Las medidas de seguridad se multiplican en el 39? festival de Cannes

La paranoia antilibia ha logrado convertir a todos los asistentes al 39? Festival de Cannes en potenciales portadores de bombas, posibilidad que la organizaci¨®n procura descubrir sometiendo a los espectadores a un control estricto. Ayer, para poder ver Pirates hubo que esperar m¨¢s de media hora, debido a la aglomeraci¨®n de los cacheos en la entrada.Pirates es un relato de aventuras en el que se entremezclan la crueldad y el humor, pero sin forzar las situaciones. Una fotograf¨ªa clara y poco contrastada y una tendencia a privilegiar las situaciones bufonescas hacen de Pirates un espect¨¢culo juvenil que los mayores tambi¨¦n pueden consumir.

La secci¨®n Un certain regard, que naci¨® hace siete a?os como alternativa m¨¢s osada a la selecci¨®n competitiva y que ahora vive en un marasmo en el que la componenda se dir¨ªa la ¨²nica ley, ha arrancado con una sorprendente Salom¨¦, de Claude d'Anna.

Se trata de una adaptaci¨®n muy libre del texto de Oscar Wilde, cuya acci¨®n transcurre en un tiempo y lugar imaginarios, una s¨ªntesis de pasado y futuro, pero tambi¨¦n de iconografia pict¨®rica prerrafaelista coexistente con detalles de La guerra de las galaxias. Una m¨²sica espl¨¦ndida de Egisto Macchi, una planificaci¨®n muy cuidada, casi manierista, y una lujosa iluminaci¨®n de Pasqualino de Santis, que limita la gama de colores entre el azul y el negro, hacen de esta versi¨®n de Salom¨¦ una pel¨ªcula ins¨®lita en la que la tragedia tiene la morbidez y tempo adecuados, aunque a veces nos parezca que estamos en una perfumer¨ªa de superlujo.

El primer filme franc¨¦s a concurso, Tenue de soir¨¦e, se dir¨ªa un grito de desesperaci¨®n. Nada justifica que esa comedia de costumbres, menor y conservadora, figure entre la lista de t¨ªtulos elegidos por Cannes para representar lo que hay de nuevo y mejor de entre toda la producci¨®n mundial.

M¨¢s ambiciosa, la pel¨ªcula argentina de Ra¨²l de la Torre Pobre mariposa insiste en un tema obsesivo en la cinematograf¨ªa reciente de aquel pa¨ªs: el descubrimiento de que el pasado, la historia, es muy distinto desde la realidad o desde el punto de vista del poder.

En este caso, la mujer, que a partir de la muerte de su padre en circunstancias confusas se lanza a investigar sobre todo lo que no sab¨ªa o no hab¨ªa querido ver, no vive en la Argentina posterior a Videla, sino en 1945, en un momento en que la comunidad jud¨ªa se siente amenazada por los nazis que van encontrando refugio y complicidades en Suram¨¦rica. La parte de cr¨®nica de la historia es interesante, pero el filme en s¨ª no pasa de un discret¨ªsimo tono menor. Ra¨²l de la Torre filma con manique¨ªsmo, planificando de tal manera que los nazis aparecen en pantalla como rodeados de un ¨¢ura mal¨¦fica especial.

A falta de grandes estrellas internacionales, Cannes alberga en su puerto un gale¨®n espa?ol del siglo XVII bautizado como Neptuno y aut¨¦ntica estrella de Pirates, la pel¨ªcula de Polanski con que se abri¨® el festival. El barco, que cost¨® ocho millones de d¨®lares y 18 meses de trabajo, ha sido construido por Pierre Guffroy en iroko, una madera africana muy resistente al agua.