La octava isla

La Graciosa est¨¢ separada del norte de la isla de Lanzarote por un brazo de mar de un kil¨®metro de ancho conocido como el r¨ªo. El medio para llegar a ella son los peque?os barcos de pesca que parten de Puerto de Orzola, y este exiguo sistema ha favorecido su aislamiento.Se la suele bautizar con el t¨ªtulo de la octava isla, a pesar de ser s¨®lo un barrio del Ayuntamiento de Teguise en Lanzarote. Posee extraordinarias playas y edificios volc¨¢nicos creados en erupciones marinas. Dos n¨²cleos de poblaci¨®n (Caleta del Sebo y Pedro Barba) conforman un censo de alrededor de 600 habitantes, con una superficie de 27 kil¨®metros cuadrados. Los hombres trabajan en la pesca y las mujeres son las responsables del gobierno de la reducida isla. La m¨¢xima autoridad de La Graciosa es su :alcalde ped¨¢neo, cargo que por regla general ostenta una mujer. Manuel del R¨ªo Su¨¢rez, profesor de antropolog¨ªa y sociolog¨ªa de la universidad de Educaci¨®n a Distancia (UNED), considera que se da una situaci¨®n de matrifocalidad por la acentuada ausencia de los varones.

Sus habitantes han sido desde el principio pescadores que llegaron a la isla hace un siglo, procedentes del municipio lanzarote?o de Arrieta. A lo largo de estos cien a?os, han superado todos los imponderables naturales y los inconvenientes del aislamiento.

Se autogobiernan por un r¨¦gimen asamble¨¢rio, el palo, y desconocen la sociedad de consumo. En la isla no hay carretera, ning¨²n transporte ni instalaciones tur¨ªsticas. Es lo m¨¢s parecido a un para¨ªso.

En sinton¨ªa con la voluntad d¨¦ los gracioseros, el decreto contiene una cl¨¢usula adicional que prev¨¦ que la expansion de los n¨²cleos de poblaci¨®n actuales de la isla debe realizarse alrededor de s¨ª mismos y no en sentido lineal.