Estados Unidos bombardea una base de misiles y hunde dos lanchas patrulleras libias
Estados Unidos asegur¨® ayer haber destruido una base libia de misiles SAM-5 sovi¨¦ticos que hab¨ªan sido instalados hace meses por la Uni¨®n Sovi¨¦tica en Sidra, as¨ª como haber hundido dos patrulleras portamisiles en aguas internacionales del golfo de Sidra, despu¨¦s de que la aviaci¨®n norteamericana fuera atacada por seis cohetes, que erraron el blanco. Reagan respond¨ªa as¨ª al ataque libio, poco despu¨¦s de las dos de la tarde (hora de Washington), e informaba a los l¨ªderes del Congreso en la Casa Blanca, que aprobaron la acci¨®n. Por su parte, Libia asegur¨® haber derribado tres aviones norteamericanos y advirti¨® que responder¨¢ "sin piedad" a los ataques de Washington. La base hispano-norteamericana de Rota se encuentra desde ayer en estado de m¨¢xima alerta.
Todas las embajadas norteamericanas en el mundo han adoptado medidas excepcionales de seguridad ante las amenazas proferidas por Libia de transformar el Mediterr¨¢neo en un "mar de fuego". El portavoz de la Casa Blanca, Larry Speakes, que anunci¨® anoche las acciones, afirm¨®: "No es la guerra", y calific¨® la represalia de "limitada" y quir¨²rgica. El presidente norteamericano hab¨ªa ordenado el pasado viernes que la VI Flota realizara maniobras en las aguas del golfo de Sidra, cuya soberan¨ªa reclama, Libia. Los aparatos de tres portaviones estadounidenses penetraron el domingo en la l¨ªnea de los 32?30' Norte, calificada por Gaddafi de l¨ªnea de la muerte.
La Casa Blanca anunci¨® anoche que continuar¨¢n las maniobras en el ¨¢rea despu¨¦s del enfrentamiento b¨¦lico para "ejercer el derecho de libre navegaci¨®n en aguas internacionales". Washington, como el resto de la comunidad occidental, no reconoce m¨¢s que 12 millas de aguas territoriales libias.
"No se trata de una provocaci¨®n ni de un intento de humillar a Gaddafi", asegur¨® el portavoz presidencial. cuando se le pregunt¨® si Washington no hab¨ªa provocado un incidente para castigar a Gaddafi. Ronald Reagan considera al l¨ªder libio como el principal instigador del terrorismo en el mundo, y ha puesto en marcha una campa?a unitaleral para aislar a su r¨¦gimen, que fue iniciada hace unos meses con un boicoteo econ¨®mico y comercial que no fue apoyado por los aliados europeo.
La acci¨®n de ayer, si no se extiende a un conflicto mayor, ser¨¢ aplaudida por la opini¨®n p¨²blica norteamericana y servir¨¢, probablemente, para aumentas la popularidad del presidente. Reagan ha aprovechado la primera oportunidad que se le ha presentado y que, de alguna forma, buscaba, enviando a la flota al interior del golfo de Sidra para mostrar el poder¨ªo militar norteamericano y dar una lecci¨®n a Gaddafi, a quien hab¨ªa convertido en el enemigo p¨²blico n¨²mero uno de Estados Unidos.
El enfrentamiento se produce justo cuando el presidente trata de que el Congreso vote 100 millones de d¨®lares de ayuda para la contra nicarag¨¹ense y s¨®lo d¨ªas despu¨¦s de que buques norteamericanos penetraran en aguas territoriales de la URSS frente a Crimea, en el mar Negro, tambi¨¦n para reafirmar la pol¨ªtica de libertad de navegaci¨®n en aguas que Washington considera internacionales.
"Condenamos el ataque libio, que muestra el car¨¢cter agresivo e ileg¨ªtimo del r¨¦gimen de Gaddafi", afirm¨® a las cinco de la tarde (once de la noche, hora peninsular), el portavoz presidencial, al anunciar a los norteamericanos lo sucedido. La Casa Blanca inform¨® que todas las fuerzas libias que se aproximen a la flota norteamericana, en el golfo de Sidra, "ser¨¢n consideradas hostiles". Estados Unidos confirm¨® que se reserva el derecho de tomar otras acciones que considere convenientes. "No podemos permitir que ninguna naci¨®n dicte por d¨®nde podemos navegar", afirm¨® el portavoz.
La Casa Blanca insisti¨® en que EE UU s¨®lo ha puesto en pr¨¢ctica el derecho de leg¨ªtima defensa ante un "ataque injustificado". La impresi¨®n en Washington anoche era la de que Estados Unidos dar¨¢ por cerrado el incidente si Gaddafi no responde con nuevos ataques.
