Carrillo: "No comprendo de d¨®nde saca Izquierda Unida el dinero"
"Iglesias piensa que el PCE no es v¨¢lido" - "Al d¨ªa siguiente de ser secretario general pens¨® que estaba all¨ª para mandar"
Santiago Carrillo, 71 a?os, se presenta a estas elecciones al margen del PCE, partido que dirigi¨®, como secretario general, durante 22 a?os.Pregunta. ?Era completamente imposible el entendimiento con Izquierda Unida?
Respuesta. Nosotros enviamos varias cartas a Gerardo Iglesias, pidi¨¦ndole hablar, con el fin de llegar a un acuerdo para una ¨²nica candidatura comunista. No tuvimos respuesta. Le llamamos por tel¨¦fono. Dijo que con nosotros no ten¨ªa nada de que hablar.
Los amigos del PCPE [Partido Comunista de los Pueblos de Espa?a, que lidera Ignacio Gallego] le propusieron una reuni¨®n tripartita y se neg¨® a ella. Gerardo se neg¨® no s¨®lo a un acuerdo, sino siquiera a hablar con nosotros. Eso es lo que ha hecho imposible que en estas elecciones haya una candidatura en la que estemos todos los comunistas.
P. ?C¨®mo explicar¨ªa usted a un elector despistado cu¨¢les son las diferencias entre Izquierda Unida y Unidad Comunista?
R. Juzgando por lo que yo s¨¦ de las posiciones de Gerardo Iglesias -las p¨²blicas y las no p¨²blicas-, el fondo de la cuesti¨®n es que ¨¦l cree que la izquierda tiene que buscar otra forma de hacer pol¨ªtica distinta a la de los partidos tradicionales. Es decir, Gerardo Iglesias comparte, en el fondo, las posiciones de Ram¨®n Tamames, que piensa que en esta ¨¦poca el Partido Comunista no es v¨¢lido y que hay que ir a una especie de partido progresista, sin referencias ideol¨®gicas ni de clase, a una especie de mini-PSOE.
?sa es, creo, la diferencia de fondo, porque por cuestiones personales, yo, que llevo en la pol¨ªtica muchos a?os y he tenido muchas experiencias, no concibo que se impida un proyecto pol¨ªtico que nos hubiera permitido recuperar el voto de 1977 o de 1979.
P. ?Cree que se puede recuperar el capital pol¨ªtico que los comunistas ten¨ªan al principio de la transici¨®n, teniendo en cuenta que, seg¨²n las encuestas, Unidad Comunista no obtendr¨¢ ning¨²n diputado y que Izquierda Unida tendr¨¢ resultados inferiores a los obtenidos por el PCE anteriormente, a pesar de que se presenta a las elecciones con el apoyo de otros grupos?
R. El principal problema que tenemos nosotros es que el elector a¨²n no distingue bien entre las dos opciones. Creo que ya las va distinguiendo. Ha pasado muy poco tiempo, y muchos electores que dicen que van a votar comunista lo dicen pensando en que me van a votar a m¨ª. Creo que en lo que queda de campa?a la diferenciaci¨®n se va a hacer, y creo que vamos a tener bastantes m¨¢s posibilidades de las que aparecen en estas encuestas. Respecto a la baja del voto para Izquierda Unida, creo que se debe a que ah¨ª hay una alianza que no es una alianza de izquierda. Ni los carlistas; ni los humanistas; ni el mon¨¢rquico-liberal se?or Miralles, de derechas de toda la vida; ni Izquierda Republicana, que es un recuerdo que representa muy poco, dan una imagen de uni¨®n de izquierdas. El domingo, en el mitin de la Casa de Campo, despu¨¦s de la fiesta hubo unas 1.500 personas, cuando a esa fiesta viene siempre gente de todo el pa¨ªs. Eso es significativo de que Izquierda Unida se est¨¢ desinflando, porque no es izquierda y porque esa unidad une muchos ceros a la izquierda.
