Christian Vadim

De su madre, la actriz Catherine Deneuve, se ha escrito que seduce a los americanos por su encanto franc¨¦s, y a los franceses, por su belleza americana. Su padre, el cineasta Roger Vadim, dijo una vez que, en las puertas del cielo, hasta san Pedro le va a preguntar c¨®mo eran en su juventud sus mujeres: Brigitte Bardot, la propia Deneuve o Jane Fonda. A Christian Vadim, de 22 a?os, hijo de un creador de mitos y de la actriz en activo m¨¢s famosa de Francia, no hay como preguntarle por su familia para que exhiba un gesto de disgusto, como diciendo: "?Otra vez?". S¨®lo habla sin desgana al referirse a su trabajo de actor.

Si Christian Vadini no fuese alto y no tuviese aire deportivo se podr¨ªa pensar que est¨¢ mal alimentado. Es muy flaco y los rasgos de la cara se le marcan mucho. Aparec¨ªa con cara de dormido en la antesala de un hotel en el que se alojaba, invitado por el Festival de Cine de Madrid como el miembro m¨¢s joven del jurado. Habla con frialdad y con misterio, quiz¨¢ haya heredado de su madre estos rasgos.Vadim empez¨® a interesarse por el cine desde muy joven, y a los 18 a?os actu¨® por primera vez en una pel¨ªcula de su padre, Surprise party. Comenta que el rodaje fue normal y que por el hecho de ser el hijo del director no recib¨ªa mejor trato que los dem¨¢s. A cada momento se esfuerza por dejar clara la normalidad que existe entre ¨¦l y su familia, aunque sabe que sus apellidos lo condicionan.

"S¨¦ que mucha gente est¨¢ interesada en mis actuaciones para no perdonarme cualquier fallo", dice. "Soy un hombre pero tengo que mirar por mi carrera como si fuera una mujer. Es curioso, pero parece que a ellas no se les perdonan las equivocaciones tanto como a los hombres".

A la hora del trabajo la sabidur¨ªa de su madre le ha servido. "Ella me ofrece una visi¨®n muy amplia de lo que es el mundo del cine", se?ala, "y siempre me dice que no d¨¦ ning¨²n paso en falso porque entonces tendr¨¦ que empezar de nuevo".

En una ocasi¨®n le ofrecieron un papel que le pareci¨® interesante, pero en un filme de un desconocido. Vadim, que vive solo en un apartamento de Par¨ªs, llam¨® por tel¨¦f¨®no a Catherine Deneuve. Ella llam¨® a su vez a sus amigos para, enterarse de qui¨¦n era aquel director. Las referencias no debieron de ser muy favorables y el hijo se fi¨® del consejo y la intuici¨®n materna. "Yo quer¨ªa el papel", dice, "pero ahora me alegro de no haberlo hecho'.

Vadim ha interpretado tam bi¨¦n una pel¨ªcula de Erich Rohmer, Las noches de luna llena. La frialdad con la que habla de personas cuya relaci¨®n con ¨¦l ha sido impuesta se transforma en entusiasmo cuando se trata de otras con las que se ha relacionado por decisi¨®n propia.

Para explicar su experiencia con Rohmer cambia el idioma ingl¨¦s por el franc¨¦s. "Es un hombre enigm¨¢tico", se?ala. "Le preguntas y lo mismo te dice s¨ª que no. Cuando, despu¨¦s de haberte hecho un l¨ªo, consigues por fin acabar bien la escena, te das cuenta de que has obrado exactamente como ¨¦l quer¨ªa". Mientras espera para incorporarse al rodaje de una pel¨ªcula de Nicolas Ribowski titulada Vaines Recherches, Vadim dedica su tiempo en Par¨ªs a salir con sus amigos y a divertirse. De Espa?a, de donde su madre se llev¨® el recuerdo de Bu?uel y de la pel¨ªcula Tristana, ¨¦l se marcha con el de los filmes del festival y las discotecas de moda. Dice que no tiene ninguna obsesi¨®n, ya que ni siquiera est¨¢ enamorado. Aspira a ser un actor con recursos y un realizador original, y no descarta volver al teatro, en el que ya interpret¨® dos obras de Jean Cocteau.