Mangri?¨¢n

Se busca un Mangri?¨¢n. Horas antes de la final de la Copa del Mundo, los estudiosos del f¨²tbol discuten si el equipo alem¨¢n occidental tiene alg¨²n jugador capaz de impedir que juegue Maradona. En Espa?a, los cl¨¢sicos se acuerdan de Mangri?¨¢n, un jugador del Valencia que se hizo c¨¦lebre por un espl¨¦ndido marcaje a Di St¨¦fano. En aquellos tiempos Di St¨¦fano era un jugador incontrolable porque, adem¨¢s de manejar el bal¨®n espl¨¦ndidamente, se mov¨ªa por todo el campo y ten¨ªa un coraje loco. Pero un d¨ªa le sec¨® un desconocido jugador del Valencia, llamado Mangri?¨¢n, que le acompa?¨® incluso a la banda una vez que el genial argentino se acerc¨® para beber un poco de agua. Mangri?¨¢n qued¨® para la historia; su ¨¦xito fue ef¨ªmero, pero sonoro.Maradona est¨¢ en un momento celestial. Ha resuelto un partido de cuartos de final y otro de semifinales de la Copa del Mundo. Ambos, ¨¦l solo, con dos goles en cada uno, y ante lo m¨¢s duro y ¨¢rido del f¨²tbol europeo: Inglaterra y B¨¦lgica. En cada encuentro ha marcado goles gloriosos. Pero de la RFA se espera que entresaque de su plantilla alguien capaz de frenarle.

El italiano Gentile marc¨® bien a Maradona en el Mundial anterior. Fue un marcaje inolvidable, que qued¨® como uno de los sucesos de aquel bonito campeonato y que constituy¨® la encrucijada en el tr¨¢nsito de Italia hacia el t¨ªtulo. Marcar bien a un fen¨®meno requiere unas condiciones especiales. Hay que acompa?arle donde vaya, comerle los amagos, es decir ignorarlos; anticiparse cada vez que vaya a recibir el bal¨®n para despejarlo antes de que entre en contacto con ¨¦l; cuando esto no sea posible, encararlo y tratar de arrebat¨¢rselo antes del primer regate. Si se fracasa, existe el recurso de la falta, recurso que hay que administrar m¨¢s o menos seg¨²n lo bobalic¨®n o consentidor que sea el ¨¢rbitro. Parece una tarea desagradable y lo es, pero tambi¨¦n es todo un arte. Un arte que ha hecho c¨¦lebres a algunos jugadores.

Existen f¨®rmulas para marcar a los genios, pero ninguna es infalible. El genio llega a tal porque su juego no puede ser encerrado en un cuaderno ni en una pizarra magn¨¦tica. Perfumo, un gran defensa argentino que se enfrent¨® muchas veces al brasile?o Pel¨¦, manifestaba: "El negro te hac¨ªa las tres: la f¨¢cil, la dif¨ªcil y la imposible". Maradona, tambi¨¦n.