Un tupido velo

La goleada de la selecci¨®n espa?ola sobre Dinamarca corre un tupido velo sobre los problemas entre jugadores y directivos, pero.los problemas existen.A pesar de que se lleg¨® a un acuerdo final, ning¨²n jugador olvida que la victoria est¨¢ edificada sobre unas m,speras enloquecidas que incluyeron una noche de tr¨¢nsito por cuatro hoteles y alguna peregrina propuesta de Jos¨¦ Luis Roca, presidente de la federaci¨®n espa?ola, sobre la cuesti¨®n de las primas.

Roca lleg¨® a sugerir a Camacho que los propios jugadores administrasen a su gusto el dinero que la Federaci¨®n Internacional de Asociaciones de F¨²tbol (FIFA) entregar¨¢ a Espa?a por su participaci¨®n en el Mundial y que, una vez que se hiciera frente a los gastos, se quedaran el resto en primas. Es decir, que adem¨¢s de correr, dar y recibir patadas y meter goles, los jugadores deb¨ªan echar n¨²meros, reservar hoteles y organizar viajes.

Y todo ello se propon¨ªa en un momento en el que los gastos estaban ya comprometidos, con la expedici¨®n que acompa?a al equipo bien cargada de acompa?antes. Porque el grupo de sat¨¦lites de la selecci¨®n es tan numeroso como la selecci¨®n misma. Se les puede ver a todas horas del d¨ªa sentados por el hotel, vestidos con las mismas camisas de rayas azules y blancas, o con los nikis que les regala, pura cortes¨ªa, la misma marca de prendas deportivas que viste al equipo. Se les puede distinguir tiunbi¨¦n porque en las horas de lleno no guardan cola en los restaurantes de los hoteles, al rev¨¦s, que el resto de la clientela.

Llegue donde llegue la selecci¨®n, y por mucho que los ¨¦xitos aproximen a las dos partes, las v¨ªsperas de este encuentro han dejado heridas, provocadas por la arrogancia y la falta de habilidad de los directivos, que han hecho enfadar m¨¢s de la medida a los jugadores.