Elemento de disgregaci¨®n
P. ?Usted cree que ha hecho todo lo posible para evitar la desuni¨®n de las fuerzas comunistas y no se arrepiente de nada?R. Yo me arrepiento de una cosa: de que el Partido Comunista de Espa?a pasa de una direcci¨®n muy centralizada en el per¨ªodo de la clandestinidad a una democracia que no exist¨ªa en ning¨²n partido espa?ol. En un momento, admitimos el voto secreto, la libertad de afiliaci¨®n a partidos sin restricciones, la posibilidad de ser elegido incluso para los cargos m¨¢s altos sin la condici¨®n de pasar por un per¨ªodo de prueba en el partido. Un militante que entrase en 1977 pod¨ªa ser secretario general en el partido al d¨ªa siguiente, gracias a una votaci¨®n secreta, y as¨ª muchos son hoy dirigentes de organizaciones muy importantes del partido. Eso ha sido un elemento de disgregaci¨®n.
Yo creo que comet¨ª un error, porque la transici¨®n a un sistema completamente democr¨¢tico deb¨ªa de ser m¨¢s estudiada, m¨¢s controlada, para impedir que penetrasen en los cuadros del partido personas que no es que tuvieran mala fe, sino que no ten¨ªan ideas comunistas. Luego a m¨ª se me han inculpado todas las expulsiones que ha habido en el partido, pero la verdad es que yo no he intervenido, directamente, m¨¢s que en la disoluci¨®n del Comit¨¦ Central que dirig¨ªa Lertxundi en Euskadi, que hab¨ªa decidido no convocar congreso del partido vasco y disolverlo para entrar en Euskadiko Eskerra, lo cual levant¨® una sublevaci¨®n de los militantes vascos. En ese momento s¨ª, yo, con Sartorius y Jaime Ballesteros, fui al Pa¨ªs Vasco y nombr¨¦ una nueva direcci¨®n para que organizara el congreso del partido.
Luego, aqu¨ª, cuando los concejales comunistas madrile?os, se pusieron a apoyar la soluci¨®n de Lertxundi, que era un intento de llevar la disoluci¨®n del partido al resto del pa¨ªs, yo les dije que deb¨ªan de dimitir, y como se negaron, y entonces la ley hac¨ªa posible que la expulsi¨®n permitiese el relevo de los cargos p¨²blicos, decid¨ª expulsarlos.
Fueron las ¨²nicas expulsiones en las que he intervenido. Porque hubo otras expulsiones, como en Asturias, y las hizo Gerardo Iglesias y Sim¨®n S¨¢nchez Montero, o en Catalu?a, y fueron Guti¨¦rrez D¨ªaz, Paco Frutos y Andreu Claret quienes las decretaron. Los mismos que ahora me culpan a m¨ª de todas las expulsiones y todos los males que ha habido en este partido.
P. ?No se arrepiente de haberle abierto las puertas del Comit¨¦ Central a Gerardo Iglesias?
R. De eso s¨ª que me arrepiento, porque Gerardo Iglesias no entendi¨® cu¨¢l era su papel: asegurar la transici¨®n hasta el XI Congreso, afrontar la crisis y formar un nuevo equipo. Iglesias, al d¨ªa siguiente de ser secretario general, pens¨® que estaba all¨ª para mandar, y comenz¨® a mandar, y as¨ª nos ha ido.
P. Quiz¨¢ es que Iglesias estaba all¨ª para que usted siguiera mandando...
R. Mi idea era formar un nuevo equipo de direcci¨®n y pensaba que, sin ser el secretario general -por mi papel en la historia del partido y por el hecho de que soy un hombre que tiene una personalidad pol¨ªtica en este pa¨ªs-, pod¨ªa seguir jugando un papel en la direcci¨®n del partido. Creo que eso le conven¨ªa al partido. Y estoy convencido de que uno de los errores hist¨®ricos de Gerardo Iglesias y de los que le acompa?an es no haberlo compyendido.
La diferencia, en cualquier caso, no ha sido por el cargo, sino que Gerardo Iglesias, a los pocos d¨ªas de ser elegido, tom¨® otra l¨ªnea de conducta.
