La UGT ante las elecciones generales
Las elecciones generales del pr¨®ximo 22 de junio han dado lugar, como es habitual, a distintas opiniones desde diversos ¨¢ngulos de an¨¢lisis, lo que nos permite tambi¨¦n poner de manifiesto la de una organizaci¨®n que tiene significativa presencia en la vida econ¨®mica y social de nuestro pa¨ªs.Aunque puede resultar obvio, es imprescindible destacar que las elecciones son un acontecimiento de m¨¢xima importancia para la clase trabajadora y no el simple cumplimiento de una formalidad democr¨¢tica. No compartimos de manera alguna los criterios de quienes han llegado a. afirmar que los programas electorales son similares, el derrotismo que aflora en los que mantienen que, gane quien gane, ser¨¢ igual o los de aquellos que, basados en la supuesta inexorabilidad del triunfo socialista, infunden cierta sensaci¨®n de apat¨ªa o escepticismo, una invitaci¨®n a encogerse de hombros.
Los programas de los distintos partidos no son iguales y no es, por tanto, indiferente a los intereses de los trabajadores cu¨¢l pueda ser la opci¨®n pol¨ªtica que triunfe en los comicios. Antes bien, del resultado electoral del 22 de junio se derivar¨¢n consecuencias trascendentales para todos. Y en el caso de los trabajadores y trabajadoras, de los pensionistas, de los parados, los resultados electorales, indudablemente, afectar¨¢n a cuestiones tan esenciales como los niveles de protecci¨®n social, el respeto de los derechos laborales m¨ªnimos, la puesta en pr¨¢ctica de una pol¨ªtica de consenso o la democratizaci¨®n de las relaciones laborales. En suma, las opciones que se presentan (es decir, todas las que no parten de voluntarismos carentes de posibilidades electorales reales) plantean la elecci¨®n entre el progreso o la regresi¨®n.
As¨ª pues, partiendo de la tremenda importancia que tienen las elecciones para el futuro, la Uni¨®n General de Trabajadores ha considerado que ten¨ªa, no s¨®lo el derecho, sino tambi¨¦n la obligaci¨®n de expresarse ante la opini¨®n p¨²blica espa?ola.
En efecto, hace escasas fechas, el ¨®rgano m¨¢ximo de decisi¨®n entre congresos, el Comit¨¦ Confederal, debati¨® la actitud que la UGT deb¨ªa tomar ante la oferta program¨¢tica que el Partido Socialista Obrero Espa?ol presenta a la sociedad espa?ola, decidiendo su apoyo a ese partido y a ese programa por entender que representan la mayor garant¨ªa para alcanzar los objetivos de progreso y bienestar que defiende la clase trabajadora.
La resoluci¨®n pr¨¢cticamente un¨¢nime del reciente Comit¨¦ Confederal comienza a recordar lo que es una constante hist¨®rica en nuestra organizaci¨®n, ratificada en nuestro ¨²ltimo congreso, y en la que se sostiene que "la acci¨®n sindical por s¨ª sola no puede llegar a crear las condiciones necesarias para una transformaci¨®n de la sociedad. La necesidad de combinar la acci¨®n sindical y la acci¨®n pol¨ªtica, desarrollando y profundizando esta dimensi¨®n en nuestro modo de hacer sindicalismo, ha sido una constante hist¨®rica en la reflexi¨®n y en la pr¨¢ctica de la Uni¨®n General de Trabajadores desde los inicios mismos del socialismo en nuestro pa¨ªs".
No cabe duda que el proyecto de transformaci¨®n que defendemos es una tarea que consideramos compartida entre la Uni¨®n General de Trabajadores y el Partido Socialista Obrero Espa?ol, pero tambi¨¦n debemos reiterar que nuestra autonom¨ªa como sindicato nos ha llevado a adoptar la decisi¨®n que ahora comentamos partiendo de exigencias estrictamente sindicales y teniendo en cuenta las ofertas program¨¢ticas concretas m¨¢s que las meras expresiones ideol¨®gicas o pol¨ªticas.
El apoyo a un programa
La incorporaci¨®n de nuestras exigencias y la constataci¨®n de las coincidencias de nuestro programa sindical con el proyecto de actuaci¨®n que propone para los pr¨®ximos a?os, es la raz¨®n de nuestro apoyo a un programa y a un partido, el Partido Socialista Obrero Espa?ol, capaz de llevarlo a cabo.
Y en ¨¦l, destacamos el ¨¦nfasis que pone en la consolidaci¨®n de la democracia, con una clara defensa de una sociedad m¨¢s justa y solidaria; la postura inequ¨ªvoca en favor de la concertaci¨®n social como medio de resolver los problemas de nuestra sociedad; el impulso para lograr un crecimiento econ¨®mico superior al de los a?os anteriores que propiciar¨¢ una mayor creaci¨®n de empleo; las pol¨ªticas encaminadas a promover el empleo y, entre ellas, el apoyo al reparto del trabajo con la consiguiente reducci¨®n de jornada.
