Ausencias notables y silencios poco elocuentes
La fama o el protagonismo de algunos hombres de la pol¨ªtica espa?ola les ha sido contraproducente en esta legislatura, dado que, a diferencia de los an¨®nimos parlamentarios, su actitud pasiva ha sido advertida con toda su crudeza. Ha habido silencios notables en los ¨²ltimos cuatro a?os, como el del ex presidente del Gobierno Adolfo Su¨¢rez, que se reservaba de un a?o para otro para los debates del estado de la naci¨®n y dejaba en el m¨¢s absoluto desamparo a su ¨²nico compa?ero de partido en el hemiciclo, Agust¨ªn Rodr¨ªguez Sahag¨²n, que en un remedo de hombre orquesta defend¨ªa con igual convicci¨®n materias de Defensa, Econom¨ªa, Cultura o Agricultura.
En la misma t¨®nica que Su¨¢rez, su sucesor, Leopoldo Calvo Sotelo, guard¨® un f¨¦rreo mutismo durante tres a?os para intervenir muy al final en dos ¨²nicas ocasiones: el ¨²ltimo debate del estado de la naci¨®n y, d¨ªas despu¨¦s, en el de la OTAN. No se recuerda ninguna intervenci¨®n de P¨ªo Cabanillas, inscrito esta vez en el peque?o grupo centrista, hecho sin precedentes, dado que en su dilatada carrera pol¨ªtica siempre estuvo con las mayor¨ªas.
El presidente del PDP, ?scar Alzaga, tiene en su haber numerosas intervenciones, lo que demuestra que siempre iba a tiro hecho, pues es uno de los parlamentarios que acumula m¨¢s ausencias. Sus correligionarios le justifican con el argumento de que "estaba haciendo partido". Tambi¨¦n le disculpan por el hecho de aue su presencia en los aleda?os ?el Congreso no significaba casi nunca que diera el paso de penetrar en el hemiciclo.
Lo normal es que su presencia fuera fugaz, justo el tiempo que tardara en dejar a buen recaudo su autom¨®vil en el estacionamiento de la C¨¢mara baja. "El partido est¨¢ al lado del Congreso", dicen con verdad sus seguidores, como tambi¨¦n lo es la cercan¨ªa de su despacho profesional.
Deseosos de tribuna
Mientras que el silencio de algunos prebostes de la pol¨ªtica ha sido voluntario, el grueso de las C¨¢maras ha intentado ser merecedor de la defensa de una enmienda o de una pregunta al Gobierno. El mayor ¨¦xito de? diputado ser¨¢ si, a trav¨¦s de los medios de comunicaci¨®n, en su provincia se conoce la ardorosa defensa que ha realizado en pro de la resoluci¨®n del problema de la carretera comarcal o del sempiterno museo en ruinas. No son extra?as, por tanto, sus indisimuladas miradas a la tribuna de prensa al objeto de observar si su parlamento despierta o no inter¨¦s.
Esto cuando los jefes de grupo lo permiten y no acaparan todas las preguntas con cuestiones de alta pol¨ªtica. No es extra?o, pues, que las caras conocidas del Parlamento terminen y acaben en Felipe Gonz¨¢lez, -Manuel Fraga, Miguel Herrero, Modesto Fraile, Marcos-Vizcaya, Miquel Roca, Fernando P¨¦rez Royo y Santiago Carrillo.
La ventaja de los solitarios Juan Mar¨ªa Bandr¨¦s (EE), Rodr¨ªguez Sahag¨²n (CDS), y Francesc Vicens (ERC) es que han podido hacer "de su capa un sayo", seg¨²n denominaci¨®n de uno de estos parlamentarios integrados en el Grupo Mixto, sin sometimiento a jefes de grupo.
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