Erase una vez...
Cuando Kaos se present¨® en el Festival de Venecia de 1984, en una sesi¨®n especial fuera de concurso, todos los presentes compartimos la idea de que el cine italiano acababa de dejar pasar una buena oportunidad para reivindicarse internacionalmente.El Le¨®n de Oro fije en aquella edici¨®n del festival veneciano para una pel¨ªcula del polaco Zanussi, El a?o del sol tranquilo, obra que podemos considerar, menos que mediocre y destinada a no ser vista porque a muy pocos pod¨ªa interesar, mientras que Kaos ten¨ªa que conformarse tan s¨®lo con la calurosa acogida por parte de la cr¨ªtica y quedaba al margen de la parafernalia publicitaria que lleva aparejado un galard¨®n en Cannes o Venecia. Ahora, con. dos a?os de retraso, se estrena Kaos con los 188 minutos de la versi¨®n ¨ªntegra.
Kaos
Direcci¨®n: Paolo y Vittorio Taviani.Int¨¦rpretes: Margarita Lozano, Claudio Bigagli, Massimo Bonetti, Enrica Maria Modugno, Anna Malvica, Biagio -Barone, Salvatore Rossi, Franco Scaldati, Pasquale Spadola, Omero Antonutti, Regina Bianchi. Gui¨®n: P. y V. Taviani, libremente inspirado en Le novelle per un anno, de Luigi Pirandello. Fotograf¨ªa: Giuseppe Lanci. M¨²sica: Nicola Piovani. Decorados: Francesco Bronzi. Italiana, 1984.. Estreno en Madrid: cine Rosales.
Kaos es una sucesi¨®n de cuentos que transcurren en ¨¦l pocas distintas y que tienen en com¨²n el paisaje siciliano, el estar unidos por un cuervo que, en manos de unos pastores, se transforma en un narrador-espectador que atraviesa el tiempo, y en transmitirnos en todos los cuatro episodios esa misma sensaci¨®n de ganas de contar, de hilo irrompible sostenido por el m¨¢gico ¨¦rase una vez..., a partir del cual introducimos al oyente en una realidad distinta.
Mediterraneidad
Es obvio que no todos los cuentos o sketches -hay una importante tradici¨®n dentro del cine italiano que garantiza la viabilidad de la f¨®rmula- tienen id¨¦ntica categor¨ªa. As¨ª, si el primero posee una dimensi¨®n de tragedia griega y est¨¢ interpretado por una magn¨ªfica Margarita Lozano. El segundo, el titulado Mal de luna, se adentra en el terreno de lo fant¨¢stico, pero ti?endo todo el relato sobre las desventuras de un hipot¨¦tico hombre-lobo de una extra?a fuerza tel¨²rica, un enraizamiento siciliano a la vez que c¨®smico que trasciende ampliamente las versiones anglosajonas sobre el influjo de la luna llena sobre ciertos hombres.El tercero, R¨¦quiem, es el menos conseguido, quiz¨¢ porque el humor negro no es especialidad que los Taviani puedan cultivar sin renunciar a un cierto preciosismo; lo contrario sucede en el ¨²ltimo, el basado en el Colloqui¨® con la madre, una peque?a obra maestra en la que hay una perfecta adecuaci¨®n entre la materia y el tono narrativo. El propio Pirandello, de regreso a su ciudad natal, redescubre su pasado, las ra¨ªces del mito: algunos de los personajes del filme aparecen aqu¨ª transformados por la cotidianidad.
Pero ser¨ªa injusto hablar de Kaos como de una retah¨ªla de cuentos de mayor o menor m¨¦rito. El conjunto es coherente, respira esa preocupaci¨®n por la cultura que es eje en la obra de los Taviani, que gira sobre las distintas acepciones del t¨¦rmino, desde una concepci¨®n marxista en la muy hermosa San Michelle aveva un gallo, hasta una suerte de antropolog¨ªa m¨¢gica que corresponde a Kaos, pasando por la urgencia acumulativa de Padre, padrone, donde cultura equival¨ªa a conocimiento que puede adquirirse.
En Kaos esa muletilla de la mediterraneidad que tantos emplean sin ninguna pertinencia cobra sentido y es imposible no sentir como propio y reconocible el torturado paisaje siciliano, la explicaci¨®n fant¨¢stica de las enfermedades, el drama de la emigraci¨®n o la picaresca de la miseria; no sentirse, en fin, representado por el pasado mitificado -el plano de la barca con la vela roja, tomado desde una duna gigantesca, est¨¢ entre lo m¨¢s bello jam¨¢s filmado por un cineasta mediterr¨¢neo- que reencuentra Pirandello y que es la sustancia misma de sus ficciones y deseos, algo tan dif¨ªcil como no emocionarse un poco ante algunos de los chispazos geniales que iluminan este Kaos.
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