El Mundial de f¨²tbol emp¨ªeza sin ambiente
ALFREDO RELA?O, ENVIADO ESPECIAL
La Copa del Mundo, de f¨²tbol est¨¢ a punto de empezar y en las taquillas se agolpan los reventas, que asaltan con sus ofrecimientos a los paseantes o a las pocas personas que se acercan en busca de una entrada. La f¨®rmula de venta de entradas en series completas no ha interesado y quedan muchas localidades por vender, para. desesperaci¨®n de los reventas, que se han pillado los dedos en esta ocasi¨®n.
S¨®lo se espera un total de 12.000 visitantes al campeonato. La mitad son brasile?os. Espa?a tendr¨¢ una representaci¨®n minonitaria de 200 personas; la mayor parte de ellas, profesionales del f¨²tbol que tratara de estar al d¨ªa. Y un Mundial es una magn¨ªfica ocasi¨®n para ello.
Las causas de esta escasa asistencia son, en la mayor¨ªa: de las opiniones, el terremoto vivido hace escasos meses en M¨¦xico, que a¨²n impone en el ¨¢nimo de muchos posibles visitantes, y el hecho de que ninguno de los pa¨ªses pr¨®ximos a M¨¦xico tenga gran inter¨¦s por este campeonato.
Por arriba, Mexico tiene a Estados Unidos, donde el f¨²tbol es un pasatiempo menor, pese a los experimentos realizados y despu¨¦s de haber pasado por all¨ª los mejores jugadores del inundo cuando ten¨ªan ya pr¨®ximo su final deportivo. Por abajo, est¨¢ toda Centroam¨¦rica, que, aparte de ser una zona empobrecida, no ha clasificado a ninguno de sus pa¨ªses para el Mundial. La clasificaci¨®n de este grupo la gan¨® Canad¨¢, que por primera vez participa en la fase final de tan Mundial.
Brasil, la excepci¨®n
S¨®lo Brasil y su torcida animan estas v¨ªsperas. Guadalajara tiene un ambiente distinto al resto de ciudades. Los hinchas brasile?os ahorran cada a?o para el carnaval y cada cuatro para el Mundial y en estos d¨ªas bailan alegres una interminable rumba por las calles de Guadalajara, la ciudad que se maravill¨® del juego de la selecci¨®n brasile?a en el Mundial de 1970. De ah¨ª, que la afici¨®n local se encuentre volcada hacia estos jugadores, lo que ha hecho preocuparse a Miguel Mu?oz, seleccionador espa?ol, desde el momento de su llegada, ya que teme encontrarse, un ambiente desfavorable en el partido de ma?ana contra Brasil.
Por lo que respecta a los mexicanos, parecen tener tambi¨¦n demasiado pr¨®xima. la conmoci¨®n del terremoto como para entregarse con entusiasmo al campeonato. Las palabras de Guillermo Ca?edo, presidente del comit¨¦ organizador, al anunciar c¨®mo ser¨¢ la ceremonia de inauguraci¨®n, dejaron entrever un cierto pudor por el montaje de este descomunal festejo sobre un pa¨ªs a¨²n en reconstrucci¨®n. "Haremos una ceremonia austera, en consonancia con la situaci¨®n econ¨®mica del pa¨ªs", dijo Ca?edo.
La ceremonia se iniciar¨¢ a las diez de la ma?ana de M¨¦xico (las seis de la tarde, hora peninsular espa?ola) y su primera hora, consistente en bailes folcl¨®ricos, s¨®lo ser¨¢ transmitida por televisi¨®n para M¨¦xico. A partir de las once se disputar¨¢ un partido de calcio in costume, juego de bal¨®n de la Florencia de los Medicis considerado como un serio antecedente del f¨²tbol y en el que dos cuadrillas rivales se acometen ferozmente y llevan el bal¨®n de cualquier manera contra la porter¨ªa, que es de muy poca altura, pero que ocupa toda la l¨ªnea de fondo del campo de juego. Luego, habr¨¢ discursos, con los jugadores ya sobre el terreno de juego, por si ya fuera poco el sol y el calor del mediod¨ªa que desde un principio quer¨ªan evitar.
Deb¨² del campe¨®n
El partido en s¨ª tiene el inter¨¦s de la presencia del campe¨®n, Italia. Es norma que sea el ganador de la edici¨®n anterior el que abra el campeonato. Italia mantiene a algunos de sus brillantes campeones de aquel junio de 1982 en Madrid, pero ni son muchos ni est¨¢n en su mejor forma. Rossi ha marcado s¨®lo dos goles en toda la Liga italiana. Conti ha pasado el a?o entre lesiones. Tardelli comienza a apagarse y parece claro que tendr¨¢ el destino de suplente. Otros se han retirado, como el meta Zoff, o han quedado fuera de la convocatoria porque los a?os van venci¨¦ndoles, como el feroz Gentile o el elegante Antognioni.
Pero queda Enzo Bearzot, el entrenador que ya presentara un buen equipo en el Mundial de 1978, en Argentina, y que ensamblara uno casi perfecto en Espa?a, en 1982. Bearzot ha conseguido en los dos ¨²ltimos mundiales un equipo cuyos jugadores se apoyaban como en ning¨²n otro, pero sin abandonar la creatividad individual. Es hombre de gran respeto por el buen f¨²tbol y que, en la duda, siempre escoge al jugador de calidad sobre el campo antes que al de gran rendimiento f¨ªsico.
Italia saldr¨¢ con una buena defensa -todas las defensas italianas lo son, casi por definici¨®n-, hecha con Bergomi y Cabrini como laterales, Scirea como libre y Vierchowood como marcador central. Los cuatro son campeones del mundo, aunque el cuarto fue suplente en Espa?a. En punta sale otro campe¨®n, Altobelli, espl¨¦ndido delantero, sin duda elmejor de Italia. Falta Rossi, a quien ha relegado en este primer partido en beneficio de Galderisi. El portero, Galli, es bueno, com1o lo son casi todos los que acuden a un Mundial.
La inc¨®gnita est¨¢ en la med¨ªa, l¨ªnea muy renovada. Beatzert ha concedido el mando del equipo a Di G¨¦nnaro. Es una experiencia nueva en los conjuntos de Bearzot, en los que casi siempre la tarea de organizaci¨®n ha estaido repartida entre dos jugadores. Bagni es el hombre duro, el, marcador. Completan la l¨ªnea Conti, espl¨¦ndido en el Mundial de Espa?a, pero metido ya en los 31 a?os y que sale de una temporada llena de lesiones, y De Napoli, que desplaza al veterano Tardelli.
La selecci¨®n italiana puede resultar lenta, pero a Bearzot es o no le importa. En este Mundial tendr¨¢n que serlo todas por la fuerza del calor y de la altura. Tocando el bal¨®n en el medio campo y esperando a que los movimientos de desmarque propios o la impaciencia del rival abran huecos, hizo Italia su gran f¨²tbol en los dos ¨²ltimos campeonatos. La duda es si con los centrocampistas que ahora lleva podr¨¢ aguantar el bal¨®n tanto como lo hac¨ªa en Espa?a. y soltarlo con la misma rapidez.
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