Ante las contradicciones de nuestra ¨¦poca
Una preparaci¨®n congresual de 10 meses de duraci¨®n (la convocatoria hab¨ªa sido decidida en julio de 1985), una discusi¨®n abigarrada y llena de sorpresas, enjuiciamientos y votaciones, hechas todas ellas a la luz del sol, representan algunos de los motivos de curiosidad que rodean a este XVII Congreso Nacional del PCI.Pero existe tambi¨¦n expectaci¨®n e inter¨¦s. Y esto se explica teniendo en cuenta por una parte el paso del PCI en la vida nacional y, por otra, la precariedad permanente de la actividad gubernamental, lo cual empuja a buscar nuevos caminos de salida para este pa¨ªs. Se ha dicho que el car¨¢cter anticipado, casi extraordinario, del congreso naci¨® de las derrotas en las elecciones y en el refer¨¦ndum de la primavera de 1985. Habr¨ªa que decir m¨¢s bien que aquellas derrotas nacieron de la falta de actualizaci¨®n de las l¨ªneas y de la organizaci¨®n del PCI frente a las transformaciones de la sociedad italiana.
Por tanto, el congreso deber¨¢ valorar todos los aspectos de la historia y de la tradici¨®n del PCI, comprendidos los ¨²ltimos 15 a?os, que han llevado a este partido a representar casi una tercera parte del electorado y a adquirir de forma irreversible el valor de la democracia y de su autonom¨ªa internacional.
Tendr¨¢ adem¨¢s que afrontar lo que las tesis congresuales llaman "las grandes contradicciones de nuestra ¨¦poca": paz y guerra, Norte y Sur del mundo, desarrollo y ambiente, hombre-mujer, innovaci¨®n tecnol¨®gica y empleo, informaci¨®n y democracia. No son estos temas de partido, sino esperanzas y preocupaciones de todos. La novedad mayor en el campo pol¨ªtico pienso que es la afirmaci¨®n de la tesis n¨²mero 12, cuando dice: "El PCI es parte integrante de la izquierda europea". ?Acabar¨¢ siendo como el SPD alem¨¢n o el Labour Party br¨ªt¨¢nico? Es una pregunta que se ha formulado muchas veces en estos meses. Pero la homologaci¨®n, la uniformidad no es una ventaja para las democracias. Tambi¨¦n el Partido Socialista Italiano (PSI) es distinto del SPD, aun perteneciendo ambos a la Internacional Socialista, como la Democracia Cristiana italiana es tambi¨¦n distinta de la chilena. La izquierda europea puede servirse mejor de aportaciones m¨²ltiples comprendido un partido comunista italiano con su propia fisionom¨ªa din¨¢mica. Esta tesis n¨²mero 12 ha recogido un consenso casi un¨¢nime en las votaciones congresuales. Fueron, sin embargo, objeto de enn¨²endas la tesis sobre el movimiento sindical (pero en este tema la CGIL ha asumido ya posiciones m¨¢s avanzadas) y sobre todo las relacionadas con la pol¨ªtica internacional y la cuesti¨®n energ¨¦tica.
Al tener que definir las relaciones con Estados Unidos se han acentuado las cr¨ªticas a la Administraci¨®n Reagan por su pol¨ªtica agresiva, de la cual hasta el Gobierno italiano ha tomado las distancias en diversas ocasiones. Pero se han advertido tambi¨¦n anotaciones antinorteamericanas y residuos (consistentes) de una concepci¨®n del mundo seg¨²n la cual todo el mal est¨¢ de una parte y todo el bien de la otra.
Espero que el congreso supere estos preconceptos y defina una l¨ªnea de autonom¨ªa para Italia en el cuadro de las alianzas actuales, es decir, una pol¨ªtica activa para la paz.
Sobre el problema energ¨¦tico se vot¨® a favor y en contra de la energ¨ªa nuclear. La discusi¨®n sobre este tema tiene, sin embargo, un significado m¨¢s amplio: frente a la descomposici¨®n del pa¨ªs (costas y bosques, tejido urbano y patrimonio hist¨®rico-art¨ªstico, poluci¨®n de las aguas, del aire y de la alimentaci¨®n), que constituye la culpa m¨¢s grave de las clases actuales y de los Gobiernos dominantes, nuestros afiliados piden que el medio ambiente sea una prioridad en la acci¨®n del PCI. Si existiese este empe?o que, por el momento, es insuficiente, tambi¨¦n la cuesti¨®n nuclear podr¨ªa ser afrontada en base a c¨¢lculos de conveniencia y de seguridad, con mayor rigor cient¨ªfico.
En cuanto a las propuestas de la pol¨ªtica interna, ha habido un amplio consenso acerca de la alternativa democr¨¢tica, sobre la recuperaci¨®n del di¨¢logo con el PSI y con las otras fuerzas de la izquierda y sobre la iniciativa hacia los cat¨®licos. La idea de que se debe partir de los programas m¨¢s que de las posiciones de partido ha sido ampliamente acogida mientras ha habido divergencias e incertidumbres acerca de "las fases intermedias" para llegar a la alternativa, es decir, a un Gobierno reformador que comprenda al PCI. Una gran parte del debate ha sido dedicada finalmente a la organizaci¨®n del partido: c¨®mo asociar democracia y b¨²squeda de la unidad, rechazo de las corrientes y reconocimiento de la riqueza que nace de la diversidad de ideas y orientaciones. Pero sobre este tema la larga fase precongresual ha influido ya positivamente.
Perm¨ªtaseme, con un punto de orgullo, afirmar que en los otros partidos no se advierte una debate tan franco, tan pol¨ªtico y transparente. Lo digo sin vana complacencia, ya que una mayor democracia en todos los partidos contribuir¨ªa a hacer de Italia un pa¨ªs m¨¢s avanzado.
hermano de Enrico Berlinguer, fallecido secretario general del Partido Comunista Italiano (PCI), es senador y miembro del Comit¨¦ Central de ese partido.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.