Apreciamos que se proponga una pol¨ªtica de rentas que aumentar¨¢ la capacidad de consumo de los niveles medios y bajos y que habr¨¢ de garantizar, cuando menos, el mantenimiento del poder adquisitivo; la distribuci¨®n m¨¢s equitativa de la carga fiscal para disminuir la participaci¨®n de las rentas salariales en la imposici¨®n directa, dando un tratamiento m¨¢s favorable a las rentas m¨¢s bajas; la consideraci¨®n de pol¨ªticas integrales hacia mujeres y j¨®venes a trav¨¦s de acciones positivas; la previsi¨®n de una mayor protecci¨®n social, garantizada por una Seguridad Social p¨²blica que acerque los gastos sociales a los de la CEE y que se ver¨¢n incrementados por la aportaci¨®n presupuestaria del Estado.
No dejamos de tener en cuenta la intenci¨®n de perfeccionar y mejorar los niveles de cobertura de desempleo que completar¨¢n el esfuerzo econ¨®mico realizado; la mayor presencia institucional de los sindicatos y la constituci¨®n del Consejo Econ¨®mico y Social, as¨ª como la decisi¨®n de profundizar en la democracia industrial y actual en defensa y promoci¨®n del sindicalismo como agente vertebrador de nuestra sociedad.
Finalmente, est¨¢ el expl¨ªcito apoyo a la construcci¨®n de un espacio social europeo, y un pacto por el empleo que: permita acercar Espa?a a las conquistas sociales que han hecho de Europa un ¨¢rea de bienestar y avance social.
Estos objetivos tienen para nosotros una enorme importancia y su propia envergadura nos lleva a plantear que para conseguir su cumplimiento ser¨¢ imprescindible el esfuerzo coordinado de todos los sectores de la sociedad espa?ola, de todas sus instituciones, de todos los que puedan realizar aportaciones positivas para salir de la crisis.
No hemos realizado esta opci¨®n con dogmatismo. Conocemos tambi¨¦n las ofertas de la derecha espa?ola, tenemos presente lo que ha hecho y lo que ha dicho en los ¨²ltimos tiempos. Eso nos basta para estar convencidos de que si llegaran a ponerse en pr¨¢ctica los programas que esas formaciones pol¨ªticas propugnan, aunque disfracen sus ofertas con un enga?oso populismo, sus resultados inmediatos no tardar¨ªan en hacerse notar: se reducir¨ªan a¨²n m¨¢s los bajos niveles de bienestar que tenemos.
Tampoco pueden olvidarse, a la hora de formular opciones decisivas para nuestro futuro, las experiencias concretas de Gobiernos de derecha que est¨¢n teniendo lugar ahora mismo en otros pa¨ªses de Europa, como el Reino Unido, Holanda, Francia, B¨¦lgica, etcetera.
Las derechas en estos pa¨ªses est¨¢n llevando a cabo pr¨¢cticas -seg¨²n un pol¨ªtico ingl¨¦s, con la convicci¨®n del que act¨²a con fe religiosa- que conducir¨¢n a una reducci¨®n constante de los niveles de protecci¨®n social y al desmantelamiento de los servicios y empresas p¨²blicas. Un ejemplo reciente y cercano de esta pol¨ªtica es la decisi¨®n del Gobierno de Chirac de liberalizar el despido. Presentada como panacea de todos los males econ¨®micos que nuestras sociedades sufren, la liberalizaci¨®n de los despidos, por poner tan s¨®lo un ejemplo, no es sino un s¨ªntoma de unas pol¨ªticas que no tienen otro efecto que el de perjudicar a los sectores m¨¢s necesitados y desprotegidos de la poblaci¨®n, conducir a una ruptura del di¨¢logo social y constituir un ataque sin precedentes de los derechos laborales y sindicales.
La UGT ha elegido apoyar al PSOE con plena conciencia: los trabajadores conocemos bien a la derecha espa?ola (?qui¨¦n en este pa¨ªs no la ha sufrido?) y tenemos perfectamente claro que la izquierda -y, hoy por hoy, no existe ninguna opci¨®n con garant¨ªa de seriedad, al margen del Partido Socialista Obrero Espa?ol- es la ¨²nica alternativa que har¨¢ viable una efectiva acci¨®n de Gobierno que asegure a nuestro pa¨ªs mayores cotas de justicia social y bienestar, aut¨¦nticas dimensiones del progreso democr¨¢tico.
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