El disparo de escopeta que mat¨® a un ni?o en una chabola fue realizado presuntamente por su t¨ªo

Adolfo Salazar Silva, de 18 a?os, t¨ªo del ni?o Job Salazar, de dos a?os, muerto el pasado s¨¢bado de un balazo de escopeta en la cara dentro de una chabola, ha sido identificado como el presunto autor del disparo que acab¨® con la vida del peque?o, seg¨²n inform¨® ayer la Jefatura Superior de Polic¨ªa. Seg¨²n la hip¨®tesis policial, Adolfo Salazar limpiaba una escopeta de ca?ones recortados, que se dispar¨® accidentalmente y alcanz¨® de pleno al ni?o de dos a?os, que se encontraba a menos de un metro del arma. El presunto autor del homicidio, que carece de antecedentes, se hallaba ayer en paradero desconocido.
El accidente se produjo alrededor de las diez de la noche del s¨¢bado, en una chabola situada junto al cementerio de San Isidro, en una zona de infraviviendas denominada Ca?o Roto. El t¨ªo del peque?o trataba de limpiar una escopeta de ca?ones recortados que se hab¨ªa encontrado en una zona pr¨®xima a su vivienda, mientras Job jugaba a su lado, seg¨²n la polic¨ªa. El arma se dispar¨® y alcanz¨® al ni?o, que sali¨® impulsado hacia el techo. El accidente origin¨® una situaci¨®n de p¨¢nico. Los padres del peque?o, que se encontraban en la casa, donde viv¨ªan en compa?¨ªa de otras cuatro personas, salieron corriendo de la vivienda y el ni?o qued¨® tirado en el suelo.Algunos vecinos, que acudieron inmediatamente al escuchar la detonaci¨®n, aseguraron ayer que cuando entraron en la chabola el peque?o estaba muerto y tirado en el suelo con la cara cubierta de sangre. S¨®lo se encontraba con ¨¦l un hermano de un a?o que gateaba por el piso. Del resultado de las primeras investigaciones realizadas por la polic¨ªa en la chabola se desprend¨ªa que pod¨ªa tratarse de un suceso fortuito. Horas despu¨¦s, los padres del peque?o regresaron al lugar del suceso y confirmaron, tras realizar unas declaraciones iniciales en sentido contrario, que ellos hab¨ªan sido testigos del suceso y que se trat¨® de un accidente.
La vivienda, compuesta por dos piezas, una de las cuales est¨¢ ocupada por un cama de matrimonio, se encontraba ayer abierta y vac¨ªa. En la puerta hab¨ªa numerosa ropa tendida. El interior estaba revuelto, y colgados en las paredes hab¨ªa dos cabezas de ciervos peque?os y platos de lat¨®n. En el suelo, bajo el dintel que separa las dos ¨²nicas habitaciones, cientos de moscas escarbaban en lo que fue una gran mancha de sangre.
Los padres del ni?o, Jos¨¦ Luis Salazar, de 24 a?os, y Cristina Fuentes, de 17, ten¨ªan tres hijos y se dedicaban a la venta de chatarra. En la chabola habitaban tambi¨¦n el t¨ªo del peque?o, en compa?¨ªa de su esposa, embarazada de siete meses, y otros dos hermanos de la familia del padre.
La polic¨ªa encontr¨® en la chabola dos pantallas de ordenador con sus correspondientes accesorios, unas placas de matr¨ªcula que pertenec¨ªan a un veh¨ªculo cuya sustracci¨®n hab¨ªa sido denunciada y diversos utensilios y piezas de coches de distintas marcas; todo ello, al parecer, robado, seg¨²n inform¨® la polic¨ªa.
Horas antes de que se produjera el accidente que ocasion¨® la muerte del ni?o, Adolfo Salazar se hab¨ªa llevado la escopeta al campo para probarla. Seg¨²n relat¨® un vecino, "el arma deb¨ªa de estar bloqueada, porque no consigui¨® dispararla". La escopeta no ha sido encontrada.
Adolfo Salazar es una persona aficionada a las armas. En m¨¢s, de una ocasi¨®n parece que hab¨ªa tenido broncas con los vecinos por esa causa. El cad¨¢ver del ni?o, que se encontraba ayer en el Instituto Anat¨®mico Forense, ser¨¢ trasladado hoy a Salamanca, donde ser¨¢ enterrado.
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