Referendos

Los espa?oles y los daneses lo hicieron recientemente. Los estadounidenses lo est¨¢n haciendo m¨¢s a menudo de lo que acostumbraban. Los suizos, por supuesto, lo hacen continuamente, incluso espectacularmente, como el 16 de marzo. Ellos, y la gente de casi el resto de las otras democracias, est¨¢n m¨¢s informados de lo que estaban sus abuelos. Todos merecen expresar su opini¨®n al decidirqui¨¦n va a gobernar sus vidas m¨¢s de lo que meramente consiguen eligiendo un presidente o un parlamento cada cinco a?os. Ellos merecen m¨¢s referendos.Los brit¨¢nicos suelen desde?ar los referendos. La idea brit¨¢nica -bueno, la idea oficial brit¨¢nicaes que la gente corriente quiere que gente poco corriente tome las decisiones dif¨ªciles por ellos, as¨ª es que efigen expertos cualificados en los temas pol¨ªticos complicados, econ¨®micos y de defensa. En algunos casos, como en el tema del aborto o el de la pena de muerte, puede existir la libertad de voto, que libera a estos parlamentarios de la disciplina del partido. Si surge alg¨²n tema particularmente candente, se puedenconvocar elecciones generales para decidirlo. Y si se quiere m¨¢s flexibilidad a¨²n, dicen los brit¨¢nicos oficiales m¨¢s liberales, se puede presentar una representaci¨®n proporcional para permitir a los votantes elegir a sus representantes con precisi¨®n. Pero en general, especialmente en cuestiones complicadas, como las finanzas, o las emotivas, como la guerra y la pena de muerte, mejor que se les permita a los expertos que se han elegido para que resuelvan por usted. Si un buen n¨²mero de estos representantes se ha hecho intolerable, desp¨ªdales cuando finalicen su mandato.

?stos son puntos plausibles. Pero el quid del argumento antirrefer¨¦ndum es que la gente corriente es demasiado ignorante, est¨²pida o perezosa para encargarse de otra responsabilidad que la de votar cada cinco a?os a cualquiera para que realice el aut¨¦ntico trabajo.

En teor¨ªa m¨¢s que en la pr¨¢ctica, los referendos han producido mas bien buenos resultados. La declaraci¨®n de los espa?oles sobre la permanencia en la OTAN, los daneses decidiendo no bloquear la reforma de la CEE. (...)

El problema con la democracia representativa es que no siempre el tan representativa. En el Reino Unido la libertad de voto en el Parlamento es poco frecuente. En algunos grandes temas sociales, como el aborto y la pena de muerte, muchas conciencias parlamentarias est¨¢n perdidas con las presiones de sus partidos o con los grupos de presi¨®n que les pueden desbancar. Han existido ocasiones en que los tres principales partidos del Reino Unido se han puesto de acuerdo en algo (para empezar, con la CEE) contra los deseos de muchos brit¨¢nicos. ( ... )

Lo m¨¢s importante es que la cuesti¨®n de si se consulta a la gente no se deber¨ªa dejar a los parlamentarios. La gente, si la mayor¨ªa lo quiere, deber¨ªa estar capacitado para insistir. (...)

22 de marzo de 1986