Bajada de bandera

LA CONFERENCIA de prensa ofrecida ayer por el presidente del Gobierno, horas antes de que se abriera oficialmente la campa?a electoral, ha venido a confirmar el car¨¢cter puramente formal de la distinci¨®n entre pre campana y campa?a propiamente dicha con que los pol¨ªticos intentan cubrir la evidencia de que todo lo que dicen y casi todo lo que hacen en ¨¦pocas semejantes tiene una dimensi¨®n electoralista.El desarrollo de los medios de comunicaci¨®n ha acabado por convertir a los pol¨ªticos profesionales en unos especialistas en la relaci¨®n con el p¨²blico, en la comunicaci¨®n con los electores. Lo que distingue a un r¨¦gimen democr¨¢tico de uno autocr¨¢tico no es tanto que no existan esas minor¨ªas profesionales de la pol¨ªtica como que existan varias de ellas en leg¨ªtima competencia por la conquista del voto. Es decir, que se trate de proponerse, y no de imponerse, ante el electorado. Por lo dem¨¢s, el electoralismo tiene la ventaja de que es, por definici¨®n, p¨²blico, y ya Kant consideraba la publicidad de los actos como garant¨ªa de su legitimidad: "Todas las decisiones relativas al derecho de otros hombres cuya m¨¢xima no es susceptible de publicidad son injustas", escribi¨® el fil¨®sofo en un art¨ªculo sobre "El acuerdo de la pol¨ªtica con la moral".

El presidente del Gobierno ha dicho que est¨¢ dispuesto a participar en un debate televisivo, pero se ha mostrado confuso respecto a qui¨¦n debiera ser su contrincante, insinuando que su zozobra no proviene tanto del exceso de candidatos potenciales como de la ausencia de verdaderos rivales de su peso que no sean meros sparrings. Sin embargo, fue el propio Felipe Gonz¨¢lez quien decidi¨® investir al representante del partido m¨¢s votado de la oposici¨®n con la t¨²nica de jefe de ¨¦sta. Una actitud as¨ª desdice del car¨¢cter proporcional del sistema electoral que la Constituci¨®n instaura y ha sido toda una artima?a que benefici¨® sin duda a Fraga, pero mucho m¨¢s a Gonz¨¢lez, decidido a escoger ¨¦l su propia alternativa. Si el presidente del Gobierno quiere ser coherente consigo mismo, no podr¨¢ mantener esa actitud, un poco c¨ªnica, de preguntarse por qui¨¦n ser¨ªa su oponente en un debate. Toda vez que ¨¦l se ha inventado lo de jefe de la oposici¨®n, ¨¦l debe apechugar con el invento: y la ¨²nica manera de evitar una elecci¨®n arbitraria es que sea Fraga quien salte al cuadril¨¢tero de las 625 l¨ªneas para medirse con Gonz¨¢lez.