El mito del calor y la altitud

Del calor y la altitud de M¨¦xico que se iban a encontrar los jugadores en el Campeonato del Mundo de f¨²tbol se ha hablado mucho. Tres selecciones, hasta ahora, han demostrado que se trataba de un mito: Uni¨®n Sovi¨¦tica, Argentina y Canad¨¢. Las dem¨¢s, por lo que se ha visto, se creyeron, en cambio, que las altas temperaturas y la carencia de ox¨ªgeno iban a afectar seriamente a sus jugadores y plantearon los partidos con un juego muy lento. El resultado est¨¢ a la vista. Los goles y el buen juego caen en M¨¦xico al lado de quienes se muestran m¨¢s agresivos.Canad¨¢, es cierto, no gan¨® ante Francia. Pero logr¨® un resultado digno (0- 1) ante el campe¨®n de Europa en su deb¨² mundialista. Y su derrota se produjo a 10 minutos del final. Su forma de jugar me gust¨® y, de haber tenido jugadores de m¨¢s categor¨ªa en el equipo, el resultado habr¨ªa acompa?ado a su valent¨ªa.

Las selecciones de la Uni¨®n Sovi¨¦tica y Argentina hicieron lo mismo que Canad¨¢: imprimir a su juego un fuerte ritmo de salida, olvid¨¢ndose del calor y la altitud.

Hab¨ªa agresividad en sus jugadores y mucho trabajo sin bal¨®n. Eran conscientes de que no podr¨ªan aguantar todo el partido con el mismo derroche f¨ªsico, pero tambi¨¦n sab¨ªan que ellos s¨ª podr¨ªan acomodar el ritmo; los contrarios, en cambio, no podr¨ªan ir de menos a m¨¢s en los 90 minutos.

Uno de los imposibles del f¨²tbol es que un equipo cambie de un ritmo lento a otro r¨¢pido en el transcurso de un partido. Lo contrario s¨ª es posible y se demuestra constantemente cuando un equipo marca un gol. Ralentiza su juego para defender la ventaja y casi siempre con ¨¦xito, porque al rival le obliga precisamente a esa utop¨ªa futbol¨ªstica que es el jugar a mayor velocidad de la que desarrollaba sin perder el control del bal¨®n.

Marcar primero

Por eso en este Mundial de M¨¦xico es fundamental marcar primero, puesto que los planteamientos de juego suelen ser, ya de salida, conscientemente lentos, por lo que quien encaje el primer gol se ve obligado a buscar en sus acciones un mayor ritmo para buscar el empate. Y si ese gol se encaja en la segunda parte resulta a¨²n m¨¢s dram¨¢tico, porque no se dispone de un descanso que permita, en esos 45 minutos siguientes, plantearlos como si de otro partido se tratara.

El Espa?a-Brasil. puede ser un ejemplo de esto. Ambas selecciones salieron lentas y tranquilas. Brasil marc¨® primero y los jugadores espa?oles fueron incapaces de hacer ese cambio de ritmo que se precisa para hacer gol cuando se juega contra el reloj. Le falt¨® capacidad de reacci¨®n.

El calor y la altitud tienen soluciones. Tres selecciones lo han demostrado. Jugar como si esas condiciones -el calor y la altitud- no fueran extremas. Para combatirlas no hay m¨¢s que salir fuerte.