Retrato de la frescura

Flanqueada por las majas y un conjunto de retratos de Goya que representan personajes relacionados con la vida y el mundo de La marquesa de Santa Cruz, el cuadro reci¨¦n llegado de Londres y expuesto en el palacio de Villahermosa se asienta espl¨¦ndidamente, no s¨®lo con una belleza que ning¨²n especialista en el pintor espa?ol ha negado jam¨¢s, sino, sobre todo, demostrando haber encontrado su ¨²nica ubicaci¨®n posible: justo la que ahora tiene y entre las piezas en las que encaja con una rotundidad precisa.La obra, de 1,22 por 2,63 metros, ligeramente m¨¢s grande que las dos majas, se halla en un estado de conservaci¨®n espl¨¦ndido. Apenas si hay que retirar una liger¨¢ capa de barniz y arreglar dos peque?os desperfectos. Posee, sin embargo, una frescura dif¨ªcilmente encontrable en otros cuadros de Goya, puesto que se aprecian con una fidelidad sobrecogedora no solamente las pinceladas, sino hasta la t¨¦cnica de composici¨®n del maestro aragon¨¦s. La intenci¨®n de esta miniexposici¨®n, formada por una mayor¨ªa de cuadros de Francisco de Goya y un par de retratos suyos, respectivamente, de Jos¨¦ Rivelles y Agust¨ªn Esteve, es recrear el c¨ªrculo familiar e intelectual de esta joven marquesa aficionada a la m¨²sica.

Se expone el c¨¦lebre y hermos¨ªsimo retrato de los duques de Osuna y sus hijos, una de las obras maestras que Goya pint¨® en 1790 y donde aparece la futura marquesa de Santa Cruz siendo entonces.s¨®lo una ni?a, con lo que se demuestra que el pintor tuvo una relaci¨®n dilatada con el personaje y, por tanto, no pudo tener una actitud de frialdad con ella. Junto a esta obra, se exhiben los retratos de don Manuel Silvela, la miniatura en cobre de do?a Juana Galarza de Goicoechea, el marqu¨¦s de Villafranca (que ser¨ªa duque de Alba), el general Urrutia, la marquesa de Villafranca y el actor Isidoro M¨¢iquez.