Enzo Scifo
Hijo de un minero italiano, es la nueva estrella belga
Su padre naci¨® en el pueblecito de Aragona, provincia de Agrigento (Italia), y se vio obligado a emigrar a B¨¦lgica. Era minero, y a los 35 a?os tuvo que retirarse a causa de una enfermedad contra¨ªda bajo tierra. "Su ¨²nico pensamiento, a partir de ese momento, fue verme llegar arriba". Enzo Scifo, estrella del Anderlecht, tiene 20 a?os, mide 1,75 metros, pesa 70 kilos y disput¨® frente a M¨¦xico el pasado martes su partido internacional n¨²mero 12.El Mundial de M¨¦xico es su segunda gran competici¨®n, pues estuvo en la Eurocopa de 1984, donde, curiosamente, se dio a conocer como belga, pues todo el mundo sospechaba que era italiano. En realidad, semanas antes del inicio de la fase final de aquella competici¨®n, Enzo debi¨® escoger y prefiri¨® alinearse de inmediato con B¨¦lgica. "Soy belga", comenta, "poseo un pasaporte que me da el derecho de sentirme s¨²bdito del rey Balduino, aunque en el coraz¨®n siempre estar¨¢ Italia, el pa¨ªs de mi padre". Scifo no cree haber dado la vuelta a nada, y menos a Italia, "pues, entre otras razones, porque s¨®lo B¨¦lgica, la federaci¨®n y el Anderlecht, mostraron inter¨¦s en que yo tomara una decisi¨®n. Jam¨¢s recib¨ª noticias de Italia. En B¨¦lgica me ofrec¨ªan la posibilidad de participar en un europeo, a los 18 a?os, al margen de otras ventajas econ¨®micas. ?Deb¨ª quedarme prisionero de un sue?o?".
El muchacho no tiene prisa, pese a que en 1984 ya fue elegido jugador del a?o. "Me gusta que se hable de m¨ª, pues eso demuestra que no soy uno de tantos jugadores que surgen y desaparecen del firmamento futbol¨ªstico. Pero me faltan todav¨ªa muchas cosas que aprender para jugar en un f¨²tbol tan duro como el italiano o el espa?ol. Todos hablan de Italia. No s¨¦ si ir¨¦ alg¨²n d¨ªa, pero, si voy, quiero ir perfectamente formado. No quisiera defraudar a mis tifosi el primer a?o". Es una persona agradecida y considera que "el Anderlecht es un extraordinario club, que me ofreci¨® en su d¨ªa un buen contrato, me da experiencia y, adem¨¢s, me posibilita jugar cada a?o una competici¨®n europea".
Es un muchacho muy familiar, no s¨®lo le preocupa su futuro deportivo, sino incluso el futuro econ¨®mico de su familia. En eso, al parecer, es semejante a Diego Armando Maradona. "Mi madre me sigue como cualquier enamorada de su hijo peque?o. Mi hermano Giuseppe juega en el Binchel- de serie C. Mi hermana mayor, Angelina, tiene 24 a?os. Todos formamos una familia, feliz y no quisiera que les faltara nunca nada".
Scifo, aunque no le gusta explicarlo en p¨²blico, tiene una importante desilusi¨®n en su interior. Muchos de sus amigos le han dado la espalda cuando los peri¨®dicos y la televisi¨®n han empezado a hablar de ¨¦l. Le duele porque, en el fonda, eran gente como ¨¦l, hijos de emigrantes. Pero eso son cosas que se olvidan siendo joven, viviendo, jugando, triunfando. Enzo es consciente que este a?o no forma parte de una selecci¨®n con el poder de anta?o, pero contin¨²a trabajando con la misma ilusi¨®n. Tal vez piense que, en momentos determinados, es m¨¢s ¨²til en el Anderlecht -donde juega en el centro del medio campo- que en la selecci¨®n, donde Guy Thys lo coloca en la derecha, pero poco importa, "lo importante es ser ¨²til a unos, y otros". Posee un f¨²tbol agradecido, espectacular y fundamentalmente creativo. Con gran imaginaci¨®n, puede hacer cualquier cosa, entre otras razones porque tiene grandes cualidades t¨¦cnicas, como, por ejemplo, manejar con la misma soltura las dos piernas. No s¨®lo es polifac¨¦tico sobre el terreno de juego, tambi¨¦n en la vida cotidiana, pues incluso tiene publicado ya un disco, que es una versi¨®n francesa de la pieza del cantante italiano Toto Cutugno, titulada Innamorata. Est¨¢ considerado un ni?o precoz, futbol¨ªsticamente hablando, pues Constant van den Stock, presidente del Anderlecht, lleg¨® a pagar 10 millones de pesetas al club de la Louviera. Scifo ten¨ªa 15 a?os.
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