Reuni¨®n en Washington
ESTOS DIAS tiene lugar en Washington una serie de reuniones que servir¨¢n para hacer un chequeo a fondo de la situaci¨®n econ¨®mica y financiera del mundo. Concurren a estas reuniones -Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Mundial de Desarrollo, grupo de los cinco- los ministros de Econom¨ªa y gobernadores de bancos centrales de un n¨²mero elevado de pa¨ªses.El clima general de estas reuniones ha mejorado apreciablemente desde el oto?o pasado, fecha de la ¨²ltima convocatoria. La reducci¨®n de los precios del petr¨®leo, el reajuste del d¨®lar y la ca¨ªda de los tipos de inter¨¦s han propiciado un cierto clima de optimismo, que ha llevado a los expertos del FMI a elevar en medio punto sus previsiones de crecimiento de la econom¨ªa mundial. Actualmente se piensa que el crecimiento econ¨®mico en el conjunto ole los pa¨ªses que forman parte del FMI podr¨ªa alcanzar el 3%, cifra ciertamente importante, pues es el umbral a partir del cual se estima posible la resoluci¨®n de los problemas planteados por el aumento de la deuda en los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo. En la asamblea general del FMI celebrada el oto?o pasado en Se¨²l, el secretario de Hacienda de Estados Unidos, Baker, present¨® un plan que lleva su nombre para resolver los problemas de la deuda, cuya caracter¨ªstica principal consist¨ªa en preconizar la necesidad de un ajuste estructural que implicaba una aceleraci¨®n de la tasa de crecimiento econ¨®mico. Esta actitud contrast¨® fuertemente con la posici¨®n mantenida hasta entonces por la Administraci¨®n norteamericana en dos vertientes esenciales. La primera, de car¨¢cter pol¨ªtico, consisti¨® en el reconocimiento de que los problemas de la deuda de los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo hab¨ªan desbordado la esfera puramente econ¨®mica para situarse, al menos en parte, en el ¨¢mbito de la pol¨ªtica. La segunda, de car¨¢cter econ¨®mico, consisti¨® en admitir que para salir adelante era necesario conseguir un mayor crecimiento econ¨®mico que aliviase la dificultad del esfuerzo a que ten¨ªan que proceder los pa¨ªses endeudados. La paradoja de la situaci¨®n actual consiste en que la tasa de crecimiento se ha acelerado sin que el plan Baker haya intervenido para nada en ello. En realidad, las cr¨ªticas a este plan han venido tanto de la banca privada mundial, que no est¨¢ dispuesta a enterrar m¨¢s recursos en los pa¨ªses endeudados sin una garant¨ªa, m¨¢s e, menos p¨²blica, de que recuperar¨¢n sus fondos, como de los propios pa¨ªses endeudados, que desde un principio lo, consideraron insuficiente. Al final, han sido la ca¨ªda de los tipos de inter¨¦s y la bajada del d¨®lar los elementos determinantes de la mejora de una situaci¨®n cuyo car¨¢cter, transitorio o no, es uno de los problemas que se discuten estos d¨ªas.
En cuanto a los pa¨ªses m¨¢s desarrollados, sus problemas han sido discutidos en medio de un gran sigilo por el llamado grupo de los cinco, que re¨²ne a los ministros de los principales pa¨ªses industrializados. Aparentemente, las decisiones adoptadas se encuentran en la l¨ªnea de propiciar un nuevo descenso concertado de los tipos de inter¨¦s y una ligera depreciaci¨®n del d¨®lar en relaci¨®n con las tres principales monedas occidentales. El ¨²ltimo reajuste monetario ocurrido en el seno del Sistema Monetario Europeo hace unos d¨ªas se ha llevado a cabo de manera satisfactoria para todo el mundo, y se est¨¢ acreditando cada vez m¨¢s la idea de una flotaci¨®n dirigida de las monedas a partir de tres grandes ejes: el d¨®lar, la unidad de cuenta europea (ECU) y el yen. De momento, son los japoneses los que oponen una cierta resistencia, por entender que el yen se ha Apreciado en exceso frente a las dem¨¢s monedas, pero no parece que se trate de una oposici¨®n fundamental. De lo que se trata, en el fondo, es de reorganizar el sistema monetario internacional en un sentido m¨¢s dirigista que el actual sistema de flotaci¨®n libre de las monedas. ?ste ser¨¢ uno de los temas principales de la pr¨®xima cumbre que los l¨ªderes de los sie¨ªe pa¨ªses m¨¢s industrializados del mundo deben celebrar, dentro de unas semanas, en Tokio.
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