Banesto reclama judicialmente a los hermanos Falc¨® una deuda de unos 300 millones, de pesetas
El Banco Espa?ol de Cr¨¦dito ha reclamado judicialmente a Carlos y Fernando Falc¨®, marqueses de Gri?¨®n y de Cubas, respectivamente, el pago de unos 300 millones de pesetas por cr¨¦ditos con garant¨ªa hipotecaria concedidos y no satisfechos en el plazo fijado. Una de las fincas sujetas a la hipoteca ha sido vendida en parte por los marqueses a terceras personas junto a distintas instalaciones industriales, a lo largo de la vigencia del cr¨¦dito. Todo ello con documentos privados. Trabajadores de estas fincas, despedidos sin indemnizaci¨®n, lograron que la Magistratura decretara la subasta de algunas de estas instalaciones vendidas por los marqueses, pero que figuraban todav¨ªa a su nombre -secaderos de tabaco en concreto- para hacer frente a las obligaciones indemnizatorias.
Carlos Falc¨®, consultado sobre estos hechos, manifest¨® que no hab¨ªa ning¨²n problema y que desde hac¨ªa meses exist¨ªa un acuerdo con Banesto. Al insistirle en que el citado banco hab¨ªa confirmado que no exist¨ªa acuerdo y que no hab¨ªa retirado del juzgado la solicitud de ejecuci¨®n de la hipoteca, y que la ¨²ltima semana hab¨ªa habido una nueva reuni¨®n en una notar¨ªa de Navalmoral de la Mata, seg¨²n consta a este peri¨®dico por distintas fuentes, en la que no se hab¨ªa llegado tampoco a ning¨²n convenio entre las partes, el marqu¨¦s de Gri?¨®n volvi¨® a asegurar "que el acuerdo existe; lo que no se ha llegado todav¨ªa es a instrumentarlo, porque esto lleva su tiempo".Fuentes de la defensa de algunos de los compradores de parcelas de la finca hipotecada, tras el incumplimiento de los contratos por parte de los vendedores y la desagradable sorpresa que les supuso la subasta de bienes que consideraban de su propiedad, est¨¢n estudiando la presentaci¨®n de una querella criminal por presunta estafa. "No nos queda otra alternativa si no se llega pronto a una soluci¨®n que satisfaga a todos".El 24 de diciembre de 1981 , fecha en que se les concede el cr¨¦dito por Banesto, Carlos Falc¨® es due?o de pleno dominio de la finca Canto Blanco, en Aldea del Fresno, que tiene una extensi¨®n de 700 hect¨¢reas. Tambi¨¦n es due?o, junto con su hermano Fernando y una sociedad en la que participan ambos, denominada La Barquilla, SA, de una finca de 529 hect¨¢reas de regad¨ªo en Caceres (t¨¦rmino de Talayuela y municipio de Pueblonuevo de Miramonte). Esta finca est¨¢ destinada a la producci¨®n de frutas y tabaco, cuenta con plantas de clasificaci¨®n y con secaderos y posee tambi¨¦n un poblado de 40 casas donde viven algunos empleados. La propiedad es indivisa, correspondiendo el 50% al marqu¨¦s de Gri?¨®n, un 25% al marqu¨¦s de Cubas y el 25% final a la sociedad La Barquilla.Banesto, en la citada fecha y con hipoteca inmobiliaria de las dos fincas y sus instalaciones como garant¨ªa, concede a los marqueses un pr¨¦stamo a tres a?os por valor de 285 millones de pesetas. En la escritura se adjudica a la finca de C¨¢ceres una responsabilidad de 144 millones, intereses al 19,50% y otros 14 millones de pesetas para gastos y costas.
Venta a terceros
El 27 de marzo de 1984, nueve meses antes de que venza el cr¨¦dito que les concedi¨® Banesto, los dos hermanos marqueses y su sociedad La Barquilla venden en documento privado a 14 agricultores un total de 90 hect¨¢reas de la finca hipotecada, La Barquilla, con unas 15 casas y 20 secaderos de tabaco. Seg¨²n los representantes jur¨ªdicos de estos compradores, los Falc¨® no advirtieron a ¨¦stos de la existencia de hipotecas u otras cargas sobre la finca. El precio de venta fue un mill¨®n por hect¨¢rea, otro por cada casa y 2,5 millones por cada secadero. En los contratos figura el compromiso de elevar los mismos a escritura p¨²blica el 30 de junio de 1984, en cuyo momento las fincas, casas y secaderos se encontrar¨¢n libres de cargas y grav¨¢menes. Los compradores pagan el 25% de lo acordado en marzo y se comprometen a abonar el resto el 30 de junio, cuando los contratos se eleven a escritura p¨²blica.Los marqueses, coincidiendo con esta operaci¨®n, a finales de marzo, despiden a 10 trabajadores de la finca sin abonarles indemnizaci¨®n alguna. ?stos reclaman ante la Magistratura de Trabajo de C¨¢ceres y consiguen meses despu¨¦s, en julio, el embargo y subasta de 20 secaderos de tabaco que figuran a nombre de los marqueses, pero que hab¨ªan sido vendidos en documento privado a los agricultores mencionados. La existencia de otras hipotecas y cargas sobre las hect¨¢reas vendidas (60 millones del Banco Hipotecario y 18 del Banco de Cr¨¦dito Agr¨ªcola, entre otras) hab¨ªa impedido que se elevasen los contratos a escritura p¨²blica el 30 de junio.
Los agricultores, como mal menor, vuelven a adquirir por 9,4 millones sus secaderos, en la subasta, pensando descontar esta cantidad de lo que adeud¨¢n a los Falc¨®.
El 24 de diciembre de 1984 vence la hipoteca de 285 millones de pesetas, y los marqueses no hacen frente al pago de la misma. Tras m¨²ltiples requerimientos verbales por parte de Banesto para que los Falc¨® cumplan con sus compromisos, que resultan infructuosos, en junio de 1985 (seis meses despu¨¦s del vencimiento) la entidad bancaria ejecuta la hipoteca en el Juzgado de Primera Instancia n¨²mero 19 de Madrid. Banesto exige el pago de 375 millones de pesetas entre el principal del pr¨¦stamo, los intereses y las costas.
El marqu¨¦s de Gri?¨®n, que representa al tiempo a su hermano y a la sociedad La Barquilla, contin¨²a negociando con Banesto y los representantes legales de los compradores de parte de sus fincas, sin resultado alguno. Han vuelto a pasar los meses y Banesto advierte al marqu¨¦s que se les est¨¢ acabando la paciencia y que va a sacar a p¨²blica subasta las fincas en conflicto. Y se llega a la situaci¨®n actual. Carlos Falc¨® ofrece a Banesto otras fincas como garant¨ªa y el dinero que tiene que recibir de los compradores de las hect¨¢reas segregadas. Pero ¨¦stos se niegan a pagar una peseta m¨¢s a los marqueses mientras no se les garantice la liberaci¨®n de las cargas que pesan sobre las fincas: 25 millones a los trabajadores despedidos, que han vuelto a embargar a los Falc¨®; deudas por unos 35 millones de pesetas a la Seguridad Social y a la Confederaci¨®n del Tajo, adem¨¢s de la citada hipoteca del Banesto.
Los abogados de los agricultores que hab¨ªan adquirido tierras a los Falc¨® y que pueden perderlas si Banesto subasta las citadas fincas, ya que no pueden personarse ante el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 19. de Madrid por no haber elevado a escritura p¨²blica sus contratos privados, estudian la presentaci¨®n de una querella criminal por estafa contra los dos marqueses y el administrador de La Barquilla.
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