no s¨®lo no van a homologar estos toros que tenemos, sino tampoco estos toreros, estos matarifes y esta fiesta. Por cierto, ?eso es fiesta?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.