La televisi¨®n privada se qued¨® en la puerta

La gran ley pendiente de los cuatro a?os de gesti¨®n socialista dentro del ¨¢rea de la comunicaci¨®n es la relativa a las concesiones de canales privados de televisi¨®n. Se ha quedado a las puertas, pero no ha entrado en el Parlamento, debido quiz¨¢ a su complejidad y a la voluntad pol¨ªtica del Gobierno de retrasar esta decisi¨®n. Tambi¨¦n han quedado a las puertas las grandes reformas -ya dise?adas- en la radiodifusi¨®n, ocupaci¨®n y control del espectro radioel¨¦ctrico. A todo esto hay que a?adir el intento frustrado de reforma del estatuto de Radiotelevisi¨®n Espa?ola.En el cap¨ªtulo de haberes cabe rese?ar que el Gobierno del PSOE consigui¨® que el Parlamento aprobara., a finales de 1983, la llamada ley del tercer canal, por la que se permit¨ªa la creaci¨®n de las televisiones auton¨®micas; se apunt¨® al a?o siguiente la liquidaci¨®n de la prensa del Estado e hizo posible la promulgaci¨®n por primera vez de una ley de ayudas econ¨®micas a las empresas y agencias informativas. El mismo a?o -1984- se aprob¨® tambi¨¦n la ley de Derecho de Rectificaci¨®n y R¨¦plica.

Los ensayos previos para conceder canales privados de televisi¨®n se intentaron, en fase de borrador, en el anteproyecto de ley de Ordenaci¨®n de las Comunicaciones (LOC), preparado por el ministro Enrique Bar¨®n. Cay¨® Bar¨®n del Ministerio de Transportes, Turismo y Comunicaciones, y su sucesor, Abel Caballero, ha dise?ado otro borrador, la ley de Ordenaci¨®n de las Telecomunicaciones (LOT), que afecta a la televisi¨®n pero ¨²nicamente en el sustrato t¨¦cnico. El borrador de ley de televisiones privadas ha sido preparado directamente por Presidencia del Gobierno. Su contenido todav¨ªa no ha sido dado a conocer expl¨ªcitamente.

Prensa del Estado

Los parlamentarios del PSOE defendieron, cuando estaban en la oposici¨®n a UCD, la permanencia de la prensa del Estado (antigua Prensa del Movimiento), y, sin embargo, a los dos a?os de llegar al Gobierno, hicieron lo que no hizo UCD: subastar la prensa de titularidad estatal. Esta medida supuso una readaptaci¨®n de personal en toda regla, aunque, a diferencia de lo que sucedi¨® en otros sectores, los trabajadores de Medios de Comunicaci¨®n Social del Estado (MCSE) permanecieron en su mayor¨ªa (m¨¢s de 3.000) en la Administraci¨®n.Fue el a?o 1984, justo a la mitad de su mandato. Ese a?o pasar¨¢ a la historia de los medios de comunicaci¨®n en Espa?a por este hecho y por algunas cosas m¨¢s en materia de Prensa. Parece ¨¦ste un a?o m¨¢gico, porque en ¨¦l se concentraron otras grandes, peque?as o medianas acciones del PSOE en el ¨¢mbito de la Prensa: la promulgaci¨®n de la ley de Derecho de Rectificaci¨®n y R¨¦plica en los medios de comunicaci¨®n y la ley de Concesi¨®n de Ayudas a Empresas Period¨ªsticas y Agencias Informativas.

La ley de ayudas a la Prensa encerraba dos novedades importantes: era la primera vez que se distribu¨ªan de acuerdo con una ley, y de las ayudas por reconversi¨®n tecnol¨®gica les ser¨ªan descontadas a las empresas las deudas l¨ªquidas, vencidas y exigibles que tuvieren con el Tesoro P¨²blico. Los empresarios de prensa criticaron la ley "porque manten¨ªa una subvenci¨®n directa, m¨¢s que a la difusi¨®n de ejemplares, al consumo de papel nacional".

Ni antes ni despu¨¦s de ese a?o se produjeron medidas significativas, excepto las rese?adas del tercer canal de televisi¨®n. Qued¨® pendiente una ley reguladora de la libertad de expresi¨®n que liquidara formalmente la ley Fraga de 1966.

El Gobierno estuvo a punto -precisamente en 1984- de aprobar esta nueva ley, pero se ech¨® atr¨¢s porque empresarios, sindicatos y profesionales no se pon¨ªan de acuerdo a la hora conducir hacia la pr¨¢ctica de un estatuto de la informaci¨®n los escasos principios generales que iban a figurar en tal ley.