La Conferencia episcopal recuerda al electorado la obligaci¨®n de votar en "coherencia con la propia fe"
El Comit¨¦ Ejecutivo de la Conferencia Episcopal public¨® ayer una nota "para orientar las conciencias" ante el voto de las pr¨®ximas elecciones, en la que recuerda al electorado la obligaci¨®n de votar en "coherencia con la propia fe".
Hace tres semanas el pleno de la misma Conferencia, en el documento sobre la presencia de los cat¨®licos en la vida p¨²blica, afirmaba que "salvo en situaciones muy excepcionales, en las que est¨¦n en juego de manera colectiva los derechos fundamentales de la persona y de la sociedad, la autoridad eclesi¨¢stica no puede se?alar la obligaci¨®n moral de votar en un determinado sentido".
En esta nota los obispos dicen: "No pretendemos coartar la libertar de los votantes en sus leg¨ªtimas preferencias pol¨ªticas. Se?alamos simplemente, las cualidades y caracter¨ªsticas del orden moral que han de acompa?ar, en cualquier caso, el voto de los cat¨®licos".
La nota toca tres puntos: la obligaci¨®n de votar en coherencia con la propia fe; el deseo de que la campa?a electoral sea veraz y respetuosa, y un breve apunte sobre la funci¨®n de los medios, especialmente los estatales, en la campa?a electoral. En el primero, el m¨¢s extenso, se enumeran las preferenc¨ªas que, a juicio de los obispos, deben promover los cat¨®licos: "La protecci¨®n legal de la vida humana en todas sus circunstancias, desde la concepci¨®n hasta la muerte"; "el establecimiento de la justicia, con especial atenci¨®n a los m¨¢s d¨¦biles; el reconocimiento efectivo de las libertades p¨²blicas y sociales frente a la hegemon¨ªa de los poderes del Estado; la protecci¨®n positiva de la familia y sus derechos; el respeto real a la libertad y a los sentimientos religiosos de los ciudadanos; el establecimiento de un r¨¦gimen de ense?anza en libertad e igualdad de oportunidades para todos; el progreso, en fin, de la calidad de vida desde el punto de vista econ¨®mico, cultural y moral".
En esta lista de prioridades o preocupaciones se aprecia una orientaci¨®n vaga pero suficiente, seg¨²n una fuente eclesi¨¢stica, que recuerda las cr¨ªticas y aun los conflictos del Gobierno socialista con la Iglesia cat¨®loca. La nota no desciende a explicar en qu¨¦ medida esos objetivos tengan que estar asegurados en el programa electoral de un partido, ni si la falta de uno de ellos es raz¨®n suficiente para negarle el voto. "Es evidente", dicen, "que ning¨²n programa pol¨ªtico resulta plenamente satisfactorio ni puede estar configurado a la medida de la conciencia o de las aspiraciones de todos y cada uno de los ciudadanos". Establecen el principio general de "apoyar positivamente a los partidos y a las personas que nos ofrezcan mayores garant¨ªas de favorecer el conjunto del bien com¨²n". Ello habr¨¢ de juzgarse por "el lenguaje de los hechos y los resultados obtenidos" m¨¢s que por las promesas.
Campa?a veraz y sincera
Para la campa?a electoral desean y piden que sea veraz y sincera, respetuosa y moderada, realista y alentadora". "Hay que evitar cuanto signifique ocultamiento o deformaci¨®n de la realidad, descalificaci¨®n sistem¨¢tica de las personas o de los grupos, recurso a promesas halagadoras que luego no se podr¨¢n cumplir".
A los medios de comunicaci¨®n les piden "una informaci¨®n objetiva y suficiente", dada la gran importancia de la funci¨®n que desempe?an. Hacen especial menci¨®n de los medios de titularidad p¨²blica que deben estar al servicio de la sociedad y ¨²nicamente del Gobierno o de alg¨²n grupo.
No parece, pues, que se den ahora esas "situaciones muy excepcionales" en las que podr¨ªan imponer a los cat¨®licos una obligatoriedad moral del voto en un sentido concreto. Se?alan su predilecci¨®n por determinados objetivos. Y aunque dejan en libertad a los cat¨®licos, sus expresiones responden a formulaciones utilizadas no pocas veces contra la gesti¨®n del Gobierno socialista.
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