Precisiones sobre Jos¨¦ Nakens
Moncho Alpuente incurre, en su art¨ªculo del pasado d¨ªa 3 de marzo titulado Cuatro caminos en errores hist¨®ricos de bulto y abultados que, a m¨ª entender, necesitan alguna precisi¨®n.
a) El periodista Jos¨¦ Nakens (1841-1926) no fue sant¨®n del anarquismo ib¨¦rico, sino, en todo caso, sant¨®n republicano. A ¨¦l se debe, en gran medida, la Uni¨®n Republicana de 1903, gracias a la cual ser¨ªa en 1910 elegido diputado, por vez primera, Pablo Iglesias.
b) Nakens no tuvo nada que ver con el atentado del 31 de mayo de 1906, perpetrado en la calle Mayor de Madrid al paso del cortejo nupcial del rey Alfonso XIII y Ena de Battenberg. Lo que ¨ª hizo Nakens, seg¨²n confes¨® p¨²blicamente, y sin que a¨²n mediara cusaci¨®n alguna, fue proteger, tras el atentado, a Mateo Morral, a quien 'efectivamente conoc¨ªa, a trav¨¦s de su relaci¨®n con Francisco Ferrer, de cuya Escuela Moderna Morral era profesor.
c) Tanto Ferrer como Nakens fueron procesados y encarcelados. En 1907 el Gobierno de don Antonio Maura, ante la evidencia de la inocencia de Nakens, decidi¨® ponerlo en libertad, tras una petici¨®n popular de indulto presentada por Benito P¨¦rez Gald¨®s.
d) El calificativo gracioso de energ¨²meno comecuras que Moncho Alpuente atribuye a Nakens es gratuito, acient¨ªfico y, a¨²n hoy, insultante, para quienes, desde el rigor hist¨®rico, pensamos que los energ¨²menos no eran aquellos republicanos y socialistas, sino un clero aliado fiel del caciquismo tir¨¢nico de la restauraci¨®n borb¨®nica.
Por ¨²ltimo, recomiendo al se?or Alpuente la lectura de otros madrile?istas, adem¨¢s de Mesonero Romanos, Sainz de Robles y D¨ªaz Ca?abate. Existen otros, no por desconocidos menos enjundiosos. Francos Rodr¨ªguez, Cansinos-Ass¨¦ns, G¨®mez-Hidalgo, Antonio Espina, Manuel Aza?a, marqu¨¦s de Valdeiglesias son nombres de una larga lista imprescindible para quien pretenda escribir cinco renglones acerca del Madrid de otros tiempos. En la Biblioteca Nacional, sita en el paseo de Recoletos, le aseguro que se encuentran los que las pretendidas editoriales madrile?istas no editan. Tambi¨¦n le recomiendo un repaso a la ley 1/ 1982, de 5 de mayo.-
Secretario de la Fundaci¨®n Manuel Aza?a.
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