La etapa de los lagos de Covadonga abre un nuevo duelo entre Robert Millar y Pedro Delgado
El trabajo en equipo en la Vuelta Ciclista a Espa?a acab¨® ayer. Todas las estrategias que ten¨ªan preparadas los directores deportivos se fueron abajo con la llegada a la alta monta?a. Los jefes de fila se quedaron en solitario ascendiendo la cima y la subida a los lagos de Covadonga coloc¨® a cada uno en su sitio. Hubo cambio de l¨ªder. El escoc¨¦s Robert Millar resurgi¨® y Pedro Delgado volvi¨® a demostrar que es el mejor espa?ol del momento, aunque no se lo proponga. La etapa de ayer abre un duelo entre ambos, al igual que el a?o pasado. Los dem¨¢s, si quieren recuperar posibilidades en la lucha por la victoria, tendr¨¢n que empezar ya a trabajar de firme.
Millar y Delgado eran los corredores que hasta ayer menos se hab¨ªan dejado ver. Ambos tienen unos grandes equipos a su disposici¨®n y descansan en ellos cuando las etapas rito invitan al esfuerzo. Se reservan para cuando haga falta. Y ayer fue necesaria su puesta en escena. Otros conjuntos, en cambio, intentaron que sus l¨ªderes ganasen haci¨¦ndoles el trabajo por adelantado los gregarios. pero con 17 equipos en carrera es imprevisible lo que va a suceder. Al final, s¨®lo queda recurrir a la clase individual de cada uno cuando hay 12 kil¨®metros por delante de monta?a. Y, si adem¨¢s de clase no se ha dejado, escapar ni una sola gota de la reserva de energ¨ªas, f¨ªsica y mental, la victoria est¨¢ asegurada.La de ayer era una etapa importante. Jes¨²s Blanco no pod¨ªa seguir siendo l¨ªder con un recorrido de 190 kil¨®metros, un puerto de primera categor¨ªa, poco despu¨¦s, la meta, situada en una cima cuya ascensi¨®n tiene el calificativo de categor¨ªa especial. Ah¨ª s¨®lo pod¨ªa vencer un serio aspirante a ganar la Vuelta porque en juego iba a haber la suficiente diferencia. de segundos y minutos como para definir de manera clara las posiciones.
Comienza la batalla
La subida al Fito, el puerto de primera categor¨ªa, sirvi¨® para calentar motores y realizar una primera selecci¨®n. Felipe Y¨¢?ez se escap¨® y el reducido pelot¨®n, en el que iban todas las figuras, le cogi¨® enlas primeras rampas de la subida a los lagos. Ah¨ª comenzaba la aut¨¦ntica batalla por el liderazgo de la Vuelta.
Un colombiano, Abelardo, Rond¨®n, mal clasificado en la general, lanz¨® el primer ataque con la intenci¨®n de facilitar luego la ascensi¨®n de los compa?eros de equipo que le segu¨ªan. Pero Delgado vio la ocasi¨®n de irse en solitario, cogi¨® al fugado y rompi¨® el peque?o grupo. Millar decidi¨® entonces jugar su baza. Se fue por Delgado, le rebas¨®, se distanci¨® y mantuvo las diferencias.
Quedaban cinco kil¨®metros de subida. Era un ataque de media intensidad, porque en esas distancias no pod¨ªa haber grandes diferencias, pero que, al menos, le pod¨ªa permitir ganar un tiempo que en pr¨®ximas etapas hiciera trabajar a los dem¨¢s de firme para reducirlo.
Tras Millar y Delgado s¨®lo aguantaron Raymund Dietzen y ?lvaro Pino. Los colombianos, sorprendentemente, se quedaron atr¨¢s, pese a que en los kil¨®metros anteriores no se les hab¨ªa forzado lo m¨¢s m¨ªnimo al llevar el pelot¨®n una marcha discreta. Fignon tambi¨¦n se qued¨® a distancia. Lo sab¨ªa ya antes de salir porque a¨²n le duele el golpe de la ca¨ªda del s¨¢bado. Sean Kelly, en cambio, mantuvo el tipo para la tendinitis que tiene. Inexplicable result¨® lo de Pello Ruiz Cabestany, el que m¨¢s desea ganar la vuelta. Ten¨ªa previsto su triunfo en los lagos con la ayuda, primero, de Jokim Mugika y, luego, de Marino Lejarreta. En los ¨²ltimos kil¨®metros le faltaron fuerzas para mantener el ritmo de la carrera y alcanz¨® la meta rezagado y desfallecido. Ahora Lq?arreta puede pasar a ser jefe de filas del Seat-Orbea en la Vuelta a Espa?a. La primera gran etapa de monta?a produjo demasiadas sorpresas. Y esto no ha hecho m¨¢s que empezar. Hasta el viernes los corredores no conocer¨¢n el descanso. Quedan en estos d¨ªas dos puertos de primera categor¨ªa, tres de segunda, dos de tercera y dos de cuarta. Una etapa ser¨¢ una escalada contra el reloj, mientras que otra tendr¨¢ la meta justamente en una, cima.
No defraudar
Los ataques al l¨ªder continuar¨¢n, por tanto, en estos d¨ªas. Y Pedro Delgado se queda ahora como el espa?ol m¨¢s calificado para intentar ser el vencedor de la Vuelta. El segoviano, que fich¨® por el PDM, holand¨¦s, para ganar el Tour -este equipo no ten¨ªa previsto participar en la ronda espa?ola-, se ve ahora en el compromiso de no defraudar las expectativas que, con su gran actuaci¨®n de ayer, ha despertado.
Delgado no renuncia a ganar la Vuelta, aunque no es su objetivo primordial. La etapa de los lagos se le da bien e intent¨® repetir su victoria del a?o pasado. Desde 1984 el que se viste de amarillo en esta etapa gana la Vuelta.
Un peque?o respiro.
La s¨¦ptima etapa, Cangas de On¨ªs-Oviedo, de 180 kil¨®metros, apenas supondr¨¢ un peque?o respiro tras la dureza de las dos anteriores. La entrada en Le¨®n para subir el Pont¨®n, tambi¨¦n de primera categor¨ªa, no permitir¨¢ el descanso a los corredores (kil¨®metro 45, una de la tarde), aunque todav¨ªa queden muchos kil¨®metros para Oviedo (cinco de la tarde).
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