El lirismo de la s¨¢tira
Que un poeta llene el siglo XX sin ning¨²n tipode elitismo, que no sucumba ante ning¨²n sistema y que se vuelva uno de los m¨¢s genuinos defensores de la revoluci¨®n. necesaria, no deber¨ªa sorprender a nadie. pues por ah¨ª va la poes¨ªa, y de este modo ha hecho, su recorrido Pere Quart.En el teatro del mundo, Pere Quart ha representado su papel sin una sola concesi¨®n -y por eso habr¨¢ quienes se sentir¨¢n aliviados ante su aparente silencio-, y ha trabajado hasta que sus fuerzas se lo han permitido en la tarea que se impuso, no s¨®lo la de: producir poes¨ªa sino tan¨ªbi¨¦n la de ser poeta, es decir, ser extraordinariamente cortsciente, vivir sin desfallecer el "con¨®cete a t¨ª rnismo", y, a trav¨¦s de este ¨²nico hombre que pod¨ªa conocer, ¨¦l mismo, proyectar su arte verbal pas¨¢ndolo por la m¨¢s exigente autocr¨ªtica. Al mismo tierripo, su maestr¨ªa ling¨¹¨ªstica le daba una libertad de tema y, de forma, un radio de luz po¨¦tica y una independencia sin m¨¢s frontera que las limitaciones que se marcaba o le marcaban las circunstancias insuperables.
Se mantuvo firme, hasta el ¨²ltimo momento, como hombre y poeta independientes. Valga como muestra, que nos ha dejado sin haber podido defenderse de una querella judicial que le acusaba de haber se?alado, en una entrevista de la televisi¨®n, algunos hechos concernientes a la reciente historia de Espa?a, puesto que, para Pere Quart, la actualidad de nuestra democracia es un proceso negativo, injusto, que s¨®lo pod¨ªa haberse salvado con la ruptura que impon¨ªa la muerte del dictador.
Pero pasemos a hablar de su poes¨ªa y de su actitud po¨¦tica. Pere Quart proclam¨® a menudo la funci¨®n solidaria, did¨¢ctica y, a veces, simplemente jocosa -los hombres debemos saber jugar, dec¨ªa- que atribuye a la poes¨ªa. Siempre fue enemigo del esteticismo puro y del intimismo que acostumbran a desembocar en el hermetismo. Pero no nos llevemos a enga?o, eso no significa que rebajara el proceso l¨ªrico, sino todo lo contrario, consegu¨ªa unir la m¨¢xima elaboraci¨®n l¨ªrica con un contenido social ineludible, como todos los poetas reconocidos, desde Homero a Baudelaire. El ¨²ltimo libro que public¨®, Poes¨ªa emp¨ªrica, que dijo nos lo dejaba como testamento, confirma la coincidencia entre el t¨ªtulo y toda su obra anterior, puesto que ¨¦l es el poeta del empirismo, de tal manera que la motivaci¨®n de su obra. hasta el producto final, y asimismo la t¨¦cnica, se dan por la funci¨®n personal de la experiencia y la observaci¨®n de la realidad con la que regula todo el proceso; y as¨ª, el resultado siempre consiste en un contramito mitificado emp¨ªrica y est¨¦ticamente, y en mi opini¨®n, es ¨¦sta la definici¨®n m¨¢s exacta de los ten¨ªas dominantes de su obra po¨¦tica. En ella, que, sin dejar de ser evolutiva, presenta al mismo tiempo sucesivas innovaciones, se encuentran dos caracter¨ªsticas inseparables -la emp¨ªrica y la est¨¦tica- que producen dos vertientes profundas: la del hombre, uno de tantos en su medio, con su quehacer cotidiano e inevitable, pero tambi¨¦n el hornbre nuevo, desnudo de los valores inhumanos tradicionales, disputador de los supuestamente indisputables y buscador de los fundamentales, para volver a empezar partiendo de un proyecto nuevo. Y la otra vertiente, la posibilidad del ser humano de identificarse libremente con el poeta, como un poeta m¨¢s o como protagonista. Y todo ello gracias a la culminaci¨®n l¨ªrica de un ejercicio po¨¦tico exigente.
Si alguien me pregunta cu¨¢l es el mensaje esencial de la poes¨ªa de Pere Quart, la respuesta es muy precisa: que el ser humano alcance la plena identidad a trav¨¦s de la pr¨¢ctica subversiva. Y este mensaje se evidencia en el progresismo tangible de sus poemas, en la iron¨ªa, en el sarcasmo y en la autoiron¨ªa, en las innovaciones formales y en las sem¨¢nticas, en el lirismo y en el prosa¨ªsmo, en los aforismos, en la cr¨ªtica positiva y negativa, en el subjetivismo metapo¨¦tico, en la actualizaci¨®n de la intrahistor¨ªa y en la humanizaci¨®n continua del mundo a partir del egocentrismo.
Todo eso entrelazado, con los ¨¦nfasis necesarios para hacer de la poes¨ªa un asunto abierto y atrayente, pro y contram¨ªtico, siguiendo lo que dec¨ªa Trist¨¢n Tzara, y que Joan Oliver, Pere Quart, suscrib¨ªa, que "la vida y la poes¨ªa son la ¨²nica e indivisible expresi¨®n del hombre a la busca de un imperativo vital".
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