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La Casa Blanca hab¨ªa informado a la Uni¨®n Sovi¨¦tica de las maniobras navales en el golfo de Sidra
Viene de la primera p¨¢gina
La Uni¨®n Sovi¨¦tica fue informada la semana pasada por Washington de estos ejercicios en el golfo de Sidra, que ya se han realizado anteriormente y que en 1981 provocaron un incidente en el que fueron derribados dos aviones libios por los cazabombarderos norteamericanos.
Esta madrugada se ignoraba si Washington y Mosc¨² se comunicaron ayer por la l¨ªnea caliente, un circuito de teletipo punto a punto que enlaza la Casa Blanca con el Kremlin.
El espionaje norteamericano revel¨® hace semanas que la Uni¨®n Sovi¨¦tica hab¨ªa suministrado e instalado varias bater¨ªas de misiles SAM-5 en Sidra. Entonces se inform¨® que t¨¦cnicos sovi¨¦ticos se encontraban en la citada base. No se cree que hubiera sovi¨¦ticos en las instalaciones en el momento del ataque.
Washington tard¨® varias horas en confirmar ayer que sus fuerzas, hab¨ªan sido, atacadas por misiles libios. Durante toda la ma?ana, los portavoces oficiales no comentaron el ataque de dos cohetes SAM-5, y se limitaron a defender, ante las preguntas de los periodistas, el derecho a realizar maniobras en aguas internacionales.
Los dos primeros disparos de misiles contra aviones norteamericanos se produjeron, seg¨²n la Casa Blanca, a las 7.42 horas (las 13.42 hora peninsular espa?ola), desde la base de Sidra. A las 13.14 horas (19.14 hora espa?ola) fueron disparados dos nuevos cohetes del mismo tipo, a los que sigui¨® un tercer ataque, tambi¨¦n con dos misiles S-2, realizado por un Mig-25, a las 14.45 horas (20.45 hora espa?ola). Dos Mig fueron interceptados por los aviones de EE UU y regresaron a sus bases sin combatir. "S¨®lo cuando fuimos atacados con seis misiles se dio la orden de responder", afirm¨® el portavoz de la Casa Blanca.
La orden procedi¨® de los comandantes de la flota, tres grupos aeronavales con un total de m¨¢s de 24 barcos, encabezados por los portaviones Am¨¦rica, Saratoga y Coral Sea.
Reagan les hab¨ªa dado suficiente discrecionalidad para responder en caso de ser atacados.
Aparatos A-7 del portaviones Saratoga atacaron a las 15.06 (hora de Washington, 21.06 hora peninsular espa?ola), con cohetes la base de Sidra desde donde hab¨ªan sido lanzados los SAM-5. Se utilizaron cohetes que buscan la radiaci¨®n para destruir las instalaciones de radar.
En el ataque, seg¨²n confirm¨® el Pent¨¢gono, fueron destruidas 12 bater¨ªas antia¨¦reas. Las instalaciones de radar de la base fueron destruidas en el ataque y la base fue inutilizada, confirm¨® el secretario de Defensa, Caspar Weinberger. "Est¨¢bamos convencidos, por la observaci¨®n de sus radar, de que los misiles se hab¨ªan apuntado contra nuestros aviones", dijo Larry Speakes.
Intenciones hostiles
Poco despu¨¦s, cazabombarderos A-6 del portaviones Am¨¦rica atacaron con misiles Harpoon a una lancha patrullera libia armada con cohetes.
El buque libio ten¨ªa, seg¨²n Washington, intenciones hostiles; y sus misiles, capaces de alcanzar blancos a 72 kil¨®metros de distancia, constitu¨ªan un peligro para la flota norteamericana. El Pent¨¢gono no dijo a qu¨¦ distancia de los barcos de EE UU se encontraba la lancha r¨¢pida libia, pero, al parecer, el enfrentamiento se produjo a unas 200 millas de la costa libia (370 kil¨®metros), muy cerca de la l¨ªnea imaginaria que cierra el golfo de Sidra. La patrullera no hab¨ªa disparado, sin embargo, previamente. El buque libio fue seriamente da?ado y estaba ardiendo esta madrugada. El Pent¨¢gono dijo que no hay supervivientes entre sus 27 tripulantes. Una segunda patrullera libia del mismo tipo, que zarp¨® del puerto de Bengazhi, tambi¨¦n fue bombardeada y puesta fuera de combate. En el ataque participaron aviones A-6 del portaviones Am¨¦rica.
Las fuerzas norteamericanas no sufrieron bajas en los ataques, y el Pent¨¢gono desminti¨® anoche que haya perdido tres de sus aviones como inform¨® Libia. Las operaciones de represalia fuero n detalladas en una conferencia de Prensa celebrada en el Pent¨¢gono por Caspar Weinberger y el presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor, el almirante William Crowe.
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