Maradona, protagonista en la victoria argentina
Maradona fren¨® en seco la que parec¨ªa irresistible ascensi¨®n de B¨¦lgica. Argentina demostr¨® ser mejor equipo que su rival europeo, pero el encuentro tuvo que resolverlo personalmente Maradona, que anot¨® dos goles en sendas genialidades y fue el creador o el protagonista de todas las dem¨¢s acciones de gol de su equipo, que fueron muchas. Con cinco tantos, como el brasile?o Careca y Butrague?o, est¨¢ a uno s¨®lo del m¨¢ximo goleador, el ingl¨¦s Lineker. B¨¦lgica plante¨® un encuentro a la defensiva y demostr¨® carecer de capacidad de reacci¨®n cuando encaj¨® el primer tanto.Argentina sali¨® decidida a jug¨¢rsela, y empez¨® el partido sin mayores cautelas. Marc¨® al hombre, a los cinco jugadores creativos del equipo contrario, es decir, los dos puntas con Ruggieri y Cucciufo, y los tres medios, con Giusti, Batista y Olarticoechea, y tir¨® hacia adelante. En torno a Maradona, espl¨¦ndido de forma y que est¨¢ demostrando un momento de madurez impresionante, empez¨® a tocar la pelota en el medio campo y a tejer un f¨²tbol precioso entre el que los belgas se mov¨ªan con dificultades, y parec¨ªan, por comparaci¨®n, torpes.
El buen juego de Argentina provocaba sustos en el ¨¢rea belga. El equipo europeo esperaba atr¨¢s, con su defensa de cuatro hombres marcando en zona, y sin dedicar a Grun, como cab¨ªa esperar, a la vigilancia directa de Maradona. Maradona era tomado por quien correspondiera en la zona del campo en que recib¨ªa el bal¨®n, y tirado al suelo si era preciso y, al mismo tiempo, posible, que no siempre lo fue. Los belgas plantearon un partido al estilo del de Espa?a, jugando la carta de la impaciencia del rival. Parec¨ªan un equipo modesto en el campo de un grande en un partido de Liga, con el empate como objetivo beneficioso, y desde el principio robaron tiempo, aunque moderadamente, en todos los saques.Su buen juego le proporcion¨® a Argentina varias ocasiones. de gol, detr¨¢s de todas las cuales estuvieron espl¨¦ndidas acciones de
Maradona. Pero mediado el primer tiempo B¨¦lgica ya hab¨ªa amenazado con un par de contrataques que cog¨ªan descubiertos a los argentinos. La apariencia de debilidad de los belgas, su fingida incapacidad para el juego de ataque, confi¨® a la defensa argentina, y gracias a que el juez de l¨ªnea portugu¨¦s Silva Valente se?al¨® dos fueras de juego dudosos se qued¨® B¨¦lgica sin marcar cuando promediaba el primer tiempo. Eso hizo a Argentina un poco m¨¢s cautelosa, y la llev¨® a dejarse de tantas alegr¨ªas y a buscar el gol con menos prisa y m¨¢s calma. Pero qui¨¦n estaba dominando el partido era algo todav¨ªa discutible.
Todo cambi¨® en el minuto sexto de la continuaci¨®n. Por fin, Maradona, que ven¨ªa rondando el gol o haci¨¦ndoselo rondar a otros compa?eros, acert¨®. Fue un servicio que le envi¨® Burruchaga al ¨¢rea, y que Maradona alcanz¨® apurad¨ªsimamente entredos defensas y la imponente salida del meta Pfaff, y lleg¨® con lo justo como para meter el exterior del pie izquierdo y colar el bal¨®n por donde no cab¨ªa. El estadio respir¨® aliviado. B¨¦lgica tendr¨ªa que dejar de robar tiempo para conseguir algo, y podr¨ªa verse mejor f¨²tbol en lo sucesivo.
Y efectivamente, se vio. Los dos equipos reaccionaron t¨¢cticamente al gol. B¨¦lgica retir¨® a Renquin, para bajar a Grun a la defensa y sacar otro delantero Desmet. No le sirvi¨® de nada. Argentina adelant¨® a Maradona, para colocarlo en punta junto a Valdano y mantener as¨ª atr¨¢s al mayor n¨²mero posible de jugadores belgas. Y les sirvi¨® de mucho. Cuando Argentina cortaba en defensa enviaba el bal¨®n por el camino m¨¢s corto a Maradona. Se acab¨® el toque del primer tiempo, que hab¨ªa rayado en el lujo, y se jug¨® la pelota larga para Maradona, que siempre la recib¨ªa con la mente fresca y con ganas de inventar. Invent¨® un gol antol¨®gico y varias otras jugadas en las que o lo roz¨® o se lo facilit¨® a alg¨²n compa?ero. Valdano tuvo la desgracia de enviar por encima del larguero un espl¨¦ndido servicio de Dieguito.
B¨¦lgica sigui¨® en el partido convertida en simple decorado. No amenaz¨® con seriedad a Pumpido, salvo en un gran disparo de Grun desde lejos que el guardameta alcanz¨® junto a la escuadra. Demostr¨® incapacidad de reacci¨®n y confirm¨® que s¨®lo bastantes dosis de suerte y su sabia capacidad para explotar las deficiencias de equipos mejores la hab¨ªan llevado tan alto. La victoria de Argentina no peligr¨® nunca y lo extra?o fue que la espl¨¦ndida segunda mitad de Maradona no terminara en una resonante goleada.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.