Toros y el Reino Unido

Le escribo esta carta con motivo del peque?o esc¨¢ndalo que ha suscitado en el Reino Unido un reportaje televisivo sobre la fiesta de los toros en Espa?a. Al parecer, tanto aqu¨ª como en nuestro pa¨ªs, los detractores de las corridas no encuentran otro argumento que los sufrimientos del animal, y a nadie parece importarle que un hombre se est¨¦ jugando la vida para divertir a unas multitudes.Naturalmente que puede arg¨¹irse que el torero est¨¢ all¨ª porque quiere, pero extendiendo el argumento se podr¨ªan autorizar tambi¨¦n las luchas a muerte entre gladiadores -gente para todo hay-. Tampoco el argumento del arte resulta cre¨ªble: no imagino a los aficionados satisfechos ante un toro con protectores en los cuernos o ante un torero con alg¨²n tipo de traje de seguridad.

La fiesta de los toros es una salvajada, pero no debido a los sufrimientos del animal -no lo pasan mejor en el matadero, ni tampoco es muy agradable ser devorado por un depredador-, sino porque un hombre esta arriesgando su vida para dar gusto a una masa. El grito "?Arr¨ªmate!" surge de lo m¨¢s bajo de los instintos naturales, y una sociedad que pretende progresar hacia mejores niveles de civilizaci¨®n no puede declarar semejante espect¨¢culo fiesta nacional.-

Edimburgo, Reino Unido.