Robert Hollier

DOMINGO DEL PINO, Europa tambi¨¦n est¨¢ en venta. Un franc¨¦s de 63 a?os que -dice ¨¦l- s¨®lo ha vivido un total de cinco de su vida en Francia es el nuevo encargado de venderla. Naturalmente, se trata de promover su sol, sus playas, sus monta?as, su nieve y su cultura multisecular. Robert Hollier, director de la Oficina de Turismo Franc¨¦s en Madrid y espa?ol de adopci¨®n, con veintitantos a?os de residencia en Espa?a a sus espaldas, fue elegido por unanimidad director de la Comisi¨®n Europea de Turismo (CET) hace unas semanas en Atenas.

La European Travel Commission (CET) agrupa a 23 pa¨ªses europeos, los 12 de la CE y otros 11 m¨¢s, incluidos los escandinavos, Yugoslavia y Chipre. Su funci¨®n es promocionar Europa en los mercados de ultramar o, para decirlo en el argot tur¨ªstico, vender Europa.Robert Hollier vino a Espa?a de peque?o, cuando su padre era director de un banco franc¨¦s en Barcelona. All¨ª estudi¨® en el Liceo Franc¨¦s y aprendi¨® castellano y catal¨¢n. Se march¨® de Barcelona en 1937 y obtuvo una licenciatura en letras en Canad¨¢ y de la Asociaci¨®n de Oficinas Nacionales Extranjeras de Turismo en Madrid. Combati¨® durante cinco a?os en la II Guerra Mundial. Termin¨® con el grado de capit¨¢n de paracaidistas y fue ayudante del general Norman D. Cota, jefe de la 28? Divisi¨®n de Infanter¨ªa norteamericana. Como an¨¦cdota curiosa Hollier refiere que el general D. Cota le dio una carta de recomendaci¨®n al finalizar la guerra que no le ha servido para nada hasta hace unas semanas, en que la uni¨® a su candidatura para director de la CET y, al parecer, fue decisiva en su nombramiento.

"Despu¨¦s de la guerra", afirma Hollier, 'trabaj¨¦ dos a?os con un se?or que se llamaba Georges Pompidou, que entonces era simplemente jefe de gabinete del comisario de Turismo. Fue ¨¦l quien me envi¨® a Espa?a en 1949". En 1978 volv¨ªa a viajar a Madrid para hacerse cargo de las oficinas de turismo franc¨¦s en Espa?a, Portugal y Am¨¦rica Latina; es decir, afirma, "en casi lo que fue el imperio de Carlos V". "En estos ¨²ltimos a?os he visto el desarrollo del turismo espa?ol y la aparici¨®n de un cierto liderazgo de Espa?a en esta materia".

Naturalmente que Robert Hollier vino a Espa?a, principalmente, para llevar turistas espa?oles a Francia. "Nuestro mejor ¨¦xito", se?ala, "es haber desarrollado el turismo de esqu¨ª. Ciento ochenta mil esquiadores espa?oles estuvieron el a?o pasado en Francia. En total, 1,1 millones de espa?oles viajan ya todos los a?os a Francia. Cuando yo llegu¨¦ en 1978 eran solamente 780.000, y en 1953, s¨®lo 220.00". El turismo espa?ol a Francia m¨¢s fiel y estable es, curiosamente, el religioso: "Unos 14.000 espa?oles viajan todos los a?os desde hace un cuarto de siglo a Lourdes".

Robert Hollier est¨¢ casado. Tiene cuatro hijas y un hijo. Una de sus hijas se cas¨® con el hijo del ministro japon¨¦s de Ciencia y Tecnolog¨ªa; otra, canta en la RAI italiana; otra es actriz en Par¨ªs, "aunque tiene un doctorado en Derecho", y la cuarta es dise?adora de moda. Su hijo es director de Nuevas Energ¨ªas en Ottawa. Una buena raz¨®n para aceptar el cargo de director de la CET e instalarse en Par¨ªs, seg¨²n Hollier, es que su esposa, que fue consejera de la Embajada de Francia en Madrid, vive ahora en Par¨ªs, donde es directora general de Arquitectura. Antes de marcharse se llevar¨¢ la medalla de plata al m¨¦rito tur¨ªstico, que le impondr¨¢ el rey Juan Carlos.