Ortega: "Reagan ve rojo todo lo que no entiende"
Adem¨¢s de la tensa espera por la invasi¨®n, los habitantes de Nicaragua se enfrentan a la penuria que se desat¨® hace dos a?os, cuando, adem¨¢s del embargo comercial directo, Estados Unidos logr¨® imponer un cerco absoluto a Nicaragua que incluye a todos los organismos internacionales de cr¨¦dito, los bancos internacionales de desarrollo y, como consecuencia inmediata, la banca internacional.Las quejas de la poblaci¨®n surgen con la constancia y la regularidad de las mareas. Pero as¨ª como los nicarag¨¹enses son un¨¢nimes a la hora de criticar lo que vagamente es descrito como "la situaci¨®n", la mayor¨ªa no culpa directamente a los sandinistas por sus dificultades. "Lo que pasa es que no nos dejan en paz", afirma una robusta se?ora en un fin de tarde en Managua, mientras intenta, sin ¨¦xito, por cuarta vez consecutiva, entrar en un autob¨²s abarrotado. "Los muchachos se equivocan en muchas cosas", dice, "pero es que no les dejan hacer nada, por eso de la guerra".
Hay, desde luego, las explosiones de ira, como la de una ayudante del cardenal de Managua, Miguel Obando y Bravo, que no se identifica, y que asegura: "Vamos a necesitar 70 a?os para ordenar lo que ellos destrozaron en estos siete a?os". Sin embargo, no se aventur¨® a calcular el tiempo necesario para reordenar las secuelas de 40 a?os de somocismo. Igualmente enfurecida se muestra Violeta Chamorro, directora del censurado diario La Prensa. "Dicen que hay una guerra, pero eso es puro pretexto", afirma Violeta. "Lo que pasa es que no saben gobernar, traicionaron al pueblo, hundieron el pa¨ªs". Y pone un ejemplo de la gravedad de la situaci¨®n: "Los pobres son los que m¨¢s sufren, no pueden comprar nada, yo lo veo por la muchacha que trabaja en mi casa, no puede ni siquiera comprar un desodorante, porque no hay desodorantes. Es preciso hacer que alguien compre desodorantes en el exterior para d¨¢rselo a ella, que por supuesto no tiene d¨®lares para eso".
Sin d¨®lares
Los pobres no tienen d¨®lares. Tampoco el pa¨ªs. "En el Banco Interamericano de Desarrollo tenemos congelados algo as¨ª como 53 millones de d¨®lares destinados a proyectos agropecuarios", afirma el presidente Ortega. "Pero no nos dan los d¨®lares. Es un verdadero sitio a Nicaragua". Los resultados del boicoteo se est¨¢n superando, en parte, con la ayuda cada vez mayor de la URSS. En mayo, par
Ortega: "Reagan ve rojo todo lo que no entiende"
te de la deuda peruana con los sovi¨¦ticos -unos 20 millones de d¨®lares- ser¨¢ pagada u trav¨¦s del env¨ªo de productos a -los sandinistas.Las consecuencias del boicoteo se pueden apreciar en el campo, donde faltan fertilizantes, repuestos para maquinaria y gasolina para aviones fumigadores. Puede ocurrir, por ejemplo, que haya fertilizantes, pero que las avionetas fumigadoras no puedan despegar por falta de mantenimiento. O que se haya efectuado la fumigaci¨®n en los plazos oportunos, pero que el algod¨®n no pueda ser cosechado por falta de m¨¢quinas en condiciones. Este tipo de situaci¨®n se repite y provoca, naturalmente, un elevado desgaste de la ya d¨¦bil econom¨ªa nacional.
Para el Gobierno, la amenaza de agresi¨®n es la culpable de casi todas. las restricciones sufridas por el pueblo incluidas las referentes a la libertad de expresi¨®n.
El vicepresidente, Sergio Ram¨ªrez, que como escritor sufri¨® la feroz censura de la dictadura, es muy claro en este aspecto. "Nosotros probamos, en Nicaragua, que es posible hacer una revoluci¨®n con libertad de Prensa. Mucha gente se olvida que, a lo largo de los tres primeros a?os de nuestro Gobierno, hubo libertad total, de Prensa en Nicaragua. Las restricciones surgieron con los actos terroristas, que luego se tradujeron en una guerra cruel. S¨ª, es posible una revoluci¨®n con libertad de Prensa, pero una guerra, no".
Para Daniel Ortega hay una lecci¨®n a ser tomada en cuenta: "En el Chile de Salvador Allende, la pol¨ªtica golpista que derroc¨® un Gobierno leg¨ªtimo asesin¨® al pueblo e impuso una dictadura genocida, cont¨®, desde sus primeros pasos, con la complicidad de la Prensa conservadora. Esa pol¨ªtica fue impulsada por Washington, y es la misma pol¨ªtica que se lanza ahora contra Nicaragua. Nosotros no vamos a ser ingenuos hasta el punto de, en nombre de la libertad de Prensa, permitir que esa pol¨ªtica sea incentivada en Nicaragua".
Hace algunas semanas, el semanario norteamericano Time public¨® en la portada una foto del presidente Ortega, bajo el t¨ªtulo "El hombre que hace que Reagan vea en rojo". El presidente Ortega contesta: "El presidente Reagan ve rojo todo lo que no cuadra en su esquema para entender el mundo. Todo lo que ¨¦l no entiende se incluye, de inmediato, en la disputa Este-Oeste. Es un pensamiento obtuso, conservador, tradicional, absurdo. El presidente Reagan lo ve rojo porque no entiende a Am¨¦rica Latina, no entiende las necesidades de transformaci¨®n social de nuestro continente".
A la pregunta de si Nicaragua es un pa¨ªs viable, Ortega contesta: "S¨ª, desde luego, podr¨ªamos producir casi todo lo que necesitamos. Lo ¨²nico que es preciso es que nos dejen en paz, entiendan nuestras imposibilidades, impidan la agresi¨®n. Que nos dejen trabajar en paz". ?Y por qu¨¦ no los dejan trabajar en paz? Para el presidente Ortega, la respuesta s¨®lo puede ser una: "Porque los estrategas de la pol¨ªtica norteamericana no pueden soportar que aqu¨ª pueda consolidarse un modelo de transformaci¨®n profunda de la sociedad basado en el pluripartidismo, en el pluralismo, en la econom¨ªa mixta, en la autodeterminaci¨®n y en el no alineamiento. Esto, para ellos, es inadmisible".
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