El ataque norteamericano a Libia

Cualquier d¨ªa, y sin comerlo ni beberlo, nos despertaremos como el martes, en plena paz americana. Los aviones norteamericanos han llevado a cabo finalmente su ataque tantas veces anunciado. Y esta vez, a las puertas de nuestras casas.Es interesante constatar como los Estados Unidos nos, salvan de Gadafi incluso a pesar de nuestra europea inconsciencia. Por lo visto, hay que agradecerle a Reagan y a sus asesores la inteligencia que nos falla a los europeos. Pero parecen no darse cuenta de que la forma de terminar con el terrorismo ¨¢rabe en Europa es resolver las circunstancias que lo generan. De Gran Breta?a salieron esos sofisticados cazabombarderos que permiten destruir de noche, y sin equivocarse, todo tipo de objetivos. Y de Gran Breta?a sali¨® tambi¨¦n la decisi¨®n de crear en 1948 un Estado jud¨ªo en Palestina, que es el origen de buena parte de los problemas actuales. O se resuelve el problema palestino o tenemos terrorismo para a?os.

Los Estados Unidos han sido hist¨®ricamente muy h¨¢biles para exportar y no sufrir en su territorio los conflictos. Pero los europeos preferimos la paz. No la paz de los cementerios, sino la paz que se construye sobre la soluci¨®n negociada de los problemas hist¨®ricos. La acci¨®n militar de Reagan lo ¨²nico que puede engendrar es m¨¢s violencia, m¨¢s rabia, m¨¢s xenofobia, y as¨ª no vamos a ning¨²n sitio. Y como agresi¨®n no se sostiene ni desde el punto del vista del objetivo a conseguir ni desde la l¨®gica de las relaciones con sus aliados. Que Gadafi es un imprudente, un loco -como dicen algunos-, probablemente sea cierto. Pero Reagan no debe ponerse a su nivel. Y nuestros gobiernos no han de aceptar la paz americana, que es lo que propugnan los conservadores brit¨¢nicos, sin¨¦ la paz europea, la de encontrar soluciones complejas a los problemas que lo son.-