Finanzas modestas
P. ?Las finanzas de su grupo c¨®mo van?R. Las finanzas de mi grupo son muy modestas: s¨®lo hay cinco personas liberadas. Tenemos 100 millones de un pool de bancos, y esperamos tener 114 millones m¨¢s de otros cr¨¦ditos. Luego, podemos tener 100 millones m¨¢s de la aportaci¨®n militante y de las ayudas de amigos.
Podemos llegar hasta el final con una campa?a modesta pero digna. No podemos tener tantas vallas como el PSOE o como Roca. Incluso no tenemos tantas como la llamada Izquierda Unida, pero tenemos una presencia en carteles que supera al PSOE. Nosotros nos administramos con mucho menos dinero que otros partidos. Entre par¨¦ntesis: no comprendo de d¨®nde saca Izquierda Unida el dinero que est¨¢ gastando. Porque si los bancos le han dado 150 millones, no s¨¦ c¨®mo en Andaluc¨ªa est¨¢n gastando, seg¨²n han reconocido gus dirigentes, 250 millones para las auton¨®micas, y 100 m¨¢s para las generales...
P. ?Entonces, de d¨®nde sale el dinero?
R. Mire, aqu¨ª estuvo un se?or sentado donde est¨¢ usted, hace mes y medio, que me dijo que si me un¨ªa con Tamames hab¨ªa un grupo dispuesto a poner sobre la mesa 500 millones... Me imagino que ha debido salir de ah¨ª.
P. Entonces, ?cree que hay un sector de la derecha dispuesto a financiar a Izquierda Unida con el fin de restarle votos al PSOE?
R. Evidentemente, hay un inter¨¦s de la derecha -y lo mismo que se ha hecho esa gesti¨®n conmigo, se ha hecho con Juli¨¢n Ariza- por alcanzar ese objetivo. Se me plante¨® con claridad cu¨¢l era: impedir que el PSOE volviera a obtener mayor¨ªa absoluta.
Yo estar¨ªa de acuerdo si tuvi¨¦ramos las condiciones para que la mayor¨ªa absoluta la tuvi¨¦ramos el PSOE y nosotros, pero yo no trabajo para Fraga contra el PSOE. Contra Franco, me aliaba con el diablo; pero contra el PSOE, no.
El 'cambio' de Gorbachov
Pregunta. ?Cree que en la disgregaci¨®n del Partido Comunista de Espa?a tiene algo que ver la Uni¨®n Sovi¨¦tica?.Respuesta. Evidentemente, la pol¨ªtica anterior a Mijail Gorbachov ha incidido en la desuni¨®n comunista en Espa?a, y no s¨®lo en Espa?a: tambi¨¦n en otros pa¨ªses. Creo que con la direcci¨®n de Gorbachov hay un cambio en esa pol¨ªtica, y que Gorbachov se est¨¢ comportando con mucho m¨¢s respeto hacia la independencia de los partidos comunistas, pero es evidente que la direcci¨®n anterior jug¨® con la existencia de partidos comunistas incondicionales, y que eso fue un error.
P. Usted parece ahora menos cr¨ªtico con la Uni¨®n Sovi¨¦tica. ?Esto es porque cree que ha cambiado la Uni¨®n Sovi¨¦tica o porque ha cambiado usted?.
R. La direcci¨®n de Gorbachov representa un cambio en la Uni¨®n Sovi¨¦tica que en Occidente unos no han conseguido comprender y apreciar y otros no quieren comprender, porque les interesa mantener siempre la imagen del inmovilismo de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. ?sa es la raz¨®n de que yo hoy tenga muchos m¨¢s puntos de coincidencia que los que ten¨ªa con los anteriores l¨ªderes sovi¨¦ticos.
P. ?Cree ahora que el modelo sovi¨¦tico es v¨¢lido para una sociedad posindustrial?.
R. No. Creo que Gorbachov tampoco debe pensar que el modelo sovi¨¦tico sea aplicable a los pa¨ªses desarrollados de Europa Occidental. Creo que aqu¨ª el modelo debe de ser muy distinto, y lo he dicho y escrito muchas veces. La cultura pol¨ªtica y el desarrollo econ¨®mico en estos pa¨ªses hace mucho m¨¢s posible y real el desarrollo de una democracia mucho m¨¢s amplia.
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