Heminway sin palabras
500 fotos del autor, en el encuentro de escritores de Murcia
Si el t¨®pico que afirma que una imagen vale m¨¢s que mil palabras es cierto, estos d¨ªas en Murcia no hace falta utilizar el lenguaje oral para conocer la historia del escritor norteamericano Ernest Hemingway. Cerca de 500 fotograf¨ªas en torno a la vida del novelista norteamericano se exponen en la iglesia de San Esteban, dentro del marco del encuentro internacional de escritores que se est¨¢ desarrollando en esta ciudad. La exposici¨®n, que incluye m¨²ltiples fotograf¨ªas in¨¦ditas del ¨¢lbum familiar, reconstruye gr¨¢ficamente la vida del escritor desde que ten¨ªa tres meses hasta su entierro, en 1961.
A trav¨¦s de las fotograf¨ªas, se resumen los 62 a?os que vivi¨® el autor de El viejo y el mar. La Mostra Hemingmay fue inaugurada por el hijo del novelista y, por James Nagen, presidente de la Hemingway Society, que anunci¨® la pr¨®xima aparici¨®n de una nueva obra del escritor, la novela Los jardines del Ed¨¦n, y de una colecci¨®n de cuentos, as¨ª como la celebraci¨®n en Italia, el pr¨®ximo mes, de junio, de un congreso monogr¨¢fico sobre la vida y obra del novelista.Adem¨¢s de las fotograf¨ªas, que hacen un recorrido que abarca desde 1889 hasta 1961, la Mostra Hemingway se completa con la exhibici¨®n de tina m¨¢quina de escribir del novelista, marca Royal, y una piel de leopardo del Kilimanjaro, cazada por Hemingway en Kenia, y que fue regalada a Adriana Ivancich, autora del dise?o de las cubiertas de la primera edici¨®n de El viejo y el mar. Precisamente su hermano, Gianfranco, un pr¨ªncipe italiano que un d¨ªa arrib¨® en un barco mercante en La Habana y se qued¨® a vivir durante siete a?os en Villa Vig¨ªa, la casa cubana del escritor, es el art¨ªfice de esta exposici¨®n.
Dos a?os ha empleado Gianfranco Ivancich en recopilar todo el material fotogr¨¢fico que se expone en Murcia, que posiblemente podr¨¢ verse con posterioridad en Barcelona y Madrid. "Tambi¨¦n pretendemos llevarla a Pamplona, ciudad que quer¨ªa mucho don Ernesto", apunta Gianfranco, llamando al escritor de la forma en que era conocido en Cuba.
Los documentos gr¨¢ficos de los primeros a?os de vida del escritor, que comienzan con una fotograf¨ªa que recoge la expresi¨®n del beb¨¦ Ernest Hemingway, proceden del ¨¢lbum familiar. A trav¨¦s de las 440 fotograf¨ªas podemos conocer a los padres del novelista, a sus hijos y a sus cuatro esposas. Tambi¨¦n sus pasiones, que adem¨¢s de la de escribir eran la caza y la pesca: Hemingway a la edad de cuatro a?os con su ca?a de pescar, primer safari a Kenia, viajes a Par¨ªs, etc¨¦tera.
Sin duda las fotograf¨ªas m¨¢s impresionantes son las que recogen su presencia en las distintas guerras: la espa?ola, con Hemingway compartiendo mesa con los milicianos y sus familias, y en el frente del Ebro; adem¨¢s de las dos contiendas mundiales, en las que el novelista aparece vistiendo el uniforme del Ej¨¦rcito norteamencano o en su barco Pilar, con el que se dedic¨® a buscar submarinos del enemigo haci¨¦ndose pasar por pescador.
Gianfranco Ivancich pidi¨® a amigos y conocidos del escritor que le cedieran sus fotos para realizar este homenaje a Hemingway, cuyas obras han sido traducidas a 40 idiomas, entre ellos el servocroata y a tres dialectos indios.
Miedo a Franco
Entre los muchos que han prestado sus fotos se encuentra Carlos Baker, bi¨®grafo oficial de Hemingway, y Anto?ete, ya que un apartado importante de la exposici¨®n lo constituyen las fotograf¨ªas relacionadas con el mundodel toro.
El novelista estuvo en 13 ocasiones en Espa?a, y en la Mostra queda constancia. As¨ª, podemos ver a un joven Herningway -eran los a?os veinte- tocado de boina junto a unos toros del mercado de gitanos de Pamplona.
En Espa?a Hemingway tiene como compa?eros de fotos a Luis Miguel Domingu¨ªn y a otros toreros. "Pero para que volviera a este pa¨ªs", dice Gianfranco Ivancich, "hubo que convencerlo, porque le ten¨ªa cierto miedo a Franco aun estando ya lejos la guerra civil.
John, hijo de Ernest y padre de Margaux
John Hemingway, de 62 a?os, afirma que se ha pasado la primera mitad de su vida siendo el hijo de un personaje famoso, y la otra parte, padre de las actrices Margaux y Mariel Hemingway. John, hijo mayor del novelista norteamericano, que lo llamaba Bumby (¨¦l bautiz¨® as¨ª a un perro para quitarse de encima el mote), ha viajado desde su casa de Idaho (EE UU) hasta Murcia para inaugurar la Mostra Hemingway.A pesar de su apellido, John Hemingway piensa que "ser¨ªa un accidente que mi primer libro, que sale a la calle el pr¨®ximo mes de mayo, se convirtiera en un best-seller". La obra se llama Las aventuras de un pescador.
En cierto modo guarda un parecido con su padre, sobre todo en el aspecto atl¨¦tico. Habla perfectamente el espa?ol, que aprendi¨® en M¨¦xico y Cuba, donde su padre vivi¨® m¨¢s de 20 a?os. Irradia una simpat¨ªa que se cnrivierte en una risa fuerte que aparece cada cinco palabras.
John Hemingway ha hecho un poco de todo en su vida. Particip¨® en la II Guerra Mundial como capit¨¢n en el Ej¨¦rcito estadounidense. Tambi¨¦n ha trabajado como corredor de bolsa e incluso ostent¨® un cargo pol¨ªtico: comisario de caza y pesca de Idaho. Durante a?os ha escrito de deporte en varios peri¨®dicos norteamericanos.
No entiende que ciertos europeos quieran hacer desaparecer las corridas de toros: "Se trata del teatro de la vida y de la muerte. Es la posibilidad de que, aun habiendo muerte, un hombre pueda realizar cosas bellas". Incluso pas¨® un verano en M¨¦xico aprendiendo a torear de la mano del matador norteamericano Sidney Franklin.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.