Isabel II despidi¨® a los Reyes de Espa?a al finalizar su viaje oficial al Reino Unido

ENVIADO ESPECIALLos Reyes Juan Carlos y Sof¨ªa, junto con las infantas Cristina y Elena, regresaron ayer a Madrid, procedentes de Londres, tras una estancia de cuatro d¨ªas en visita oficial a Gran Breta?a. Los Reyes fueron despedidos por la reina Isabel II y el duque de Edimburgo en el castillo de Windsor, donde se han alojado. Tras concluir la ceremon¨ªa oficial y en autom¨®vil viajaron, ya en visita privada, a la residencia de campo del duque de Wellington, donde los miembros de la familia real plantaron un ¨¢rbol cada uno, para continuar una tradici¨®n de la familia Wellington.

Todos los miembros de casas reales que acuden al lugar plantan un ¨¢rbol. En esta ocasi¨®n todos eran especies espa?olas. Se supo que el rey Juan Carlos plant¨® un casta?o y las infantas pinos.En medios cercanos a la Casa Real ha trascendido una gran satisfacci¨®n por el desarrollo de la visita, cuya importancia ofrec¨ªa ciertos riesgos que han sido superados por la acogida que la reina Isabel II y las autoridades brit¨¢nicas han dispensado a los Reyes.

El ¨²ltimo eco del viaje tardar¨¢ en apagarse en Londres. El jueves, tras la cena en honor de Isabel II, en la Embajada espa?ola, los Reyes ofrecieron una recepci¨®n a la que acudieron m¨¢s de 800 personas. El men¨² de la cena de gala estuvo compuesto por consom¨¦ madrilero, lenguado de Dover en hojaldre, pulardas con trufas de Soria y sorbete de frutas tropicales. A los invitados les fueron servidos vinos Vi?a Sol y Cune, reserva del 70, adem¨¢s de cava catal¨¢n para los brindis. A la cena asisteron 65 personas que usaron la vajilla de la casa real utilizada en las cenas de gala del palacio Real.

La recepci¨®n en los jardines de la Embajada estuvo amenizada por la banda del regimiento de alabarderos de la Guardia Real, que interpretaron m¨²sica espa?ola. Isabel II tuvo la deferencia de permanecer con los Reyes algo m¨¢s de media hora saludando a los invitados. El gesto de la soberana fue calificado como ins¨®lito en medios diplom¨¢ticos espa?oles.

Junto a la Reina, los pr¨ªncipes de Gales, miembros de la familia real brit¨¢nica y una concentraci¨®n de miembros de la nobleza, las artes, las finanzas, la pol¨ªtica, y la religi¨®n, poco usual por el n¨²mero y la calidad de los invitados.

Una gran fiesta

El guitarrista espa?ol Andr¨¦s Segovia, paseaba entre los invitados mezcl¨¢ndose con el actor Peter O'Toole o el arzobispo de Canterbury. Don Juan Carlos y do?a Sof¨ªa depart¨ªan con los invitados, en tono de gran distensi¨®n. Se advert¨ªa f¨¢cilmente que la convocatoria a la alta sociedad londinense hab¨ªa cuajado en una gran fiesta.La princesa Diana se mostraba jovial mientras el Rey le presentaba a buen n¨²mero de invitados. En un momento asegur¨® que conoc¨ªa la revista Hola y que le agradr¨ªa conocer Espa?a. Su esposo el pr¨ªncipe Carlos lament¨® en otra tertulia no poder hablar espa?ol, mientras mostraba un dedo lesionado, dijo, por un martillazo.

Las infantas Cristina y Elena recib¨ªan el saludo de muchos de los asistentes y comentaron su satisfacci¨®n por encontrarse all¨ª. Sobre las doce de la noche los Reyes y los Pr¨ªncipes de Gales abandonaron la reuni¨®n, pero la mayor¨ªa de los invitados prolongaron su estancia en los jardines de la Embajada. Muchos prosiguieron la fiesta hasta cerca de la una y media de la madrugada.

Se supo tambi¨¦n que el embajador espa?ol en Londres, Jos¨¦ Joaqu¨ªn Puig de la Bellacasa, se sent¨ªa satisfecho del desarrollo de viaje de los Reyes que, sin duda constitu¨ªa un serio compromiso diplom¨¢tico.