Nuevo encierro de minusv¨¢lidos que protestan por el abandono de la Administraci¨®n
Un centenar de minusv¨¢lidos, trabajadores disidentes de Prodiecu, empresa que vend¨ªa boletos de loter¨ªa ilegalmente, se encerr¨® ayer en el Instituto de Servicios Sociales (Inserso). La protesta, que se inici¨® en febrero en la iglesia de los Jer¨®nimos de Madrid, de acuerdo con la empresa, se ha vuelto ahora en contra de Prodiecu. Los minusv¨¢lidos quieren una nueva loter¨ªa y reclaman la atenci¨®n de la Administraci¨®n.
Algunos de los minusv¨¢lidos expulsados violentamente de la iglesia de los Jer¨®nimos por la polic¨ªa en plena madrugada, a pesar de que muchos de ellos se encontraban durmiendo y sin sus pr¨®tesis continuaron el encierro en la parroquia de Santa Irene de Palomeras Bajas, edificio que han ocupa do desde el 10 al 20 de marzo Ayer, sin embargo, llevaron su lucha m¨¢s cerca de la Administraci¨®n, por lo que un grupo de cerca de cien personas decidi¨® instalarse en las oficinas del Inserso. La Coordinadora Estatal de Minusv¨¢lidos y los diversos sindicatos se solidarizan con sus reivindicaciones.Una discordia entre ciegos y minusv¨¢lidos por la venta del cup¨®n ha evolucionado hacia un cisma entre los minusv¨¢lidos y sus patronos. Teresa Clemente, trabajadora de Prodiecu que forma parte de los encerrados, afirma: "No queremos apoyar a una empresa que nos ha enga?ado al contratarnos para realizar una actividad ?legal. Lo que reclamamos es que la Administraci¨®n arbitre medidas para desarrollar la ley de Integraci¨®n Social del Minusv¨¢lido (LISM) y establezca un tipo de cup¨®n, similar al de la ONCE, controlado por el Gobierno y por los minusv¨¢lidos".
Prodiecu,SA, empresa creada por Andr¨¦s Rodr¨ªguez, un sevillano que vive en Barcelona, apareci¨® en junio de 1985 como una especie de man¨¢ para los minusv¨¢lidos m¨¢s indigentes, que s¨®lo cuestan con una pensi¨®n de 3.000 pesetas si viven con su familia y de 14.000 si dependen de s¨ª mismos. Curtido en la experiencia, tras haberse iniciado con rifas callejeras de jamones y electrodom¨¦sticos, Rodr¨ªguez ha llegado a contratar a 5.200 personas, el 85% de ellas minusv¨¢lidas", seg¨²n sus palabras, para vender su loter¨ªa.
"Empec¨¦ a trabajar para esta firma", dice Teresa Clemente, "en junio de 1985. Nos pagaba 48.200 pesetas al mes, lo que supon¨ªa, por primera vez, disponer de un sueldo, pero el problema surgi¨® cuando nos enteramos de que no estaba autorizada para vender cupones en la calle". Un portavoz del servicio de informaci¨®n del Organismo Nacional de Loter¨ªas y Apuestas del Estado ha confirmado la ilegalidad de la actividad en la que se ha embarcado Prodiecu: "En mayo de 1985 Prodiecu entreg¨® una solicitud para realizar una rifa diaria en el ¨¢mbito nacional. Dicha petici¨®n le fue denegada el 20 de junio del mismo a?o, ya que la legislaci¨®n vigente no prev¨¦ que una empresa se dedique a realizar rifas como ¨²nica actividad y por tiempo indefinido".
Disputas
El pasado verano, los minusv¨¢lidos empezaron a vender boletos por la calle, con el sistema de sorteo de los ciegos. Las disputas entre ciegos y minusv¨¢lidos no se hicieron esperar. "Y Prodiecu nos hizo creer que el coco era la ONCE, no su situaci¨®n de ilegalidad", dice uno de los encerrados. Andr¨¦s Rodr¨ªguez, por su parte, a pesar de hab¨¦rsele requisado vanas veces las planchas de los boletos y de haber sido denunciado por un juez de Barcelona, contin¨²a su pulso con la Administraci¨®n: "Hemos hecho un recurso de alzada y estamos pendientes de ser autorizados".Fernando Arroyo, de la ONCE madrile?a, reitera que su organizaci¨®n no est¨¢ en guerra contra los minusv¨¢lidos, aunque haya interpuesto una querella contra Prodiecu en un juzgado de Barcelona. "El tema sobrepasa a la ONCE: es la Administraci¨®n la que debe solucionar la situaci¨®n de desamparo de los minusv¨¢lidos y la que debe impedir que una empresa privada se aproveche de nuestra imagen", a?ade Arroyo.
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